Maes, paren lo que estén haciendo porque el novelón político de la semana acaba de empezar, y parece que va para largo. Resulta que Juan Carlos Hidalgo, el candidato presidencial de la Unidad, se cansó de andar con paños tibios y le pidió formalmente a la fracción del PUSC que expulsen, así, con todas las letras, al diputado Leslye Bojorges. ¡Qué torta! Esto no es un simple roce o un malentendido por el chat del partido; esto es una declaración de guerra interna en uno de los partidos más tradicionales del país, y todo a plena luz del día.
La vara, como ya muchos se imaginan, viene por el famoso "Caso Richter", ese enredo que tiene a Bojorges en el ojo del huracán. Diay, parece que a Hidalgo se le agotó la paciencia y decidió que ya no puede darse el lujo de tener una figura tan cuestionada manchando la campaña que apenas está calentando motores. Y seamos honestos, tiene lógica. Un candidato que quiera proyectar una imagen de transparencia no puede tener a la par a alguien con una sombra de duda tan grande. El problema es que una movida así, tan drástica, es como detonar una bomba en la sala de su propia casa. Ahora mismo, mientras escribo esto, dicen que los diputados del PUSC están en una "encerrona" con Bojorges, y me imagino que el ambiente debe estar para cortarse con cuchillo.
Analicemos la jugada. Por un lado, Hidalgo está mandando un mensaje claro: "en mi equipo no quiero a nadie que huela a problema". Es una estrategia de "cortar por lo sano" para evitar que el escándalo crezca y se lo termine comiendo vivo en la carrera presidencial. Pero por otro, está fracturando su propia bancada en la Asamblea. Sacar a un diputado no es como echar a alguien de un equipo de fútbol; es crear un enemigo que va a seguir teniendo curul, micrófono y poder para complicarles el brete legislativo por los próximos años. Si Bojorges se declara independiente, el PUSC pierde un voto clave y gana un opositor que conoce todos sus secretos. ¡Qué sal!
Lo que me parece más interesante es el *timing*. ¿Por qué ahora? ¿Será que Hidalgo tiene información nueva que nosotros no conocemos sobre el caso? ¿O simplemente es cálculo político puro y duro? Sacrificar a una pieza, aunque sea a un costo alto, para proteger al rey. Toda esta vara demuestra, una vez más, que la lealtad en la política tica es más frágil que una galleta Soda en un aguacero. El plan de tener una fracción unida y enfocada en la campaña presidencial parece que acaba de irse al traste de la forma más espectacular posible. Esto va a dejar heridas que no sanan fácil.
En fin, se puso bueno el circo. Esto apenas comienza y ya tenemos drama, traición y decisiones a todo o nada. El resultado de esa encerrona va a definir no solo el futuro de Leslye Bojorges, sino también el liderazgo de Juan Carlos Hidalgo y la estabilidad (o lo que queda de ella) en la fracción socialcristiana. Pero bueno, les tiro la bola a ustedes: ¿Creen que Hidalgo hace bien en cortar por lo sano de una vez, aunque arme este despiche interno? ¿O es un error político que le puede salir caro y más bien muestra una Unidad más desunida que nunca? ¡Los leo!
La vara, como ya muchos se imaginan, viene por el famoso "Caso Richter", ese enredo que tiene a Bojorges en el ojo del huracán. Diay, parece que a Hidalgo se le agotó la paciencia y decidió que ya no puede darse el lujo de tener una figura tan cuestionada manchando la campaña que apenas está calentando motores. Y seamos honestos, tiene lógica. Un candidato que quiera proyectar una imagen de transparencia no puede tener a la par a alguien con una sombra de duda tan grande. El problema es que una movida así, tan drástica, es como detonar una bomba en la sala de su propia casa. Ahora mismo, mientras escribo esto, dicen que los diputados del PUSC están en una "encerrona" con Bojorges, y me imagino que el ambiente debe estar para cortarse con cuchillo.
Analicemos la jugada. Por un lado, Hidalgo está mandando un mensaje claro: "en mi equipo no quiero a nadie que huela a problema". Es una estrategia de "cortar por lo sano" para evitar que el escándalo crezca y se lo termine comiendo vivo en la carrera presidencial. Pero por otro, está fracturando su propia bancada en la Asamblea. Sacar a un diputado no es como echar a alguien de un equipo de fútbol; es crear un enemigo que va a seguir teniendo curul, micrófono y poder para complicarles el brete legislativo por los próximos años. Si Bojorges se declara independiente, el PUSC pierde un voto clave y gana un opositor que conoce todos sus secretos. ¡Qué sal!
Lo que me parece más interesante es el *timing*. ¿Por qué ahora? ¿Será que Hidalgo tiene información nueva que nosotros no conocemos sobre el caso? ¿O simplemente es cálculo político puro y duro? Sacrificar a una pieza, aunque sea a un costo alto, para proteger al rey. Toda esta vara demuestra, una vez más, que la lealtad en la política tica es más frágil que una galleta Soda en un aguacero. El plan de tener una fracción unida y enfocada en la campaña presidencial parece que acaba de irse al traste de la forma más espectacular posible. Esto va a dejar heridas que no sanan fácil.
En fin, se puso bueno el circo. Esto apenas comienza y ya tenemos drama, traición y decisiones a todo o nada. El resultado de esa encerrona va a definir no solo el futuro de Leslye Bojorges, sino también el liderazgo de Juan Carlos Hidalgo y la estabilidad (o lo que queda de ella) en la fracción socialcristiana. Pero bueno, les tiro la bola a ustedes: ¿Creen que Hidalgo hace bien en cortar por lo sano de una vez, aunque arme este despiche interno? ¿O es un error político que le puede salir caro y más bien muestra una Unidad más desunida que nunca? ¡Los leo!
