¡Ay, Dios mío, qué pinchazo! La capital religiosa del país, Cartago, vuelve a tener baches en el camino. Resulta que Jeffrey Francisco Carrasco Redondo, alias ‘Epy’, figura clave en una estructura criminal dedicada a la venta de drogas en pleno corazón de Cartago, incluyendo las inmediaciones de la venerada Basílica de Los Ángeles, se mandó a rastrear. Las autoridades lo andan buscando como perro rabioso, y esto ha levantado más que polvo en el canton.
Según las investigaciones de la Policía de Control de Drogas (PCD), 'Epy' y su hijo, Ariel Fabricio Carrasco Amador, eran los cabecillas de una red que tenía controlado el tráfico de droga en sectores estratégicos de la ciudad, desde el mercado central hasta las puertas de la Basílica, pasando por Llanos de Santa Lucía y Tejar. Una verdadera maraña, mae, con ramificaciones en varios puntos claves. Imagínate la movida, vendiendo sustancias ilícitas a unos pasos de donde miles de fieles acuden a pedir milagros.
Stephen Madden, director de la PCD, fue quien soltó la bomba en conferencia de prensa, explicando que la captura de ‘Epy’ y su hijo forma parte de la llamada ‘Operación Azul’, que ya ha resultado en la intervención de varias bandas dedicadas al narcotráfico. “Esta agrupación liderada por alias Epy tiene control prácticamente en todo el centro de Cartago, en los alrededores del Mercado Central y en las cercanías de la Basílica de Cartago, además de Llanos de Santa Lucía, Tejar y otros sitios importantes”, enfatizó Madden, dejando claro que la situación era grave y requería atención inmediata. Realmente, tremendo brete para las autoridades y para la tranquilidad de la gente.
Lo curioso es que, mientras sus lugartenientes caían presos, ‘Epy’ logró escabullirse. Madden contó que hubo movimientos sospechosos durante la noche, un carro salió disparado hacia el centro de Cartago, burlando a la Fuerza Pública. Parece que el tipo tiene contactos o simplemente se le ocurrió un plan maquiavélico para desaparecer. No hay duda de que esto complica aún más la investigación y aumenta la presión sobre la policía para capturarlo cuanto antes.
Pero eso no es todo, chunches. Durante los allanamientos, la PCD encontró armas de fuego relacionadas con la banda y, encima, descubrieron otra investigación paralela que podría estar ligada a la fuga de ‘Epy’. ¡Imagínate! Un arsenal y pistas que apuntan a una posible conspiración para ayudarlo a desaparecer. Esto pinta para una novela llena de giros inesperados.
Entre la evidencia decomisada, la PCD mostró fotos impactantes de cocaína, marihuana, crack, armas y municiones. Destruyeron varios ‘búnkeres’ ubicados cerca de la Basílica, porque representaban un peligro para los visitantes. De verdad, qué manera de poner en riesgo la seguridad de las personas que van a venerar a la Virgen. Qué pena, diay, que estos malos siempre tienen que meterse donde no les llaman la atención.
Ahora, la PCD tiene en la mira a unas doce personas más que presuntamente estarían involucradas en la banda de ‘Epy’ y otras organizaciones criminales desmanteladas. Se activó un operativo a gran escala para capturarlos, coordinando esfuerzos entre diferentes unidades policiales. Esperemos que pronto tengan noticias frescas sobre el paradero de ‘Epy’ y de todos los cómplices.
Ante toda esta situación, te pregunto, parce: ¿Crees que la presencia de estas bandas criminales tan cerca de lugares religiosos como la Basílica pone en entredicho la seguridad de nuestros templos sagrados y cómo podemos fortalecer la protección de estos espacios?
Según las investigaciones de la Policía de Control de Drogas (PCD), 'Epy' y su hijo, Ariel Fabricio Carrasco Amador, eran los cabecillas de una red que tenía controlado el tráfico de droga en sectores estratégicos de la ciudad, desde el mercado central hasta las puertas de la Basílica, pasando por Llanos de Santa Lucía y Tejar. Una verdadera maraña, mae, con ramificaciones en varios puntos claves. Imagínate la movida, vendiendo sustancias ilícitas a unos pasos de donde miles de fieles acuden a pedir milagros.
Stephen Madden, director de la PCD, fue quien soltó la bomba en conferencia de prensa, explicando que la captura de ‘Epy’ y su hijo forma parte de la llamada ‘Operación Azul’, que ya ha resultado en la intervención de varias bandas dedicadas al narcotráfico. “Esta agrupación liderada por alias Epy tiene control prácticamente en todo el centro de Cartago, en los alrededores del Mercado Central y en las cercanías de la Basílica de Cartago, además de Llanos de Santa Lucía, Tejar y otros sitios importantes”, enfatizó Madden, dejando claro que la situación era grave y requería atención inmediata. Realmente, tremendo brete para las autoridades y para la tranquilidad de la gente.
Lo curioso es que, mientras sus lugartenientes caían presos, ‘Epy’ logró escabullirse. Madden contó que hubo movimientos sospechosos durante la noche, un carro salió disparado hacia el centro de Cartago, burlando a la Fuerza Pública. Parece que el tipo tiene contactos o simplemente se le ocurrió un plan maquiavélico para desaparecer. No hay duda de que esto complica aún más la investigación y aumenta la presión sobre la policía para capturarlo cuanto antes.
Pero eso no es todo, chunches. Durante los allanamientos, la PCD encontró armas de fuego relacionadas con la banda y, encima, descubrieron otra investigación paralela que podría estar ligada a la fuga de ‘Epy’. ¡Imagínate! Un arsenal y pistas que apuntan a una posible conspiración para ayudarlo a desaparecer. Esto pinta para una novela llena de giros inesperados.
Entre la evidencia decomisada, la PCD mostró fotos impactantes de cocaína, marihuana, crack, armas y municiones. Destruyeron varios ‘búnkeres’ ubicados cerca de la Basílica, porque representaban un peligro para los visitantes. De verdad, qué manera de poner en riesgo la seguridad de las personas que van a venerar a la Virgen. Qué pena, diay, que estos malos siempre tienen que meterse donde no les llaman la atención.
Ahora, la PCD tiene en la mira a unas doce personas más que presuntamente estarían involucradas en la banda de ‘Epy’ y otras organizaciones criminales desmanteladas. Se activó un operativo a gran escala para capturarlos, coordinando esfuerzos entre diferentes unidades policiales. Esperemos que pronto tengan noticias frescas sobre el paradero de ‘Epy’ y de todos los cómplices.
Ante toda esta situación, te pregunto, parce: ¿Crees que la presencia de estas bandas criminales tan cerca de lugares religiosos como la Basílica pone en entredicho la seguridad de nuestros templos sagrados y cómo podemos fortalecer la protección de estos espacios?