¡Ay, Dios mío! Ya era hora, ¿verdad? Después de años viendo cómo nuestros basureros andaban más allá de la edad de jubilación, la Municipalidad de San José le dio una manito al asunto. Anunciaron la incorporación de nueve nuevos camiones recolectores a su flota, ¡y vaya que eran necesarios! Esto debería aliviar un poquito la carga que tienen los vecinos y empleados municipales, porque qué torta mantener la ciudad limpia con vehículos que parecían sacados de un museo.
Según nos cuentan desde la Municipalidad, llegaron ocho camiones recolectores de desechos y un camión especial con gancho para esos contenedores grandes. Cinco de los camiones son de alta capacidad –para esos barrios donde la gente sí sabe aprovechar la vida– y tres son de media capacidad. La inversión total, fíjense, fue de ¡977 millones de colones! Un buen brete, aunque siempre hay quienes cuestionarán si se podría haber hecho mejor, ¿no?
El alcalde Diego Miranda Méndez, con toda la razón del mundo, dijo que esto fortalece las labores de limpieza y recolección. Quién lo niegue es que no vive en San José. A veces, uno ve montones de basura acumulada y piensa: "¡Qué sal!”, pero con estos nuevos camiones, esperamos que eso cambie. Además, la Muni ya está tramitando la compra de otras veinte unidades, diecisiete para recolección y tres para limpieza urbana, así que parece que realmente le están metiendole ganas, maes.
Pero ojo, que esto no significa que nos vamos a ir relajaditos. La realidad es que la generación de residuos sigue creciendo a un ritmo alarmante. Tenemos que empezar a separar la basura en casa, reducir el consumo de plásticos y fomentar el reciclaje. No podemos seguir pidiendo que la Muni haga magia; todos tenemos que poner nuestro grano de arena para mantener la capital decente.
Y hablando de gestión, me pregunto qué tan eficientes van a ser estos nuevos camiones si siguen las mismas rutas caóticas de siempre. ¿Han pensado en optimizar las rutas para evitar atascos y ahorrar combustible? Porque andar dando vueltas en círculo con un camión nuevo también puede ser un despilfarro de recursos, chunches.
Ahora bien, la coyuntura política tampoco ayuda. Mientras tanto, Honduras anda teniendo sus propios problemas electorales. Parece que en Latinoamérica, las elecciones siempre son un dolor de cabeza, entre denuncias de fraude y acusaciones cruzadas. Uno se pregunta si alguna vez tendremos procesos electorales limpios y transparentes en toda la región, diay.
Volviendo al tema tico, muchos recordaremos aquellos días en que los camiones de basura hacían más ruido que un concierto de salsa. Estos nuevos modelos prometen ser más silenciosos y eficientes, lo cual es una bendición para nuestros oídos… y para la paciencia de los vecinos. Esperemos que cumplan con las expectativas y que no sean otra promesa vacía de políticos hambrientos de protagonismo.
En fin, con la llegada de estos nuevos camiones, existe una pequeña esperanza de que San José pueda respirar un poco más limpio. Pero la verdadera solución pasa por un cambio cultural, por asumir nuestra responsabilidad individual y colectiva en la gestión de los residuos. Así que, les pregunto, ¿creen que esta nueva flota será suficiente para resolver el problema de la basura en San José o necesitamos medidas más drásticas a largo plazo, como incentivar el compostaje comunitario y promover la economía circular?
Según nos cuentan desde la Municipalidad, llegaron ocho camiones recolectores de desechos y un camión especial con gancho para esos contenedores grandes. Cinco de los camiones son de alta capacidad –para esos barrios donde la gente sí sabe aprovechar la vida– y tres son de media capacidad. La inversión total, fíjense, fue de ¡977 millones de colones! Un buen brete, aunque siempre hay quienes cuestionarán si se podría haber hecho mejor, ¿no?
El alcalde Diego Miranda Méndez, con toda la razón del mundo, dijo que esto fortalece las labores de limpieza y recolección. Quién lo niegue es que no vive en San José. A veces, uno ve montones de basura acumulada y piensa: "¡Qué sal!”, pero con estos nuevos camiones, esperamos que eso cambie. Además, la Muni ya está tramitando la compra de otras veinte unidades, diecisiete para recolección y tres para limpieza urbana, así que parece que realmente le están metiendole ganas, maes.
Pero ojo, que esto no significa que nos vamos a ir relajaditos. La realidad es que la generación de residuos sigue creciendo a un ritmo alarmante. Tenemos que empezar a separar la basura en casa, reducir el consumo de plásticos y fomentar el reciclaje. No podemos seguir pidiendo que la Muni haga magia; todos tenemos que poner nuestro grano de arena para mantener la capital decente.
Y hablando de gestión, me pregunto qué tan eficientes van a ser estos nuevos camiones si siguen las mismas rutas caóticas de siempre. ¿Han pensado en optimizar las rutas para evitar atascos y ahorrar combustible? Porque andar dando vueltas en círculo con un camión nuevo también puede ser un despilfarro de recursos, chunches.
Ahora bien, la coyuntura política tampoco ayuda. Mientras tanto, Honduras anda teniendo sus propios problemas electorales. Parece que en Latinoamérica, las elecciones siempre son un dolor de cabeza, entre denuncias de fraude y acusaciones cruzadas. Uno se pregunta si alguna vez tendremos procesos electorales limpios y transparentes en toda la región, diay.
Volviendo al tema tico, muchos recordaremos aquellos días en que los camiones de basura hacían más ruido que un concierto de salsa. Estos nuevos modelos prometen ser más silenciosos y eficientes, lo cual es una bendición para nuestros oídos… y para la paciencia de los vecinos. Esperemos que cumplan con las expectativas y que no sean otra promesa vacía de políticos hambrientos de protagonismo.
En fin, con la llegada de estos nuevos camiones, existe una pequeña esperanza de que San José pueda respirar un poco más limpio. Pero la verdadera solución pasa por un cambio cultural, por asumir nuestra responsabilidad individual y colectiva en la gestión de los residuos. Así que, les pregunto, ¿creen que esta nueva flota será suficiente para resolver el problema de la basura en San José o necesitamos medidas más drásticas a largo plazo, como incentivar el compostaje comunitario y promover la economía circular?