¡Ay, Dios mío, qué torta! Ya estamos en diciembre y con toda la alegría de las fiestas, parece que algunos oportunistas se ponen más activos de lo normal. Resulta que los robos a viviendas se han disparado, pura volteria que les dan ganas de aprovechar que la gente está sacando fotos con el árbol y pensando dónde ir a comer tamales.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), este año no ha sido la excepción. Mientras todos andamos decorando nuestras casitas y preparándonos para celebrar con la familia, unos cuantos maes con malas intenciones están viendo esto como una oportunidad para llenarle los bolsillos a costa de los demás. El OIJ ya soltó la voz, avisando que hay que tener los ojos abiertos, porque la temporada navideña trae consigo riesgos que no siempre tenemos presentes.
Douglas Rodríguez, jefe de la Unidad de Investigación de la Sección de Robos del OIJ, nos explica que hay varias formas en que estos delincuentes operan. Dice que la “tacha” es la más común: pura fuerza bruta, romper portones y ventanas para llevarse lo que encuentren. Luego está el “hurto”, que es más sigiloso, como robar un celular en medio de una reunión, cuando uno está distraído con la ensalada rusa. Y luego, lo más peligroso, el “asalto”: ahí entran armados, con toda la intención de quitarte todo lo que tengas.
Y ojo, que estos señores no andan jugando. Según el OIJ, los asaltos suelen darse entre las cinco y siete y media de la tarde, sobre todo de jueves a sábado, y las tachas, más comunes los miércoles y jueves por la tarde. ¡Imagínense! Uno relajadito viendo el partido del Saprissa y resulta que te están metiendo la pata en la casa… ¡qué sal!
Pero no todo está perdido, chunches. El OIJ tiene algunos consejos que vale oro. Primero, destruyan esas cajas de los electrodomésticos nuevos – consolas, televisores, ¡todo! – para que no vean qué tienes dentro. Segundo, si se van de viaje, pídele a un vecino o amigo que revise la casa de vez en cuando, pa’ que no se vaya ningún sorpresota. Y tercero, instalen cámaras de seguridad, aunque eso sí, cuesta un brete. Pero mejor prevenir que lamentar, diay.
Además, Rodríguez nos recuerda que si salen de la casa por mucho tiempo, aseguren bien el portón eléctrico. Que le pongan candado al riel de la cadena, porque esos maes no están para bromear. Y si ven algo raro, llamen al 9-1-1 inmediatamente. No se hagan los dormidos, porque a veces es mejor arriesgarse y resultar que no era nada, a perder todas las posesiones.
Parece que el perfil de estos antisociales es variado. Algunos son delincuentes comunes que se mueven por la calle, otros son conocidos nuestros, como familiares o amigos que saben cómo entrar a la casa sin hacer ruido. Y en los casos de asalto, generalmente se trata de bandas organizadas, que ya llevan tiempo trabajando en esto. Lo más preocupante es que San José es donde más denuncias reciben, con zonas como Pavas, Hospital y Catedral encabezando la lista. ¡Menuda vara!
Entonces, mi gente, ahora la pregunta va para ustedes: Con todos estos consejos del OIJ, ¿cuáles otras medidas tomarían ustedes para proteger sus hogares durante las fiestas navideñas? ¿Confiarían en vecinos, invertirían en sistemas de seguridad o tendrían más cuidado con quién invitan a pasar?
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), este año no ha sido la excepción. Mientras todos andamos decorando nuestras casitas y preparándonos para celebrar con la familia, unos cuantos maes con malas intenciones están viendo esto como una oportunidad para llenarle los bolsillos a costa de los demás. El OIJ ya soltó la voz, avisando que hay que tener los ojos abiertos, porque la temporada navideña trae consigo riesgos que no siempre tenemos presentes.
Douglas Rodríguez, jefe de la Unidad de Investigación de la Sección de Robos del OIJ, nos explica que hay varias formas en que estos delincuentes operan. Dice que la “tacha” es la más común: pura fuerza bruta, romper portones y ventanas para llevarse lo que encuentren. Luego está el “hurto”, que es más sigiloso, como robar un celular en medio de una reunión, cuando uno está distraído con la ensalada rusa. Y luego, lo más peligroso, el “asalto”: ahí entran armados, con toda la intención de quitarte todo lo que tengas.
Y ojo, que estos señores no andan jugando. Según el OIJ, los asaltos suelen darse entre las cinco y siete y media de la tarde, sobre todo de jueves a sábado, y las tachas, más comunes los miércoles y jueves por la tarde. ¡Imagínense! Uno relajadito viendo el partido del Saprissa y resulta que te están metiendo la pata en la casa… ¡qué sal!
Pero no todo está perdido, chunches. El OIJ tiene algunos consejos que vale oro. Primero, destruyan esas cajas de los electrodomésticos nuevos – consolas, televisores, ¡todo! – para que no vean qué tienes dentro. Segundo, si se van de viaje, pídele a un vecino o amigo que revise la casa de vez en cuando, pa’ que no se vaya ningún sorpresota. Y tercero, instalen cámaras de seguridad, aunque eso sí, cuesta un brete. Pero mejor prevenir que lamentar, diay.
Además, Rodríguez nos recuerda que si salen de la casa por mucho tiempo, aseguren bien el portón eléctrico. Que le pongan candado al riel de la cadena, porque esos maes no están para bromear. Y si ven algo raro, llamen al 9-1-1 inmediatamente. No se hagan los dormidos, porque a veces es mejor arriesgarse y resultar que no era nada, a perder todas las posesiones.
Parece que el perfil de estos antisociales es variado. Algunos son delincuentes comunes que se mueven por la calle, otros son conocidos nuestros, como familiares o amigos que saben cómo entrar a la casa sin hacer ruido. Y en los casos de asalto, generalmente se trata de bandas organizadas, que ya llevan tiempo trabajando en esto. Lo más preocupante es que San José es donde más denuncias reciben, con zonas como Pavas, Hospital y Catedral encabezando la lista. ¡Menuda vara!
Entonces, mi gente, ahora la pregunta va para ustedes: Con todos estos consejos del OIJ, ¿cuáles otras medidas tomarían ustedes para proteger sus hogares durante las fiestas navideñas? ¿Confiarían en vecinos, invertirían en sistemas de seguridad o tendrían más cuidado con quién invitan a pasar?
