¡Ay, Dios mío! Esto sí que es un chayazo para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). La Sala Constitucional, pa' darle duro, resolvió cinco recursos de amparo, diciendo clarito que no pueden seguir jugando con las licencias de cuidado y fase terminal. Parece que le tocará sudar la camiseta a esos señores, y bueno, a nosotros también, porque esto nos afecta a todos.
Como saben, desde inicios de octubre la CCSS dijo que se acabaron los fondos para estas licencias. Un desastre, vamos. Imagínense tener que cuidar a un familiar enfermo grave o a un niño que necesita atención especial y quedarse sin apoyo. ¡Qué torta! La gente se quedó en la estaca, buscando a quién recurrir. Pero ahora, la Sala les dice que no hay excusas, ni siquiera económicas. Pa’ eso están, ¿verdad?
Los magistrados fueron bien claros: el Estado no puede esconderse detrás de problemas de dinero para negarle derechos básicos a la gente. Citando la resolución, dijeron textualmente – y con toda la razón – que no pueden justificar el incumplimiento de sus deberes constitucionales argumentando que no tienen plata. Eso es pa' ponerlos en cintura, así no se les ocurra meter pata en el futuro. El país entero estaba viendo esto, ¡y con justa razón!
Y no es broma, todavía quedan 26 expedientes esperando respuesta. Eso demuestra la magnitud del problema, la cantidad de familias que han sufrido por esta situación. Tenemos mamás agobiadas cuidando a sus hijos enfermos, personas atendiendo a sus padres en fase terminal… y todo esto mientras la CCSS anda haciendo cuentas. Un papelón, diay. Es como si estuvieran jugando con el corazón de la gente.
En los recursos resueltos, vimos historias bien sentidas. Una mamá con un menor gravemente enfermo, un trabajador que no recibió sus días de licencia, una funcionaria del MEP con una licencia pendiente desde junio... y hasta una señora a quien le negaron una licencia para cuidar a su hijo con esquizofrenia y diabetes. ¡Imagínense la angustia! La Sala les dio la razón a todos, estableciendo un plazo de quince días hábiles para que la CCSS ponga las cosas en orden. ¡Más vale tarde que nunca!
Ahora viene lo interesante: todo esto ocurre en medio de una pelea política entre el gobierno y el Frente Amplio por el uso de los fondos del Fodesaf. El Presidente Chaves cree que solo necesitan ajustar el presupuesto, pero otros dicen que se va a ir al traste si la Contraloría no lo aprueba. La junta directiva de la Caja ya aprobó unos ¢2.700 millones para empezar a pagar, pero todavía tienen que pasar por el filtro de la Contraloría. ¡Menuda vara!
Para rematar, el diputado Jonathan Acuña está adelantándose con un proyecto de ley, advirtiendo que la Contraloría podría decirles que no usan el dinero de esa manera. Es un tira y afloja constante, y mientras tanto, las familias siguen sufriendo las consecuencias. Esperemos que esta vez sí le pongan el corazón y solucionen este problema de una vez por todas. Seamos honestos, esto debería ser prioridad nacional, no un debate político más.
Bueno, pues ahí lo tienen. La Sala puso las cartas sobre la mesa, la CCSS tiene que moverse y esperamos que las familias afectadas puedan respirar tranquilos pronto. Ahora me pregunto, ¿creen que realmente la CCSS cumplirá con la orden de la Sala en tiempo récord, o volveremos a ver más demoras y complicaciones burocráticas? ¿Será que necesitamos una reforma integral del sistema de licencias de cuidado para evitar que esto vuelva a suceder en el futuro?
Como saben, desde inicios de octubre la CCSS dijo que se acabaron los fondos para estas licencias. Un desastre, vamos. Imagínense tener que cuidar a un familiar enfermo grave o a un niño que necesita atención especial y quedarse sin apoyo. ¡Qué torta! La gente se quedó en la estaca, buscando a quién recurrir. Pero ahora, la Sala les dice que no hay excusas, ni siquiera económicas. Pa’ eso están, ¿verdad?
Los magistrados fueron bien claros: el Estado no puede esconderse detrás de problemas de dinero para negarle derechos básicos a la gente. Citando la resolución, dijeron textualmente – y con toda la razón – que no pueden justificar el incumplimiento de sus deberes constitucionales argumentando que no tienen plata. Eso es pa' ponerlos en cintura, así no se les ocurra meter pata en el futuro. El país entero estaba viendo esto, ¡y con justa razón!
Y no es broma, todavía quedan 26 expedientes esperando respuesta. Eso demuestra la magnitud del problema, la cantidad de familias que han sufrido por esta situación. Tenemos mamás agobiadas cuidando a sus hijos enfermos, personas atendiendo a sus padres en fase terminal… y todo esto mientras la CCSS anda haciendo cuentas. Un papelón, diay. Es como si estuvieran jugando con el corazón de la gente.
En los recursos resueltos, vimos historias bien sentidas. Una mamá con un menor gravemente enfermo, un trabajador que no recibió sus días de licencia, una funcionaria del MEP con una licencia pendiente desde junio... y hasta una señora a quien le negaron una licencia para cuidar a su hijo con esquizofrenia y diabetes. ¡Imagínense la angustia! La Sala les dio la razón a todos, estableciendo un plazo de quince días hábiles para que la CCSS ponga las cosas en orden. ¡Más vale tarde que nunca!
Ahora viene lo interesante: todo esto ocurre en medio de una pelea política entre el gobierno y el Frente Amplio por el uso de los fondos del Fodesaf. El Presidente Chaves cree que solo necesitan ajustar el presupuesto, pero otros dicen que se va a ir al traste si la Contraloría no lo aprueba. La junta directiva de la Caja ya aprobó unos ¢2.700 millones para empezar a pagar, pero todavía tienen que pasar por el filtro de la Contraloría. ¡Menuda vara!
Para rematar, el diputado Jonathan Acuña está adelantándose con un proyecto de ley, advirtiendo que la Contraloría podría decirles que no usan el dinero de esa manera. Es un tira y afloja constante, y mientras tanto, las familias siguen sufriendo las consecuencias. Esperemos que esta vez sí le pongan el corazón y solucionen este problema de una vez por todas. Seamos honestos, esto debería ser prioridad nacional, no un debate político más.
Bueno, pues ahí lo tienen. La Sala puso las cartas sobre la mesa, la CCSS tiene que moverse y esperamos que las familias afectadas puedan respirar tranquilos pronto. Ahora me pregunto, ¿creen que realmente la CCSS cumplirá con la orden de la Sala en tiempo récord, o volveremos a ver más demoras y complicaciones burocráticas? ¿Será que necesitamos una reforma integral del sistema de licencias de cuidado para evitar que esto vuelva a suceder en el futuro?