¡Ay, Dios mío! La cosa se puso candela en el balompié nacional. Resulta que Jafet Soto, el profe del Herediano, no se quedó calladito con los comentarios del gerente de Liberia, Hancer Zúñiga, y ahora quiere meterle mano por la vía legal. Dicen que esto viene de atrás, de roces viejos y de unas declaraciones que hirieron el orgullo del profe.
La gota que derramó el vaso fueron unas entrevistas donde Zúñiga soltó que Soto manejaba los hilos de la federación, que influenciaba al Comité de Competición y que hasta los fallos se hacían a su antojo. Imagínate la bronca, ¡el señor se sintió mancillado! Según el gerente pampero, si el reclamo de Liberia contra Saprissa lo hubiese presentado otro equipo, la historia sería distinta. Qué atrevimiento, ¿eh?
Soto, quien anda más rápido que catarina con frío, salió a responder en una conferencia de prensa después del partido contra Liberia. Visiblemente molesto, le tiró toda la responsabilidad a Zúñiga y anunció que lo demandaría. "Él va a tener que ir al tribunal. Voy a sentar un precedente. Tiene que probar que todo lo que dijo es cierto", declaró, sin andarse por rodeos. ¡Esto promete, muchachos!
Y no solo eso, el profe Soto dejó caer que no recibió ninguna disculpa por parte del gerente liberiano. Para él, el silencio es la confirmación de que Zúñiga actuó con intenciones de desprestigiarlo y al mismo tiempo, al Herediano. "No hubo disculpas para mi persona y voy a actuar legalmente. No me voy a desgastar con este niño", añadió, dejando claro que no piensa ceder ni un palmo.
Pero la cosa no termina ahí, porque el propio Soto aprovechó la coyuntura para anunciar que los jugadores cedidos a Liberia regresarán al Herediano tan pronto termine el campeonato. Esto deja a Liberia en una situación delicada, pues ya estaban lidiando con las consecuencias del fallo de la Unafut. ¡Aguante ahí, Liberia, que parece que tienen bastante que resolver!
Analistas deportivos comentan que este conflicto podría marcar un punto de inflexión en el fútbol costarricense. Se habla de un precedente importante, de la necesidad de respetar los espacios y de evitar ataques personales que puedan afectar la integridad del deporte rey. Algunos incluso aseguran que este roce podría escalar aún más, arrastrando a otros actores del balompié nacional. ¡La pelota ya está botando y no sabemos a dónde nos va a llevar!
Ahora bien, vamos por los detalles técnicos. Legalmente hablando, Soto podría buscar daños morales y perjuicios económicos por las declaraciones de Zúñiga. El monto de la demanda podría alcanzar cifras considerables, dependiendo de las pruebas presentadas y de la valoración de un juez. En el ámbito deportivo, el futuro de los jugadores cedidos a Liberia es incierto, mientras que el ambiente en el seno del equipo pampero sigue tenso y cargado de incertidumbre. Esta vara, sin duda alguna, nos dará mucho de qué hablar en los próximos días.
Con todo este drama, queda una pregunta colgando en el aire: ¿Cree usted que Jafet Soto está justificadamente defendiendo su honor o simplemente está buscando sacar rédito político de esta situación? Voten en nuestro foro y compartan sus opiniones. ¡Vamos a ver qué opina la gente!
La gota que derramó el vaso fueron unas entrevistas donde Zúñiga soltó que Soto manejaba los hilos de la federación, que influenciaba al Comité de Competición y que hasta los fallos se hacían a su antojo. Imagínate la bronca, ¡el señor se sintió mancillado! Según el gerente pampero, si el reclamo de Liberia contra Saprissa lo hubiese presentado otro equipo, la historia sería distinta. Qué atrevimiento, ¿eh?
Soto, quien anda más rápido que catarina con frío, salió a responder en una conferencia de prensa después del partido contra Liberia. Visiblemente molesto, le tiró toda la responsabilidad a Zúñiga y anunció que lo demandaría. "Él va a tener que ir al tribunal. Voy a sentar un precedente. Tiene que probar que todo lo que dijo es cierto", declaró, sin andarse por rodeos. ¡Esto promete, muchachos!
Y no solo eso, el profe Soto dejó caer que no recibió ninguna disculpa por parte del gerente liberiano. Para él, el silencio es la confirmación de que Zúñiga actuó con intenciones de desprestigiarlo y al mismo tiempo, al Herediano. "No hubo disculpas para mi persona y voy a actuar legalmente. No me voy a desgastar con este niño", añadió, dejando claro que no piensa ceder ni un palmo.
Pero la cosa no termina ahí, porque el propio Soto aprovechó la coyuntura para anunciar que los jugadores cedidos a Liberia regresarán al Herediano tan pronto termine el campeonato. Esto deja a Liberia en una situación delicada, pues ya estaban lidiando con las consecuencias del fallo de la Unafut. ¡Aguante ahí, Liberia, que parece que tienen bastante que resolver!
Analistas deportivos comentan que este conflicto podría marcar un punto de inflexión en el fútbol costarricense. Se habla de un precedente importante, de la necesidad de respetar los espacios y de evitar ataques personales que puedan afectar la integridad del deporte rey. Algunos incluso aseguran que este roce podría escalar aún más, arrastrando a otros actores del balompié nacional. ¡La pelota ya está botando y no sabemos a dónde nos va a llevar!
Ahora bien, vamos por los detalles técnicos. Legalmente hablando, Soto podría buscar daños morales y perjuicios económicos por las declaraciones de Zúñiga. El monto de la demanda podría alcanzar cifras considerables, dependiendo de las pruebas presentadas y de la valoración de un juez. En el ámbito deportivo, el futuro de los jugadores cedidos a Liberia es incierto, mientras que el ambiente en el seno del equipo pampero sigue tenso y cargado de incertidumbre. Esta vara, sin duda alguna, nos dará mucho de qué hablar en los próximos días.
Con todo este drama, queda una pregunta colgando en el aire: ¿Cree usted que Jafet Soto está justificadamente defendiendo su honor o simplemente está buscando sacar rédito político de esta situación? Voten en nuestro foro y compartan sus opiniones. ¡Vamos a ver qué opina la gente!
