¡Aguántense! La toea Rebeca Grynspan, nuestra embajadora en el escenario internacional, echándole realismo a la jugada por la Secretaría General de la ONU. En medio de todo el brío y la expectativa que se ha generado acá en el país por ver a una tica al mando de esa organización, Rebeca salió con la lengua bien sabrosa a aclarar que no esperan que nadie les regale el puesto, ni mucho menos.
Como saben, la jefa de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) acaba de recibir el respaldo oficial del gobierno de Costa Rica para lanzarse a la contienda. Una movida esperada, considerando su trayectoria y su granito de arena en temas tan candentes como el comercio global y el desarrollo sostenible. Pero Rebeca, con su labia característica, dejó claro que este brete no será fácil, y que la clave está en demostrar que Costa Rica tiene talento para aportar y solucionar problemas reales, sin pedirle favor a nadie. ¡Eso sí es maña!
Según declaraciones exclusivas que dio a la AFP en Ginebra, Grynspan enfatizó que cualquier proceso selectivo debe ser justo y equitativo, sin caer en la tentación de favorecer a las mujeres simplemente por serlo. “Si queremos que haya igualdad real, tenemos que ganárnosla con hechos”, dijo, y vaya que resonó. Reconoció que existen voces que reclaman una secretaria general mujer, pero añadió que el verdadero desafío es entender por qué históricamente no ha habido ninguna, en lugar de buscar soluciones simplistas basadas en la cuota.
Y hablando de competencia, no son pocos los nombres que también suenan fuertes para suceder a António Guterres. Se habla de la expresidenta chilena Michelle Bachelet, de la secretaria mexicana del Medio Ambiente Alicia Bárcena e incluso de la primera ministra de Barbados, Mia Mottley. Todas con currículums impresionantes, y todas buscando convencer a los miembros de la ONU de que son la mejor opción para liderar la organización en los próximos años. La cosa se está poniendo interesante, digámoslo así.
Pero volviendo a la perspectiva de Rebeca, ella ha demostrado ser una vareta dura, alguien que sabe sortear obstáculos y salir adelante, pese a las adversidades. Dejar el timón de la UNCTAD temporalmente durante la campaña no es tarea sencilla, pero ella parece estar preparada para el reto. Recordemos que ha enfrentado desafíos enormes en su carrera, desde navegar por aguas turbulentas en la economía nacional hasta mediar en crisis internacionales relacionadas con el comercio.
Uno de esos desafíos, y que ha ocupado gran parte de su atención en los últimos años, ha sido la Iniciativa del Mar Negro, un esfuerzo crucial para garantizar la exportación de granos y alimentos desde Ucrania, a pesar de la invasión rusa. ¡Un chunche que salvó el pellejo a varios países hambrientos! Su rol en ese brete demuestra su capacidad para negociar bajo presión y encontrar soluciones creativas a problemas complejos. Esto, sumado a su experiencia en comercio –que considera una herramienta fundamental para alcanzar la paz– la convierte en una candidata formidable.
Ahora bien, la geopolítica mundial no está precisamente en su mejor momento. Las tensiones entre Estados Unidos y China, el impacto de nuevas tarifas comerciales y los efectos devastadores del cambio climático son solo algunos de los factores que complican el panorama. Rebeca sabe que tendrá que lidiar con todo esto si logra llegar a la cima de la ONU, pero confía en que su visión pragmática y su habilidad para construir consensos pueden ayudar a encauzar la nave en tiempos inciertos. Como dice ella: “El comercio puede ser una herramienta para la paz, siempre y cuando estemos dispuestos a dialogar y a encontrar puntos en común”.
En fin, la candidatura de Rebeca Grynspan representa una oportunidad única para Costa Rica de proyectar su imagen a nivel mundial y de contribuir a resolver los desafíos más urgentes de la humanidad. Pero, dime tú, ¿crees que la insistencia en promover la diversidad de género en puestos de liderazgo termina restando valor al mérito individual, o es una forma necesaria de corregir desigualdades históricas?
Como saben, la jefa de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) acaba de recibir el respaldo oficial del gobierno de Costa Rica para lanzarse a la contienda. Una movida esperada, considerando su trayectoria y su granito de arena en temas tan candentes como el comercio global y el desarrollo sostenible. Pero Rebeca, con su labia característica, dejó claro que este brete no será fácil, y que la clave está en demostrar que Costa Rica tiene talento para aportar y solucionar problemas reales, sin pedirle favor a nadie. ¡Eso sí es maña!
Según declaraciones exclusivas que dio a la AFP en Ginebra, Grynspan enfatizó que cualquier proceso selectivo debe ser justo y equitativo, sin caer en la tentación de favorecer a las mujeres simplemente por serlo. “Si queremos que haya igualdad real, tenemos que ganárnosla con hechos”, dijo, y vaya que resonó. Reconoció que existen voces que reclaman una secretaria general mujer, pero añadió que el verdadero desafío es entender por qué históricamente no ha habido ninguna, en lugar de buscar soluciones simplistas basadas en la cuota.
Y hablando de competencia, no son pocos los nombres que también suenan fuertes para suceder a António Guterres. Se habla de la expresidenta chilena Michelle Bachelet, de la secretaria mexicana del Medio Ambiente Alicia Bárcena e incluso de la primera ministra de Barbados, Mia Mottley. Todas con currículums impresionantes, y todas buscando convencer a los miembros de la ONU de que son la mejor opción para liderar la organización en los próximos años. La cosa se está poniendo interesante, digámoslo así.
Pero volviendo a la perspectiva de Rebeca, ella ha demostrado ser una vareta dura, alguien que sabe sortear obstáculos y salir adelante, pese a las adversidades. Dejar el timón de la UNCTAD temporalmente durante la campaña no es tarea sencilla, pero ella parece estar preparada para el reto. Recordemos que ha enfrentado desafíos enormes en su carrera, desde navegar por aguas turbulentas en la economía nacional hasta mediar en crisis internacionales relacionadas con el comercio.
Uno de esos desafíos, y que ha ocupado gran parte de su atención en los últimos años, ha sido la Iniciativa del Mar Negro, un esfuerzo crucial para garantizar la exportación de granos y alimentos desde Ucrania, a pesar de la invasión rusa. ¡Un chunche que salvó el pellejo a varios países hambrientos! Su rol en ese brete demuestra su capacidad para negociar bajo presión y encontrar soluciones creativas a problemas complejos. Esto, sumado a su experiencia en comercio –que considera una herramienta fundamental para alcanzar la paz– la convierte en una candidata formidable.
Ahora bien, la geopolítica mundial no está precisamente en su mejor momento. Las tensiones entre Estados Unidos y China, el impacto de nuevas tarifas comerciales y los efectos devastadores del cambio climático son solo algunos de los factores que complican el panorama. Rebeca sabe que tendrá que lidiar con todo esto si logra llegar a la cima de la ONU, pero confía en que su visión pragmática y su habilidad para construir consensos pueden ayudar a encauzar la nave en tiempos inciertos. Como dice ella: “El comercio puede ser una herramienta para la paz, siempre y cuando estemos dispuestos a dialogar y a encontrar puntos en común”.
En fin, la candidatura de Rebeca Grynspan representa una oportunidad única para Costa Rica de proyectar su imagen a nivel mundial y de contribuir a resolver los desafíos más urgentes de la humanidad. Pero, dime tú, ¿crees que la insistencia en promover la diversidad de género en puestos de liderazgo termina restando valor al mérito individual, o es una forma necesaria de corregir desigualdades históricas?