Bueno, maes, ¿se acuerdan de aquel novelón con el reglamento de ciberseguridad para las redes 5G? Diay, parece que por fin le pusieron punto final a uno de los capítulos más tiesos. El jueves, el Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micitt) salió a cantar victoria: el Tribunal de Apelaciones de lo Contencioso Administrativo le dio un manazo en la mesa al sindicato del ICE (el FIT) y mantuvo en firme toda la normativa. En resumen, el intento de los compas del Frente Interno por meter una medida cautelar y congelar todo el asunto, simple y sencillamente, se fue al traste.
Y uno se pregunta, ¿en qué se basaba el FIT para armar semejante despiche? Según los jueces, en puro humo. La resolución del Tribunal fue clarísima: los argumentos del sindicato, que buscaban demostrar un daño grave e irreparable si el reglamento seguía en pie, no tenían el peso suficiente. De hecho, le tiraron una filosa al informe que presentó el sindicato, un estudio hecho a petición de Huawei por el CINPE de la UNA. El Tribunal dijo que ese documento se basaba en “posibilidades” —un montón de “puede que pase” o “podría ser”— en lugar de hechos concretos y contundentes. Para ponerlo en tico, se basaba más en “diay, podría ser que se caiga el techo” que en un estudio que dijera “mae, esa viga está podrida y se cae mañana”.
Pero aquí viene la parte que de verdad da un poco de cólera y que el mismo fallo judicial señala. Mientras todo este circo estaba montado, la jugada del FIT le metió un freno de mano brutal al país. El mismo tribunal reconoció que la medida cautelar interpuesta por el sindicato provocó un “atraso significativo” para el ICE. ¿Se acuerdan de aquella licitación para la red 5G? Pues por culpa de este pleito legal, que duró casi un año, el ICE tuvo que declararla desierta por razones de “interés público”. ¡Un año, maes! Un año completo perdido en un enredo que, al final, quedó en nada. Vaya sal la nuestra, esperando el 5G como si fuera la llegada del aguinaldo en enero.
Al final del día, el Tribunal también les recordó algo de puro sentido común, y que es el corazón de toda esta discusión. La vara con el 5G no es solo tener internet más rápido para ver videos en TikTok sin que se pegue. Estamos hablando de un chunche que va a manejar cantidades absurdas de datos personales y sensibles de todo el país. Los jueces fueron enfáticos en que una tecnología así justifica, y hasta exige, que se implementen “medidas de seguridad adecuadas”. Suspender un reglamento que busca, precisamente, poner orden en un tema tan delicado como la ciberseguridad, hubiera sido una desproporción total, sobre todo cuando el daño que alegaba el sindicato nunca se pudo probar de verdad.
En resumen: el reglamento va porque va. El intento del sindicato por frenarlo no solo falló, sino que, según el propio tribunal, nos metió en un enredo que atrasó todo el brete por un año. Ahora que la vía está (más o menos) libre, la pregunta del millón es otra y se las dejo a ustedes, que son los que saben. ¿Creen que este reglamento es la vara correcta para asegurar el 5G o es solo más burocracia que nos va a seguir atrasando? ¿Se la jugó bien el gobierno o el sindicato tenía un punto, aunque no lo supieran probar? ¡Los leo en los comentarios, maes!
Y uno se pregunta, ¿en qué se basaba el FIT para armar semejante despiche? Según los jueces, en puro humo. La resolución del Tribunal fue clarísima: los argumentos del sindicato, que buscaban demostrar un daño grave e irreparable si el reglamento seguía en pie, no tenían el peso suficiente. De hecho, le tiraron una filosa al informe que presentó el sindicato, un estudio hecho a petición de Huawei por el CINPE de la UNA. El Tribunal dijo que ese documento se basaba en “posibilidades” —un montón de “puede que pase” o “podría ser”— en lugar de hechos concretos y contundentes. Para ponerlo en tico, se basaba más en “diay, podría ser que se caiga el techo” que en un estudio que dijera “mae, esa viga está podrida y se cae mañana”.
Pero aquí viene la parte que de verdad da un poco de cólera y que el mismo fallo judicial señala. Mientras todo este circo estaba montado, la jugada del FIT le metió un freno de mano brutal al país. El mismo tribunal reconoció que la medida cautelar interpuesta por el sindicato provocó un “atraso significativo” para el ICE. ¿Se acuerdan de aquella licitación para la red 5G? Pues por culpa de este pleito legal, que duró casi un año, el ICE tuvo que declararla desierta por razones de “interés público”. ¡Un año, maes! Un año completo perdido en un enredo que, al final, quedó en nada. Vaya sal la nuestra, esperando el 5G como si fuera la llegada del aguinaldo en enero.
Al final del día, el Tribunal también les recordó algo de puro sentido común, y que es el corazón de toda esta discusión. La vara con el 5G no es solo tener internet más rápido para ver videos en TikTok sin que se pegue. Estamos hablando de un chunche que va a manejar cantidades absurdas de datos personales y sensibles de todo el país. Los jueces fueron enfáticos en que una tecnología así justifica, y hasta exige, que se implementen “medidas de seguridad adecuadas”. Suspender un reglamento que busca, precisamente, poner orden en un tema tan delicado como la ciberseguridad, hubiera sido una desproporción total, sobre todo cuando el daño que alegaba el sindicato nunca se pudo probar de verdad.
En resumen: el reglamento va porque va. El intento del sindicato por frenarlo no solo falló, sino que, según el propio tribunal, nos metió en un enredo que atrasó todo el brete por un año. Ahora que la vía está (más o menos) libre, la pregunta del millón es otra y se las dejo a ustedes, que son los que saben. ¿Creen que este reglamento es la vara correcta para asegurar el 5G o es solo más burocracia que nos va a seguir atrasando? ¿Se la jugó bien el gobierno o el sindicato tenía un punto, aunque no lo supieran probar? ¡Los leo en los comentarios, maes!