¡Tremenda bronca, pura vida! Resulta que agarraron a dos sospechosos, un tico llamado “Beto” Morales y un colombiano, Juan Cuesta, acusados de meterle ganas al negocio del narcotráfico. Parece que le estaban echando humo a la olla a gringos con metanfetamina, ¡qué pena ajena!
La Fiscalía y el DEA se pusieron las pilas y pidieron la captura de estos dos señores. Según la investigación, la banda estaría operando desde San José y se dedicaba a mandar droga rumbo a Estados Unidos. Dicen que el caso viene rodando desde abril pasado, cuando las autoridades recibieron la punta del iceberg sobre esta maraña de delitos.
Morales, alias “Beto”, al parecer era el líder del bando, el que daba las órdenes y negociaba los negocios turbios. Él se encargaba de ver cómo mover la mercancía por acá y coordinar los envíos pa’ fuera. Mientras tanto, Cuesta, el colombiano, estaba a cargo de repartir la droga y recoger la lana, ¡el clásico apoyo logístico!
Lo curioso es que en medio de la investigación, los detectives encontraron pruebas sólidas. Al parecer, hace unos meses, Morales y Cuesta vendieron un kilo de metanfetamina a un policía infiltrado por unos $3,800. ¡Imagínate la movida! Después intentaron hacer otra venta, pero la pólvora ya estaba mojada y terminaron cayendo en manos de la ley. Luego, los vieron trasladando varios paquetes a un carro, ¡y ahí se les acabó la película!
En ese operativo, decomisaron 47 paquetes de metanfetamina, cada uno con un kilo de la sustancia ilícita. ¡Una barbaridad! Ahora, ambos están tras las rejas esperando que se resuelva el proceso legal aquí y que Estados Unidos pida formalmente su extradición. Ahí se van al congelador, ¡qué sal!
Este caso nos demuestra que la lucha contra el narcotráfico sigue siendo una batalla constante. Pura pelea, porque los peces gordos siempre andan buscando formas de evadir la justicia. Pero bueno, parece que esta vez sí le dieron cerquita, con la colaboración entre nuestras autoridades y el DEA. Eso sí da un poquito de esperanza, diay.
Muchos se preguntan qué tan grande podría ser esta organización y si hay más gente involucrada. Aparentemente, solo han identificado a Morales y Cuesta hasta ahora, pero no se descartan nuevas líneas de investigación. También preocupa saber cómo llegaron a tener tanta capacidad operativa aquí en Costa Rica, ¡una vara bien complicada!
Y hablando en serio, ¿creen ustedes que deberíamos endurecer aún más las penas para los traficantes de drogas, o enfocarnos más en combatir las causas sociales que llevan a la gente a involucrarse en este tipo de actividades ilegales? ¿Cuál sería el camino correcto para frenar esta plaga que afecta a nuestro país?
La Fiscalía y el DEA se pusieron las pilas y pidieron la captura de estos dos señores. Según la investigación, la banda estaría operando desde San José y se dedicaba a mandar droga rumbo a Estados Unidos. Dicen que el caso viene rodando desde abril pasado, cuando las autoridades recibieron la punta del iceberg sobre esta maraña de delitos.
Morales, alias “Beto”, al parecer era el líder del bando, el que daba las órdenes y negociaba los negocios turbios. Él se encargaba de ver cómo mover la mercancía por acá y coordinar los envíos pa’ fuera. Mientras tanto, Cuesta, el colombiano, estaba a cargo de repartir la droga y recoger la lana, ¡el clásico apoyo logístico!
Lo curioso es que en medio de la investigación, los detectives encontraron pruebas sólidas. Al parecer, hace unos meses, Morales y Cuesta vendieron un kilo de metanfetamina a un policía infiltrado por unos $3,800. ¡Imagínate la movida! Después intentaron hacer otra venta, pero la pólvora ya estaba mojada y terminaron cayendo en manos de la ley. Luego, los vieron trasladando varios paquetes a un carro, ¡y ahí se les acabó la película!
En ese operativo, decomisaron 47 paquetes de metanfetamina, cada uno con un kilo de la sustancia ilícita. ¡Una barbaridad! Ahora, ambos están tras las rejas esperando que se resuelva el proceso legal aquí y que Estados Unidos pida formalmente su extradición. Ahí se van al congelador, ¡qué sal!
Este caso nos demuestra que la lucha contra el narcotráfico sigue siendo una batalla constante. Pura pelea, porque los peces gordos siempre andan buscando formas de evadir la justicia. Pero bueno, parece que esta vez sí le dieron cerquita, con la colaboración entre nuestras autoridades y el DEA. Eso sí da un poquito de esperanza, diay.
Muchos se preguntan qué tan grande podría ser esta organización y si hay más gente involucrada. Aparentemente, solo han identificado a Morales y Cuesta hasta ahora, pero no se descartan nuevas líneas de investigación. También preocupa saber cómo llegaron a tener tanta capacidad operativa aquí en Costa Rica, ¡una vara bien complicada!
Y hablando en serio, ¿creen ustedes que deberíamos endurecer aún más las penas para los traficantes de drogas, o enfocarnos más en combatir las causas sociales que llevan a la gente a involucrarse en este tipo de actividades ilegales? ¿Cuál sería el camino correcto para frenar esta plaga que afecta a nuestro país?