¡Ay, pata! Quién iba a decir que noviembre nos traería tremenda sorpresa económica. Parece que estamos en otra onda, porque las exportaciones se dispararon como cohete – ¡US$20.972 millones!, pa’ que te hagas una idea! Eso significa un crecimiento del 15% comparado con el año pasado. ¡Un chingadón de plata extra, vamos!
Y eso no es todo, ¿eh? Porque PROCOMER, esos que siempre andan monitoreando la cosa, nos soltaron otro dato que dejó boquiabiertos a muchos: conseguimos atraer 24 proyectos de inversión extranjera directa (IED) fuera del Valle Central. ¿Te acuerdas cuando decían que solo quedábamos dependiendo de la capital? ¡Pues ahora demostramos que tenemos cantera en otras partes del país!
La verdad es que esto pinta muy bien para la economía nacional. Ya saben cómo anda la cosa a nivel mundial, llena de incertidumbre y complicaciones... Pero nosotros, los ticos, seguimos sacando pecho y buscando la forma de salir adelante. Y parece que esta vez sí le dimos en el clavo.
Pero, ¿qué está impulsando este boom?, se preguntarán. Pues resulta que el sector médico, específicamente el de equipos de precisión y dispositivos médicos, ha sido el campeón indiscutible. Subió un 28%, ¡casi tres mil millones de dólares! Nos han puesto en el mapa como fabricantes avanzados, listos para competir con los grandes del mundo en temas de salud y tecnología. Digamos que estamos aprovechando la oportunidad, pues la demanda global por estos productos sigue creciendo.
Y ni hablar de la agricultura y alimentos. Aunque no se movieron tanto como el sector médico, lograron mantener un ritmo positivo. La piña y el banano, nuestros clásicos, siguen aportando mucho al esfuerzo exportador. Con eso queda claro que no dependemos únicamente de un solo producto, sino que hay diversidad en nuestra oferta. Eso siempre ayuda a mitigar riesgos, ¿verdad?
El ministro Manuel Tovar, con toda la calma del mundo, dijo que esta tendencia de doble dígito va a continuar hasta final de año. ¡Eso suena prometedor! Reconoció que la plataforma exportadora costarricense es resiliente, capaz de resistir las turbulencias económicas internacionales. Ya saben, como dicen por ahí: “Cuando otros tosen, nosotros bailamos”.
Hablemos de números concretos. Entre enero y noviembre, los dispositivos médicos lideraron las exportaciones con más de diez mil millones de dólares. Le siguieron la piña, el banano, los jarabes para gaseosas y nuestro delicioso café oro. Además, hay otros productos como cables eléctricos, jugos y concentrados, e incluso llantas, sumándose a la fiesta. Una verdadera muestra de que podemos ofrecer cosas distintas y de calidad.
Todo esto demuestra que la apuesta por ampliar mercados y adaptarnos a las necesidades de otros países está dando frutos. Y lo más importante: la inversión está llegando a lugares donde realmente se necesita, como San Carlos, Pérez Zeledón y Golfito. Ahora la pregunta es: ¿cree usted que este nuevo enfoque de desarrollo territorial ayudará a cerrar la brecha entre el Valle Central y las demás regiones, generando más empleos y oportunidades para todos los costarricenses? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Y eso no es todo, ¿eh? Porque PROCOMER, esos que siempre andan monitoreando la cosa, nos soltaron otro dato que dejó boquiabiertos a muchos: conseguimos atraer 24 proyectos de inversión extranjera directa (IED) fuera del Valle Central. ¿Te acuerdas cuando decían que solo quedábamos dependiendo de la capital? ¡Pues ahora demostramos que tenemos cantera en otras partes del país!
La verdad es que esto pinta muy bien para la economía nacional. Ya saben cómo anda la cosa a nivel mundial, llena de incertidumbre y complicaciones... Pero nosotros, los ticos, seguimos sacando pecho y buscando la forma de salir adelante. Y parece que esta vez sí le dimos en el clavo.
Pero, ¿qué está impulsando este boom?, se preguntarán. Pues resulta que el sector médico, específicamente el de equipos de precisión y dispositivos médicos, ha sido el campeón indiscutible. Subió un 28%, ¡casi tres mil millones de dólares! Nos han puesto en el mapa como fabricantes avanzados, listos para competir con los grandes del mundo en temas de salud y tecnología. Digamos que estamos aprovechando la oportunidad, pues la demanda global por estos productos sigue creciendo.
Y ni hablar de la agricultura y alimentos. Aunque no se movieron tanto como el sector médico, lograron mantener un ritmo positivo. La piña y el banano, nuestros clásicos, siguen aportando mucho al esfuerzo exportador. Con eso queda claro que no dependemos únicamente de un solo producto, sino que hay diversidad en nuestra oferta. Eso siempre ayuda a mitigar riesgos, ¿verdad?
El ministro Manuel Tovar, con toda la calma del mundo, dijo que esta tendencia de doble dígito va a continuar hasta final de año. ¡Eso suena prometedor! Reconoció que la plataforma exportadora costarricense es resiliente, capaz de resistir las turbulencias económicas internacionales. Ya saben, como dicen por ahí: “Cuando otros tosen, nosotros bailamos”.
Hablemos de números concretos. Entre enero y noviembre, los dispositivos médicos lideraron las exportaciones con más de diez mil millones de dólares. Le siguieron la piña, el banano, los jarabes para gaseosas y nuestro delicioso café oro. Además, hay otros productos como cables eléctricos, jugos y concentrados, e incluso llantas, sumándose a la fiesta. Una verdadera muestra de que podemos ofrecer cosas distintas y de calidad.
Todo esto demuestra que la apuesta por ampliar mercados y adaptarnos a las necesidades de otros países está dando frutos. Y lo más importante: la inversión está llegando a lugares donde realmente se necesita, como San Carlos, Pérez Zeledón y Golfito. Ahora la pregunta es: ¿cree usted que este nuevo enfoque de desarrollo territorial ayudará a cerrar la brecha entre el Valle Central y las demás regiones, generando más empleos y oportunidades para todos los costarricenses? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!