¡Ay, Dios mío, qué vara! Resulta que ahora sí se pusieron las pilas en el gobierno con el tema de los criaderos de perro y gato. Después de años de ver espantos, parece que finalmente alguien decidió ponerle orden a este circo. Se publicaron unos decretos nuevos, y pa’ los dueños de esos negocios, la fiesta terminó. Ahora tendrán seis meses para inscribirse en el Senasa y cumplir con unas normas que, agüey, no son pa' bromear.
Y ni les cuento, porque antes era un desmadre total. Según el ministro Víctor Carvajal, algunos criaderos parecían más bien cárceles para animales. Hacinamiento, poca luz, falta de ventilación… ¡Una torta! Contaban historias de perritas dando a luz estando enfermas, sin recibir ningún tipo de cuidado médico decente. Uno se queda pensando cómo puede haber gente así, explotando así a los animalitos por dinero.
El nuevo reglamento, que parece que salió de un libro de leyes suizo, le da todo el poder al Senasa para supervisar y sancionar. Van a tener que conseguir un certificado veterinario de operación, mantener un veterinario pendiente, asegurarse de que las hembras solo se reproduzcan una vez al año, darle buena comida y agua a los peludos, y hasta dejar que las crías vivan con sus mamás por ocho semanas antes de venderlas. ¡Imagínate! Ocho semanas... algunos pensaban que eran accesorios desechables, créeme.
Lo bueno es que no solo se enfocan en castigar, sino que también quieren promover la adopción. Porque, díganlo en voz alta, hay miles de perros y gatos en la calle buscando un hogar. Muchos fueron resultado de esos criaderos descontrolados, y otros simplemente fueron abandonados como si fueran juguetes rotos. El plan es que cuando decomisen animales de estos lugares, los pongan bajo el cuidado del Senasa y los ofrezcan en adopción junto con albergues locales. Un buen movimiento, aunque tardío, tengo que reconocerlo.
Ahora, hablando de números, dicen que en Costa Rica tenemos más de dos millones de mascotas entre perros y gatos. ¡Una locura! Pero lamentablemente, muchos de esos hogares no son precisamente modelos de cuidado. Hay gente que compra impulsivamente, sin pensar en las responsabilidades que implica tener una mascota, y luego los botan a la calle cuando se aburren o cuando les sale caro. Eso sí que es una pena, parce.
Pero, oigan, la cosa no termina ahí. El Senasa también va a estar creando canales de denuncia. Ya sea por teléfono, online o presencialmente, los ciudadanos podrán reportar cualquier criadero sospechoso. “Tenemos fe en la conciencia de los costarricenses”, dijo Carvajal. “Sabemos que hay mucha gente comprometida con el bienestar animal y que va a colaborar aportando información.” Esperemos que sea cierto, porque la delación anónima podría ser clave para limpiar este negocio.
Desde el MAG aseguran que están trabajando duro en capacitar personal y mapear todos los criaderos existentes para poder aplicar el reglamento correctamente. Reconocen que desconocen cuántos hay exactamente, pero prometen que no descansarán hasta que todos estén debidamente registrados y cumpliendo con las normas. El ministro Carvajal incluso declaró: “Esto marca un punto de inflexión en el cuidado de todos los animales”. ¡A ver si es verdad, ministra!
En fin, parece que estamos frente a un cambio importante en la regulación de la industria de las mascotas. Pa’ los criaderos irresponsables, llegó la hora de ajustar cuentas, y pa’ los amantes de los animales, esperamos que esto traiga más bienestar y seguridad para nuestros compañeros peludos. ¿Ustedes creen que este reglamento será realmente efectivo, o simplemente otra promesa de campaña que se olvidará pronto? Cuéntenme qué piensan, ¡quiero leer sus opiniones en el foro!
Y ni les cuento, porque antes era un desmadre total. Según el ministro Víctor Carvajal, algunos criaderos parecían más bien cárceles para animales. Hacinamiento, poca luz, falta de ventilación… ¡Una torta! Contaban historias de perritas dando a luz estando enfermas, sin recibir ningún tipo de cuidado médico decente. Uno se queda pensando cómo puede haber gente así, explotando así a los animalitos por dinero.
El nuevo reglamento, que parece que salió de un libro de leyes suizo, le da todo el poder al Senasa para supervisar y sancionar. Van a tener que conseguir un certificado veterinario de operación, mantener un veterinario pendiente, asegurarse de que las hembras solo se reproduzcan una vez al año, darle buena comida y agua a los peludos, y hasta dejar que las crías vivan con sus mamás por ocho semanas antes de venderlas. ¡Imagínate! Ocho semanas... algunos pensaban que eran accesorios desechables, créeme.
Lo bueno es que no solo se enfocan en castigar, sino que también quieren promover la adopción. Porque, díganlo en voz alta, hay miles de perros y gatos en la calle buscando un hogar. Muchos fueron resultado de esos criaderos descontrolados, y otros simplemente fueron abandonados como si fueran juguetes rotos. El plan es que cuando decomisen animales de estos lugares, los pongan bajo el cuidado del Senasa y los ofrezcan en adopción junto con albergues locales. Un buen movimiento, aunque tardío, tengo que reconocerlo.
Ahora, hablando de números, dicen que en Costa Rica tenemos más de dos millones de mascotas entre perros y gatos. ¡Una locura! Pero lamentablemente, muchos de esos hogares no son precisamente modelos de cuidado. Hay gente que compra impulsivamente, sin pensar en las responsabilidades que implica tener una mascota, y luego los botan a la calle cuando se aburren o cuando les sale caro. Eso sí que es una pena, parce.
Pero, oigan, la cosa no termina ahí. El Senasa también va a estar creando canales de denuncia. Ya sea por teléfono, online o presencialmente, los ciudadanos podrán reportar cualquier criadero sospechoso. “Tenemos fe en la conciencia de los costarricenses”, dijo Carvajal. “Sabemos que hay mucha gente comprometida con el bienestar animal y que va a colaborar aportando información.” Esperemos que sea cierto, porque la delación anónima podría ser clave para limpiar este negocio.
Desde el MAG aseguran que están trabajando duro en capacitar personal y mapear todos los criaderos existentes para poder aplicar el reglamento correctamente. Reconocen que desconocen cuántos hay exactamente, pero prometen que no descansarán hasta que todos estén debidamente registrados y cumpliendo con las normas. El ministro Carvajal incluso declaró: “Esto marca un punto de inflexión en el cuidado de todos los animales”. ¡A ver si es verdad, ministra!
En fin, parece que estamos frente a un cambio importante en la regulación de la industria de las mascotas. Pa’ los criaderos irresponsables, llegó la hora de ajustar cuentas, y pa’ los amantes de los animales, esperamos que esto traiga más bienestar y seguridad para nuestros compañeros peludos. ¿Ustedes creen que este reglamento será realmente efectivo, o simplemente otra promesa de campaña que se olvidará pronto? Cuéntenme qué piensan, ¡quiero leer sus opiniones en el foro!
