¡Ay, Dios mío! La verdad, que el TEC nunca deja de sorprendernos con sus movidas. Ahora le están echando ganas a la animación con un programa técnico de preproducción que suena de rechiste. Pa’ aquellos que sueñan con hacer caricaturas y dibujar mundos enteros desde la casa, esto podría ser el brete que estaban esperando. Se extiende la matrícula hasta el 16 de enero, así que todavía tienen chance.
Según Luis Carlos Araya-Rojas, el coordinador del programa, la onda es enfocarse en la preproducción, que es la etapa donde se planifica todo. No es solo dibujar bonitos, ¡no, señor! Hablamos de crear la historia, escribir el guion, diseñar los personajes, hacer storyboards – esas cositas como viñetas que te dan una idea de cómo va a lucir la animación final–, el arte conceptual y hasta animatics, que son como “adelsos” para ver si la animación está quedando bien. Por si fuera poco, también les enseñan de administración de proyectos, finanzas y emprendimiento porque, diay, nadie quiere estar batallando pa' pagar las cuentas.
Lo bueno de este programa es que está certificado, güevito. Cumple con estándares nacionales, lo cual significa que las habilidades que aprenden los estudiantes son reconocidas por la industria. Araya-Rojas dice que es raro encontrar tantos programas técnicos en Costa Rica con esta distinción, eso sí le da valor agregado a la propuesta. Se nota que el TEC está buscando poner el listón alto y darle una base sólida a los futuros animadores.
Pa' entrar, necesitan tener al menos 15 años, haber terminado el noveno grado y, crucial, saber inglés. El nivel B1 es el mínimo, porque en el mundo de la animación, el inglés es la vara. Colaboran con empresas de otros países, hacen proyectos internacionales, asi que tener ese conocimiento es indispensable. Además, una computadora con internet es fundamental, y aunque no es obligatorio, una tablet gráfica les facilitará muchísimo el trabajo. Imagínense tratar de dibujar cosas complejas con el mouse… ¡qué torta!
Las clases son virtuales, sincrónicas, así que pueden estudiarlas desde cualquier lugar del país e incluso desde afuera. Son de lunes a jueves, de 6 pm a 9 pm, perfecto para aquellos que trabajan y quieren aprender nuevas habilidades. El programa dura seis bimestres y consta de doce cursos intensivos. Claramente, el TEC entendió que la mayoría de nosotros tenemos otras responsabilidades además de estudiar, y diseñaron el programa pensando en eso.
¿Y dónde podrían trabajar estos nuevos animadores? Pues la lista es larga: agencias de publicidad, productoras audiovisuales, medios de comunicación, empresas de arquitectura, medicina... ¡hasta en dispositivos médicos! Pueden hacerse freelancers y trabajar por cuenta propia, lo cual es cada vez más común en este rubro. Al final, el TEC abre puertas, y ofrece herramientas para que puedan seguir sus sueños creativos. Además, ya están trabajando en un programa técnico en Animación 3D que estará listo en 2027. ¡Eso sí es echarle entretapa!
Ahora, con toda esta movida de la inteligencia artificial, muchos se preguntan si los animadores van a perder sus trabajos. Según Araya-Rojas, la IA puede ser útil para agilizar algunos procesos, como hacer bocetos rápidos, pero no reemplaza la creatividad humana ni la capacidad de transmitir emociones. “Puede ayudar, pero el sentido del humor, la empatía, esa chispa única que tiene cada artista, es imposible de replicar”, nos dijo. Así que tranquilos, todavía necesitamos mangos humanos detrás de las pantallas.
En resumen, este programa del TEC parece una oportunidad de oro para todos esos que sienten la vocación de dibujar y crear. Pero, díganme, ¿creen que la inteligencia artificial realmente representará una amenaza para la industria de la animación en Costa Rica, o será simplemente una herramienta que nos ayudará a ser mejores profesionales? Dejen sus comentarios abajo, me interesa mucho leerlos.
Según Luis Carlos Araya-Rojas, el coordinador del programa, la onda es enfocarse en la preproducción, que es la etapa donde se planifica todo. No es solo dibujar bonitos, ¡no, señor! Hablamos de crear la historia, escribir el guion, diseñar los personajes, hacer storyboards – esas cositas como viñetas que te dan una idea de cómo va a lucir la animación final–, el arte conceptual y hasta animatics, que son como “adelsos” para ver si la animación está quedando bien. Por si fuera poco, también les enseñan de administración de proyectos, finanzas y emprendimiento porque, diay, nadie quiere estar batallando pa' pagar las cuentas.
Lo bueno de este programa es que está certificado, güevito. Cumple con estándares nacionales, lo cual significa que las habilidades que aprenden los estudiantes son reconocidas por la industria. Araya-Rojas dice que es raro encontrar tantos programas técnicos en Costa Rica con esta distinción, eso sí le da valor agregado a la propuesta. Se nota que el TEC está buscando poner el listón alto y darle una base sólida a los futuros animadores.
Pa' entrar, necesitan tener al menos 15 años, haber terminado el noveno grado y, crucial, saber inglés. El nivel B1 es el mínimo, porque en el mundo de la animación, el inglés es la vara. Colaboran con empresas de otros países, hacen proyectos internacionales, asi que tener ese conocimiento es indispensable. Además, una computadora con internet es fundamental, y aunque no es obligatorio, una tablet gráfica les facilitará muchísimo el trabajo. Imagínense tratar de dibujar cosas complejas con el mouse… ¡qué torta!
Las clases son virtuales, sincrónicas, así que pueden estudiarlas desde cualquier lugar del país e incluso desde afuera. Son de lunes a jueves, de 6 pm a 9 pm, perfecto para aquellos que trabajan y quieren aprender nuevas habilidades. El programa dura seis bimestres y consta de doce cursos intensivos. Claramente, el TEC entendió que la mayoría de nosotros tenemos otras responsabilidades además de estudiar, y diseñaron el programa pensando en eso.
¿Y dónde podrían trabajar estos nuevos animadores? Pues la lista es larga: agencias de publicidad, productoras audiovisuales, medios de comunicación, empresas de arquitectura, medicina... ¡hasta en dispositivos médicos! Pueden hacerse freelancers y trabajar por cuenta propia, lo cual es cada vez más común en este rubro. Al final, el TEC abre puertas, y ofrece herramientas para que puedan seguir sus sueños creativos. Además, ya están trabajando en un programa técnico en Animación 3D que estará listo en 2027. ¡Eso sí es echarle entretapa!
Ahora, con toda esta movida de la inteligencia artificial, muchos se preguntan si los animadores van a perder sus trabajos. Según Araya-Rojas, la IA puede ser útil para agilizar algunos procesos, como hacer bocetos rápidos, pero no reemplaza la creatividad humana ni la capacidad de transmitir emociones. “Puede ayudar, pero el sentido del humor, la empatía, esa chispa única que tiene cada artista, es imposible de replicar”, nos dijo. Así que tranquilos, todavía necesitamos mangos humanos detrás de las pantallas.
En resumen, este programa del TEC parece una oportunidad de oro para todos esos que sienten la vocación de dibujar y crear. Pero, díganme, ¿creen que la inteligencia artificial realmente representará una amenaza para la industria de la animación en Costa Rica, o será simplemente una herramienta que nos ayudará a ser mejores profesionales? Dejen sus comentarios abajo, me interesa mucho leerlos.
