¡Ay, mae! Pues sí, así nos agarró este viernes. Se rifaron los Chances y la bola no quiso salir para nadie. Un montón de gente tenía esperanzas de hacerse de unos billetes verdes jugosos, pero parece que la fortuna andaba de espaldas esta noche. Con el acumulado ya rozando los quinientos palos, la emoción está a flor de piel para el próximo sorteo – ¡y qué envidias!
Como siempre, el sorteo de los Chances sigue siendo un clásico tico. Desde tiempos de nuestros abuelos, la gente se engancha con la idea de cambiar la vida de la noche a la mañana. Este viernes no fue la excepción; las filas en las binguerías estaban repletas y las redes sociales explotaban con mensajes de buena suerte y memes ingeniosos. Era palpable la ilusión, aunque al final, la bolita mandó a dormir a las aspiraciones de muchos.
El sorteo #6.979 dejó algunas alegrías menores, claro. Alguien se llevó el primer premio de 120 millones con el número 72 y la serie 913, otro 37 millones con el 41 y la serie 402, y alguien más consiguió 9 millones con el 25 y la serie 268. También hubo duplicador por 15 mil colones, pues nada mal, pero… ¡a ver, quién se queda con eso cuando hay medio billón en juego!
Pero vamos, la verdadera historia de la noche es el acumulado. Que ni se diga, ¡se le fue creciendo! Ya va camino a los 470 millones de colones. Imagínate, mae, con esa plata te compras varias casitas en Escazú, das vuelta al mundo, y hasta le inviertes al país. Esto sí que motiva a seguir jugando, ¿verdad?
Algunos analistas dicen que este fenómeno del acumulado gigante se debe a que la gente está más apretada económicamente y busca una salida rápida. Otros argumentan que simplemente es la magia de los Chances, un juego que ha formado parte de nuestra cultura por décadas. Sea cual sea la razón, lo cierto es que la gente sigue apostando y soñando con esa oportunidad de cambiar el destino.
En otros temas, la polémica alrededor de Doña Ligia Faerron sigue dando de qué hablar. Parece que el OIJ la anda buscando por todos lados, entre acusaciones de estar escondida por sus problemas legales y financieros. ¡Una vara bien pesada la que lleva encima!, aunque la familia emitió un comunicado tratando de calmar las aguas, pero ahí está, dando tela para cortar.
Y hablando de cosas que dan que pensar, el caso de aquel jovencito chavista que se hizo pasar por funcionario del TSE para dar su charlota política en un colegio de Montes de Oca también está generando controversia. ¡Qué manera de meterse en broncas!, algunos se preguntan cómo pudo llegar tan lejos sin que nadie lo descubriera. Claramente, ahí alguien se jaló una torta grande con esa movida.
Con todo esto, ¿usted cree que deberíamos regular un poco más la publicidad de los Chances, considerando la situación económica del país y la posibilidad de que la gente gaste sus últimos pesos en la esperanza de ganar la lotería? O ¿debería cada quien decidir libremente si jugar o no, pues es nuestro derecho a soñar, diay?
Como siempre, el sorteo de los Chances sigue siendo un clásico tico. Desde tiempos de nuestros abuelos, la gente se engancha con la idea de cambiar la vida de la noche a la mañana. Este viernes no fue la excepción; las filas en las binguerías estaban repletas y las redes sociales explotaban con mensajes de buena suerte y memes ingeniosos. Era palpable la ilusión, aunque al final, la bolita mandó a dormir a las aspiraciones de muchos.
El sorteo #6.979 dejó algunas alegrías menores, claro. Alguien se llevó el primer premio de 120 millones con el número 72 y la serie 913, otro 37 millones con el 41 y la serie 402, y alguien más consiguió 9 millones con el 25 y la serie 268. También hubo duplicador por 15 mil colones, pues nada mal, pero… ¡a ver, quién se queda con eso cuando hay medio billón en juego!
Pero vamos, la verdadera historia de la noche es el acumulado. Que ni se diga, ¡se le fue creciendo! Ya va camino a los 470 millones de colones. Imagínate, mae, con esa plata te compras varias casitas en Escazú, das vuelta al mundo, y hasta le inviertes al país. Esto sí que motiva a seguir jugando, ¿verdad?
Algunos analistas dicen que este fenómeno del acumulado gigante se debe a que la gente está más apretada económicamente y busca una salida rápida. Otros argumentan que simplemente es la magia de los Chances, un juego que ha formado parte de nuestra cultura por décadas. Sea cual sea la razón, lo cierto es que la gente sigue apostando y soñando con esa oportunidad de cambiar el destino.
En otros temas, la polémica alrededor de Doña Ligia Faerron sigue dando de qué hablar. Parece que el OIJ la anda buscando por todos lados, entre acusaciones de estar escondida por sus problemas legales y financieros. ¡Una vara bien pesada la que lleva encima!, aunque la familia emitió un comunicado tratando de calmar las aguas, pero ahí está, dando tela para cortar.
Y hablando de cosas que dan que pensar, el caso de aquel jovencito chavista que se hizo pasar por funcionario del TSE para dar su charlota política en un colegio de Montes de Oca también está generando controversia. ¡Qué manera de meterse en broncas!, algunos se preguntan cómo pudo llegar tan lejos sin que nadie lo descubriera. Claramente, ahí alguien se jaló una torta grande con esa movida.
Con todo esto, ¿usted cree que deberíamos regular un poco más la publicidad de los Chances, considerando la situación económica del país y la posibilidad de que la gente gaste sus últimos pesos en la esperanza de ganar la lotería? O ¿debería cada quien decidir libremente si jugar o no, pues es nuestro derecho a soñar, diay?
