¡Ay, Dios mío, qué situación estamos viviendo en el Hospital Nacional de Niños! Parece que el virus decidió hacerle una visita navideña adelantada a nuestros peques, y las cosas no andan mermas. Según nos cuentan, la emergencia está que arde y la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) ya no da ni pa' chorizo. ¡Esto sí que es una carga!
Las autoridades del hospital confirmaron que tienen un 94% de ocupación en la UCI, lo cual significa que casi todos los cupos están llenos. Imagínate la presión que eso genera para los médicos y enfermeras, que andan trabajando a marchas forzadas tratando de atender a todos. En total, hay 91 nenes hospitalizados por problemas respiratorios, y 19 de ellos están conectados a máquinas que les ayudan a respirar. ¡Qué pesar verlos así!
La doctora Lydiana Ávila, jefa del departamento de medicina, nos explicó que desde la semana pasada han visto cómo la situación se ha complicado. Antes eran resfriadillos comunes, pero ahora los niños llegan con cuadros mucho más graves. “Hemos observado un incremento en la gravedad de los niños”, comentó la doctora Ávila, quien también nos informó que hay 15 pacientes respiratorios en la emergencia, y nueve necesitan ventilación asistida. ¡Un dato bien preocupante!
Y parece que los culpables principales de este batiburrillo son varios virus: el sincitial respiratorio (VSR), el rinovirus y la influenza A, todos capaces de causar bronquiolitis y neumonía en los más chiquitos. Además, también están circulando otros bichos molestos como el metapneumovirus, el adenovirus y la parainfluenza. Hasta hasta han vuelto a asomar la nariz los restos del SARS-CoV-2, aunque ya en niveles más bajos.
Lo peor de todo es que durante el fin de semana pasado llegaron 10 niños en condición crítica desde otras partes del país: Cartago, Turrialba, Heredia, Nicoya y Guápiles. Estos municipios no tienen la capacidad de atender estos casos tan graves, así que tuvieron que enviarlos directamente al Hospital Nacional de Niños. ¡Una cadena de ayuda entre provincias, diay!
Ahora, si usted piensa que esto es cuento chino, permítame decirle que no. El director del HNN, el doctor Carlos Jiménez, advirtió que debemos extremar las precauciones para evitar contagios, especialmente en los niños más pequeños. Dice que hay que evitar llevar a los bebés a lugares muy concurridos, porque ahí van a respirar aires cargados de gérmenes. También recomienda lavar las manos con frecuencia, completar los esquemas de vacunación y cubrirse la boca al toser o estornudar. ¡Medidas básicas, pero que pueden salvar vidas!
Además, la CCSS (Caja Costarricense de Seguro Social) pide a la población evitar que las personas enfermas visiten hogares con niños, usar mascarillas en lugares públicos y, sobre todo, cuidarnos unos a otros. “Estas son medidas que podemos utilizar como población y que evitarían la carga de enfermedad. Cuidémonos todos para evitar que nuestros niños y nuestros adultos mayores se enfermen de forma grave”, enfatizó el doctor Jiménez. ¡Así es que agarremos el rol y pongámonos las pilas!
Con toda esta situación, me pregunto: ¿Ustedes creen que estamos preparados como sociedad para enfrentar olas de virus como esta, o necesitamos mejorar nuestra prevención y atención médica, especialmente en zonas rurales donde el acceso a la salud es más limitado? ¡Vamos a debatirlo en los comentarios!
Las autoridades del hospital confirmaron que tienen un 94% de ocupación en la UCI, lo cual significa que casi todos los cupos están llenos. Imagínate la presión que eso genera para los médicos y enfermeras, que andan trabajando a marchas forzadas tratando de atender a todos. En total, hay 91 nenes hospitalizados por problemas respiratorios, y 19 de ellos están conectados a máquinas que les ayudan a respirar. ¡Qué pesar verlos así!
La doctora Lydiana Ávila, jefa del departamento de medicina, nos explicó que desde la semana pasada han visto cómo la situación se ha complicado. Antes eran resfriadillos comunes, pero ahora los niños llegan con cuadros mucho más graves. “Hemos observado un incremento en la gravedad de los niños”, comentó la doctora Ávila, quien también nos informó que hay 15 pacientes respiratorios en la emergencia, y nueve necesitan ventilación asistida. ¡Un dato bien preocupante!
Y parece que los culpables principales de este batiburrillo son varios virus: el sincitial respiratorio (VSR), el rinovirus y la influenza A, todos capaces de causar bronquiolitis y neumonía en los más chiquitos. Además, también están circulando otros bichos molestos como el metapneumovirus, el adenovirus y la parainfluenza. Hasta hasta han vuelto a asomar la nariz los restos del SARS-CoV-2, aunque ya en niveles más bajos.
Lo peor de todo es que durante el fin de semana pasado llegaron 10 niños en condición crítica desde otras partes del país: Cartago, Turrialba, Heredia, Nicoya y Guápiles. Estos municipios no tienen la capacidad de atender estos casos tan graves, así que tuvieron que enviarlos directamente al Hospital Nacional de Niños. ¡Una cadena de ayuda entre provincias, diay!
Ahora, si usted piensa que esto es cuento chino, permítame decirle que no. El director del HNN, el doctor Carlos Jiménez, advirtió que debemos extremar las precauciones para evitar contagios, especialmente en los niños más pequeños. Dice que hay que evitar llevar a los bebés a lugares muy concurridos, porque ahí van a respirar aires cargados de gérmenes. También recomienda lavar las manos con frecuencia, completar los esquemas de vacunación y cubrirse la boca al toser o estornudar. ¡Medidas básicas, pero que pueden salvar vidas!
Además, la CCSS (Caja Costarricense de Seguro Social) pide a la población evitar que las personas enfermas visiten hogares con niños, usar mascarillas en lugares públicos y, sobre todo, cuidarnos unos a otros. “Estas son medidas que podemos utilizar como población y que evitarían la carga de enfermedad. Cuidémonos todos para evitar que nuestros niños y nuestros adultos mayores se enfermen de forma grave”, enfatizó el doctor Jiménez. ¡Así es que agarremos el rol y pongámonos las pilas!
Con toda esta situación, me pregunto: ¿Ustedes creen que estamos preparados como sociedad para enfrentar olas de virus como esta, o necesitamos mejorar nuestra prevención y atención médica, especialmente en zonas rurales donde el acceso a la salud es más limitado? ¡Vamos a debatirlo en los comentarios!
