¡Ay, Dios mío, qué movida! Resulta que la Policía de Control de Drogas (PCD) ha hecho limpieza en Cartago, desmantelando tres bandas dedicadas a vender droga justo en zonas clave, ¡cerca de la mismísima Basílica! Parece que alguien se puso creativo pensando que ahí nadie iba a notar nada, ¡pero bueno, le salió rana!
Según fuentes oficiales, la operación, bautizada como “Azul”, implicó once allanamientos en diferentes puntos de la provincia, desde Oreamuno hasta Tobosi. Lo que preocupa es que estas bandas ya llevan tiempo operando, acumulando varios meses, si no años, vendiendo sus productos ilícitos a plena vista. ¡Imagínate el ambiente, mae, entre peregrinos y turistas!
Stephen Madden, el jefe de la PCD, no se anduvo con rodeos: “Queríamos retomar el control de la zona,” declaró. “Nos preocupaba mucho tener esos puntos de venta tan cerca de la Basílica, porque es un lugar muy visitado por gente de todo el país.” Claramente, esto les estaba picando el alma a los polis, y ahora, ¡le dieron con todo!
Lo curioso es que dentro de estas redes hay papá e hijo, ambos con los apellidos Carrasco, aparentemente comandando una de las células. Las autoridades aún buscan a uno de ellos, el tal “Epy”, quien está campante, huyendo de la justicia. Esperemos que pronto lo agarren, porque con tanto movimiento, seguro anda bien escondido.
Y ni hablar de la mercancía que encontraron. Hablamos de 444 gramos de cocaína, 1.246 dosis de crack, 50 gramos de metanfetamina e incluso dos pastillitas de éxtasis. Además, decomisaron una buenada de plata, unos ¢1.4 millones, junto con tres armas de fuego, tres cargadores y 474 balas. ¡Parece que estos señores estaban preparados para defender su negocio, diay!
Además de los elementos bélicos, hallaron un chaleco antibalas, equipos de comunicación y unas romanas, lo que indica que eran organizadores con cierto nivel de recursos y preparación. La PCD aclara que estas estructuras son consideradas medianas, pero que forman parte de una investigación mayor, donde podrían estar involucradas otras organizaciones más grandes. ¡Esto pinta interesante, eh?
Pero no todo es malo, pues gracias a esta intervención, esperamos que se calme un poco la situación en Cartago. Se habían reportado incidentes violentos, inclusive balaceras, producto de la competencia entre las distintas bandas. Este tipo de acciones son cruciales para proteger a la población y devolverle la tranquilidad a nuestros barrios. La verdad, ¡nos alegra ver que la policía está echándole ganas!
Ahora, dime tú, ¿crees que con estas detenciones será suficiente para erradicar el problema de la venta de drogas en zonas turísticas como la Basílica de Cartago, o es solo cuestión de tiempo para que aparezcan otros grupos listos para tomar el lugar de estos? ¡Déjanos tus comentarios y opiniones en el foro!
Según fuentes oficiales, la operación, bautizada como “Azul”, implicó once allanamientos en diferentes puntos de la provincia, desde Oreamuno hasta Tobosi. Lo que preocupa es que estas bandas ya llevan tiempo operando, acumulando varios meses, si no años, vendiendo sus productos ilícitos a plena vista. ¡Imagínate el ambiente, mae, entre peregrinos y turistas!
Stephen Madden, el jefe de la PCD, no se anduvo con rodeos: “Queríamos retomar el control de la zona,” declaró. “Nos preocupaba mucho tener esos puntos de venta tan cerca de la Basílica, porque es un lugar muy visitado por gente de todo el país.” Claramente, esto les estaba picando el alma a los polis, y ahora, ¡le dieron con todo!
Lo curioso es que dentro de estas redes hay papá e hijo, ambos con los apellidos Carrasco, aparentemente comandando una de las células. Las autoridades aún buscan a uno de ellos, el tal “Epy”, quien está campante, huyendo de la justicia. Esperemos que pronto lo agarren, porque con tanto movimiento, seguro anda bien escondido.
Y ni hablar de la mercancía que encontraron. Hablamos de 444 gramos de cocaína, 1.246 dosis de crack, 50 gramos de metanfetamina e incluso dos pastillitas de éxtasis. Además, decomisaron una buenada de plata, unos ¢1.4 millones, junto con tres armas de fuego, tres cargadores y 474 balas. ¡Parece que estos señores estaban preparados para defender su negocio, diay!
Además de los elementos bélicos, hallaron un chaleco antibalas, equipos de comunicación y unas romanas, lo que indica que eran organizadores con cierto nivel de recursos y preparación. La PCD aclara que estas estructuras son consideradas medianas, pero que forman parte de una investigación mayor, donde podrían estar involucradas otras organizaciones más grandes. ¡Esto pinta interesante, eh?
Pero no todo es malo, pues gracias a esta intervención, esperamos que se calme un poco la situación en Cartago. Se habían reportado incidentes violentos, inclusive balaceras, producto de la competencia entre las distintas bandas. Este tipo de acciones son cruciales para proteger a la población y devolverle la tranquilidad a nuestros barrios. La verdad, ¡nos alegra ver que la policía está echándole ganas!
Ahora, dime tú, ¿crees que con estas detenciones será suficiente para erradicar el problema de la venta de drogas en zonas turísticas como la Basílica de Cartago, o es solo cuestión de tiempo para que aparezcan otros grupos listos para tomar el lugar de estos? ¡Déjanos tus comentarios y opiniones en el foro!
