¡Tremenda vaina, raza! Se acabó la movida para correr la San Silvestre este año. Las inscripciones se fueron volando más rápido que carreta cuesta abajo, dejando a muchos con ganas de hacer ejercicio y recibir el Año Nuevo sudando la gota gorda. La organización confirmó que este año rompieron todos los récords anteriores, así que si no te apuntaste, mejor ponte a caminar la cuadra porque ni para eso llegas.
Como saben, la San Silvestre es una tradición pura acá en Costa Rica, una corrida que une a familias, amigos y hasta rivales para despedir el año corriendo (o caminando, según cómo le vaya). Siempre ha sido un evento popular, pero parece que este año la gente estaba con más ganas que nunca de moverse después de tanto tiempo encerrados con la pandemia. Claramente la chispa de volver a salir y compartir experiencias colectivas motivó a muchísima gente.
La carrera, que tendrá lugar el 31 de diciembre en Pavas, ofrece dos distancias: 5 y 10.4 kilómetros. Ambos recorridos parten y llegan frente a la conocida tienda Runners de Pavas, un punto de encuentro obligado para los amantes del running. Además de la satisfacción de completar la carrera, los participantes recibirán una camiseta técnica, una medalla conmemorativa (que ya quiero ver de qué color va a ser), hidratación y un buen refrigerio para reponer energías después del esfuerzo.
Lo que más llamó la atención, aparte del lleno absoluto, fue la variedad de personas que se inscribieron. Desde atletas experimentados buscando mejorar sus tiempos, hasta familias enteras decididas a pasar un día diferente y saludable, pasando por grupos de amigos buscando una excusa para celebrar juntos. ¡Hasta vi algunos extranjeros que aprovecharon la oportunidad de vivir una tradición costarricense!
“Estamos muy contentos con la respuesta de la gente”, comentó un representante de la organización, visiblemente emocionado. “Demuestra que el deporte sigue vivo en Costa Rica y que la gente valora estas oportunidades para mantenerse activos y conectar con su comunidad”. De hecho, este año hicieron algunas mejoras en la ruta para evitar atascos y asegurar la seguridad de todos los corredores, aunque con tanta gente seguramente habrá que tener paciencia.
Pero bueno, ahora viene la pregunta del millón: ¿qué significa este éxito rotundo? Algunos expertos creen que refleja una mayor conciencia sobre la importancia de la salud física y mental, especialmente después de los desafíos que hemos enfrentado en los últimos años. Otros señalan que podría ser una señal de que los eventos deportivos comunitarios están ganando terreno como alternativa al entretenimiento tradicional. Sea cual sea la razón, lo cierto es que la San Silvestre 2025 ha dejado claro que Costa Rica sabe cómo festejar el Año Nuevo con deportividad y alegría.
Desde mi punto de vista, es una muestra de que todavía hay cosas buenas pasando en nuestro país. En medio de tantas noticias turbias y problemas cotidianos, ver a tanta gente reunida para disfrutar de una carrera es revitalizante. Además, promueve valores como el esfuerzo, la perseverancia y el compañerismo, algo que siempre necesitamos recordar. Digamos que es un respiro de aire fresco y nos recarga las pilas para enfrentar el nuevo año con más optimismo.
Ahora bien, con toda esta emoción y el fervor patriótico, me pregunto: ¿creen ustedes que la organización debería considerar ampliar las categorías de la San Silvestre el próximo año para poder incluir a más personas que quieren participar, o prefieren mantener el formato actual para preservar la esencia del evento? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, estoy ansioso por leerlas!
Como saben, la San Silvestre es una tradición pura acá en Costa Rica, una corrida que une a familias, amigos y hasta rivales para despedir el año corriendo (o caminando, según cómo le vaya). Siempre ha sido un evento popular, pero parece que este año la gente estaba con más ganas que nunca de moverse después de tanto tiempo encerrados con la pandemia. Claramente la chispa de volver a salir y compartir experiencias colectivas motivó a muchísima gente.
La carrera, que tendrá lugar el 31 de diciembre en Pavas, ofrece dos distancias: 5 y 10.4 kilómetros. Ambos recorridos parten y llegan frente a la conocida tienda Runners de Pavas, un punto de encuentro obligado para los amantes del running. Además de la satisfacción de completar la carrera, los participantes recibirán una camiseta técnica, una medalla conmemorativa (que ya quiero ver de qué color va a ser), hidratación y un buen refrigerio para reponer energías después del esfuerzo.
Lo que más llamó la atención, aparte del lleno absoluto, fue la variedad de personas que se inscribieron. Desde atletas experimentados buscando mejorar sus tiempos, hasta familias enteras decididas a pasar un día diferente y saludable, pasando por grupos de amigos buscando una excusa para celebrar juntos. ¡Hasta vi algunos extranjeros que aprovecharon la oportunidad de vivir una tradición costarricense!
“Estamos muy contentos con la respuesta de la gente”, comentó un representante de la organización, visiblemente emocionado. “Demuestra que el deporte sigue vivo en Costa Rica y que la gente valora estas oportunidades para mantenerse activos y conectar con su comunidad”. De hecho, este año hicieron algunas mejoras en la ruta para evitar atascos y asegurar la seguridad de todos los corredores, aunque con tanta gente seguramente habrá que tener paciencia.
Pero bueno, ahora viene la pregunta del millón: ¿qué significa este éxito rotundo? Algunos expertos creen que refleja una mayor conciencia sobre la importancia de la salud física y mental, especialmente después de los desafíos que hemos enfrentado en los últimos años. Otros señalan que podría ser una señal de que los eventos deportivos comunitarios están ganando terreno como alternativa al entretenimiento tradicional. Sea cual sea la razón, lo cierto es que la San Silvestre 2025 ha dejado claro que Costa Rica sabe cómo festejar el Año Nuevo con deportividad y alegría.
Desde mi punto de vista, es una muestra de que todavía hay cosas buenas pasando en nuestro país. En medio de tantas noticias turbias y problemas cotidianos, ver a tanta gente reunida para disfrutar de una carrera es revitalizante. Además, promueve valores como el esfuerzo, la perseverancia y el compañerismo, algo que siempre necesitamos recordar. Digamos que es un respiro de aire fresco y nos recarga las pilas para enfrentar el nuevo año con más optimismo.
Ahora bien, con toda esta emoción y el fervor patriótico, me pregunto: ¿creen ustedes que la organización debería considerar ampliar las categorías de la San Silvestre el próximo año para poder incluir a más personas que quieren participar, o prefieren mantener el formato actual para preservar la esencia del evento? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, estoy ansioso por leerlas!