¡Ay, papá! Aquí estamos otra vez con el mismo rollo. El Banco Central nos dijo que iba a bajar las tasas de interés para ayudar a los mae a pagar sus créditos, pero parece que los bancos andan haciendo caso omiso, echándose cabezazos contra la pared. Ya van varias ocasiones que el BCCR hace ajustes a la tasa de política monetaria (TPM), y los créditos siguen con esas tasas altas que te dejan seco.
La cosa es así: la TPM es como una guía para los bancos, les dice qué onda con las tasas de interés, pero al final ellos deciden cuánto cobrarle a nosotros, los mortales. Según un estudio del Cinpe de la U, los bancos sí le hacen caso a la TBP –esa tasa que usan para los ahorros y depósitos–, pero cuando se trata de préstamos, ahí es donde se agarran. Parece que tienen su propia lógica, ¿eh?
Este mes bajaron la TPM 25 puntos base, llevándola a 3,25%, porque la inflación anda bien bajita, casi negativa. Pablo González, de Mercado de Valores, nos explica que la inflación interanual apenas llegó al -0,38% en noviembre, muy lejos del 3% que el BCCR quería lograr. Vamos, que están patinando un poquito, mae.
Lo que preocupa es que esta desconexión entre la TPM y las tasas reales que pagamos nosotros no ayuda mucho a la economía. Si los tipos no bajan, la gente no se anima a pedir prestado, las empresas no invierten y el crecimiento se va al garete. Es como si estuvieran frenando la máquina, ¿me entienden?
El informe del Cinpe profundizó en el tema y reveló que la transmisión de las políticas del BCCR a las tasas activas –las que nos cobran por los préstamos– es lenta y parcial. En los bancos públicos, la TAN (Tasa Activa Negociada) está bajando lentito, rondando ya los 8%. Pero en los bancos privados, ¡aguante! Ahí la cosa está más complicada, con tasas estancadas entre el 12% y 13%. Y eso, en tiempos de crisis, duele más que una espina en el pie.
Parece que los bancos privados tienen una especie de asimetría, que les facilita subir las tasas cuando quieren, pero les cuesta trabajo bajarlas. Explícamelo tú, banco… ¿Será que están buscando apurarse un granel antes de que la cosa empeore? No sé yo, pero huele a gallina podrida.
Y no es solo para los créditos de consumo, ¡también afecta a las empresas! Sectores como la manufactura, los servicios y el comercio se ven perjudicados porque no pueden acceder a financiamiento barato. Eso frena su producción, les dificulta crear empleos y afecta a todos nosotros, que dependemos de esos negocios para sobrevivir. ¡Qué vara!
Con todo esto, me queda una pregunta para ustedes, compas del foro: ¿creen que el BCCR debería tomar medidas más drásticas para obligar a los bancos a bajar las tasas de interés o simplemente tenemos que resignarnos a seguir pagando estos intereses altos? ¡Díganme qué piensan!
La cosa es así: la TPM es como una guía para los bancos, les dice qué onda con las tasas de interés, pero al final ellos deciden cuánto cobrarle a nosotros, los mortales. Según un estudio del Cinpe de la U, los bancos sí le hacen caso a la TBP –esa tasa que usan para los ahorros y depósitos–, pero cuando se trata de préstamos, ahí es donde se agarran. Parece que tienen su propia lógica, ¿eh?
Este mes bajaron la TPM 25 puntos base, llevándola a 3,25%, porque la inflación anda bien bajita, casi negativa. Pablo González, de Mercado de Valores, nos explica que la inflación interanual apenas llegó al -0,38% en noviembre, muy lejos del 3% que el BCCR quería lograr. Vamos, que están patinando un poquito, mae.
Lo que preocupa es que esta desconexión entre la TPM y las tasas reales que pagamos nosotros no ayuda mucho a la economía. Si los tipos no bajan, la gente no se anima a pedir prestado, las empresas no invierten y el crecimiento se va al garete. Es como si estuvieran frenando la máquina, ¿me entienden?
El informe del Cinpe profundizó en el tema y reveló que la transmisión de las políticas del BCCR a las tasas activas –las que nos cobran por los préstamos– es lenta y parcial. En los bancos públicos, la TAN (Tasa Activa Negociada) está bajando lentito, rondando ya los 8%. Pero en los bancos privados, ¡aguante! Ahí la cosa está más complicada, con tasas estancadas entre el 12% y 13%. Y eso, en tiempos de crisis, duele más que una espina en el pie.
Parece que los bancos privados tienen una especie de asimetría, que les facilita subir las tasas cuando quieren, pero les cuesta trabajo bajarlas. Explícamelo tú, banco… ¿Será que están buscando apurarse un granel antes de que la cosa empeore? No sé yo, pero huele a gallina podrida.
Y no es solo para los créditos de consumo, ¡también afecta a las empresas! Sectores como la manufactura, los servicios y el comercio se ven perjudicados porque no pueden acceder a financiamiento barato. Eso frena su producción, les dificulta crear empleos y afecta a todos nosotros, que dependemos de esos negocios para sobrevivir. ¡Qué vara!
Con todo esto, me queda una pregunta para ustedes, compas del foro: ¿creen que el BCCR debería tomar medidas más drásticas para obligar a los bancos a bajar las tasas de interés o simplemente tenemos que resignarnos a seguir pagando estos intereses altos? ¡Díganme qué piensan!
