¡Ay, Dios mío! Resulta que la Contraloría General nos echó otra clavada en el tema de la Torre de Cuidados Críticos del Hospital Nacional de Niños, también conocida como Torre de la Esperanza. Ya saben, ese proyecto que llevamos años esperando para darle una mejora seria a la atención médica de los pajaritos.
Parece que la jugada se complicó aún más porque Van der Laat y Jiménez presentaron una apelación que la Contraloría declaró con lugar. Esto significa que encontraron chuecos en cómo el Consorcio Edica HNN, los que inicialmente ganaron la licitación por unos 130 millones de colones, cumplieron con los requisitos financieros. ¡Una torta, vamos!
La Contraloría no anduvo con rodeos: determinó que la oferta de Van der Laat fue sacada del juego injustamente. Entonces, ahora ellos son los únicos que cumplen con lo que pide la ley. “Se establece la elegibilidad de la empresa apelante al haber sido indebidamente excluida del concurso”, dijeron oficialmente. ¡Qué barbaridad! Parece película de comedia, pero esto afecta la salud de muchos niños.
Ahora, el balón vuelve a estar en la cancha de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Ellos tienen que decidir si le dan luz verde al proyecto a Van der Laat, ahora que son la única opción viable, o si buscan otro camino. ¡Imagínate la papeleta que tienen! Un brete, diay, tener que resolver esto entre tantos problemas que ya tienen.
Este contrato es bastante completo: incluye diseño, construcción, equipamiento y mantenimiento integral en modalidad llave en mano. Hablamos de áreas críticas como cuidados intensivos, cirugía, unidad de quemados e hemodinamia. Todas cosas importantísimas para mejorar la calidad de vida de nuestros pequeños pacientes y aliviar la carga del personal médico.
Y ojo, esto no es la primera vez que Van der Laat presenta un recurso en esta licitación. ¡Ya van dos! En la primera ocasión, la Contraloría también les dio la razón, detectando errores en la adjudicación inicial de la CCSS. La constructora siempre ha insistido que su propuesta cumple con todos los requisitos y, encima, sería más económica. ¡A ver qué sale ahora!
La CCSS ya confirmó que recibieron la notificación de la Contraloría y que están estudiando la resolución. Dijeron que serán “respetuosos de lo dispuesto por dicho ente”. Vamos a ver si esta vez sí le ponen orden a la casa. Este proyecto, como mencioné, es crucial: tendrá 26.500 metros cuadrados e implica una inversión considerable, con una duración estimada de 53 meses, más dos años de mantenimiento posterior. ¡Es un compromiso a largo plazo!
La verdad es que esta novela del proyecto Torre de la Esperanza me tiene pensando: ¿Estamos condenados a ver este proyecto arrastrarse indefinidamente o finalmente veremos levantarse esa torre que tanto necesitamos para mejorar la atención pediátrica en Costa Rica? ¿Ustedes creen que la CCSS tomará una decisión rápida y eficiente o seguimos viendo cómo se mete bronca a este asunto?
Parece que la jugada se complicó aún más porque Van der Laat y Jiménez presentaron una apelación que la Contraloría declaró con lugar. Esto significa que encontraron chuecos en cómo el Consorcio Edica HNN, los que inicialmente ganaron la licitación por unos 130 millones de colones, cumplieron con los requisitos financieros. ¡Una torta, vamos!
La Contraloría no anduvo con rodeos: determinó que la oferta de Van der Laat fue sacada del juego injustamente. Entonces, ahora ellos son los únicos que cumplen con lo que pide la ley. “Se establece la elegibilidad de la empresa apelante al haber sido indebidamente excluida del concurso”, dijeron oficialmente. ¡Qué barbaridad! Parece película de comedia, pero esto afecta la salud de muchos niños.
Ahora, el balón vuelve a estar en la cancha de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Ellos tienen que decidir si le dan luz verde al proyecto a Van der Laat, ahora que son la única opción viable, o si buscan otro camino. ¡Imagínate la papeleta que tienen! Un brete, diay, tener que resolver esto entre tantos problemas que ya tienen.
Este contrato es bastante completo: incluye diseño, construcción, equipamiento y mantenimiento integral en modalidad llave en mano. Hablamos de áreas críticas como cuidados intensivos, cirugía, unidad de quemados e hemodinamia. Todas cosas importantísimas para mejorar la calidad de vida de nuestros pequeños pacientes y aliviar la carga del personal médico.
Y ojo, esto no es la primera vez que Van der Laat presenta un recurso en esta licitación. ¡Ya van dos! En la primera ocasión, la Contraloría también les dio la razón, detectando errores en la adjudicación inicial de la CCSS. La constructora siempre ha insistido que su propuesta cumple con todos los requisitos y, encima, sería más económica. ¡A ver qué sale ahora!
La CCSS ya confirmó que recibieron la notificación de la Contraloría y que están estudiando la resolución. Dijeron que serán “respetuosos de lo dispuesto por dicho ente”. Vamos a ver si esta vez sí le ponen orden a la casa. Este proyecto, como mencioné, es crucial: tendrá 26.500 metros cuadrados e implica una inversión considerable, con una duración estimada de 53 meses, más dos años de mantenimiento posterior. ¡Es un compromiso a largo plazo!
La verdad es que esta novela del proyecto Torre de la Esperanza me tiene pensando: ¿Estamos condenados a ver este proyecto arrastrarse indefinidamente o finalmente veremos levantarse esa torre que tanto necesitamos para mejorar la atención pediátrica en Costa Rica? ¿Ustedes creen que la CCSS tomará una decisión rápida y eficiente o seguimos viendo cómo se mete bronca a este asunto?
