¡Ay, Dios mío, qué mamarrón! La Comisión Especial del Congreso anduvo sacando temas turbios sobre la gestión de Marta Esquivel cuando era presidenta de la CCSS. Parece que la van a meter en un brete bastante serio, porque ahora el Ministerio Público podría estar abriendo una investigación penal en su contra. ¡Esto sí que es movido!
Todo empezó con un informe que puso lupa en cómo se manejaron las finanzas y las actuary de la Caja. Básicamente, dicen que Esquivel se fajó a mandar a freír churros a varios miembros de la Junta Directiva que habían aprobado un aumento de sueldo. ¡Imagínate la bronca que eso debió generar! Pero eso no es todo, el tema se complica aún más.
Además, apuntan directamente a Carolina González, quien era la directora de la Dirección Actuarial y Económica. Según el informe, González estaría detrás de unos maquillajes en los informes actuariales. ¡Eso sí es jugar con fuego! Estos movimientos llevaron a que se suspendiera el portafolio de inversiones de la Caja, generando incertidumbre y preocupación en muchos trabajadores.
Y para colmo, la Comisión señala que Esquivel nombró a González, a pesar de que la dama no tenía los requisitos necesarios. ¡Parece que la selección no siguió los papeles! Esto levanta sospechas sobre si hubo tráfico de influencias o algún tipo de favorecimiento indebido. No hay que andar haciendo esas cosas, diay.
El informe pide al Ministerio Público que revisen toda esta maraña con lupa, buscando si se cometieron delitos como prevaricato, falsedad ideológica, incumplimiento de deberes o abuso de poder. ¡Quién sabe qué van a encontrar! Y piden que se tomen medidas preventivas para proteger tanto el proceso como la evidencia, porque esto puede ser un quite largo.
Pero no solo Esquivel recibe palos; la Procuraduría de la Ética Pública también tiene un ojo puesto en ella, solicitándole que abra un procedimiento para evaluar si usó su cargo para vengarse de esos miembros de la Junta Directiva que mandó a volar. ¡Ya saben, buscando echarle la culpa a otros para salvar el pellejo!
En otro orden, recomiendan que Hacienda se ponga las pilas y confirme cuánto le debe el Estado a la CCSS. Que firmen acuerdos de pago y pongan en marcha la comisión interinstitucional que se encarga de conciliar estas deudas. ¡Que no anden perdiendo el tiempo, que la gente necesita que la Caja funcione bien! También le piden a la Contralora General que ordene una auditoría especial sobre la suspensión del portafolio de inversiones, para ver quién tuvo la última palabra ahí.
Esta va a ser una vara interesante que observar en los próximos meses. Con tantas acusaciones y investigaciones, el futuro de la CCSS y la reputación de varias figuras públicas están en juego. ¿Ustedes creen que estas denuncias tienen fundamento sólido o se trata de una campaña política para desprestigiar a Esquivel? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Todo empezó con un informe que puso lupa en cómo se manejaron las finanzas y las actuary de la Caja. Básicamente, dicen que Esquivel se fajó a mandar a freír churros a varios miembros de la Junta Directiva que habían aprobado un aumento de sueldo. ¡Imagínate la bronca que eso debió generar! Pero eso no es todo, el tema se complica aún más.
Además, apuntan directamente a Carolina González, quien era la directora de la Dirección Actuarial y Económica. Según el informe, González estaría detrás de unos maquillajes en los informes actuariales. ¡Eso sí es jugar con fuego! Estos movimientos llevaron a que se suspendiera el portafolio de inversiones de la Caja, generando incertidumbre y preocupación en muchos trabajadores.
Y para colmo, la Comisión señala que Esquivel nombró a González, a pesar de que la dama no tenía los requisitos necesarios. ¡Parece que la selección no siguió los papeles! Esto levanta sospechas sobre si hubo tráfico de influencias o algún tipo de favorecimiento indebido. No hay que andar haciendo esas cosas, diay.
El informe pide al Ministerio Público que revisen toda esta maraña con lupa, buscando si se cometieron delitos como prevaricato, falsedad ideológica, incumplimiento de deberes o abuso de poder. ¡Quién sabe qué van a encontrar! Y piden que se tomen medidas preventivas para proteger tanto el proceso como la evidencia, porque esto puede ser un quite largo.
Pero no solo Esquivel recibe palos; la Procuraduría de la Ética Pública también tiene un ojo puesto en ella, solicitándole que abra un procedimiento para evaluar si usó su cargo para vengarse de esos miembros de la Junta Directiva que mandó a volar. ¡Ya saben, buscando echarle la culpa a otros para salvar el pellejo!
En otro orden, recomiendan que Hacienda se ponga las pilas y confirme cuánto le debe el Estado a la CCSS. Que firmen acuerdos de pago y pongan en marcha la comisión interinstitucional que se encarga de conciliar estas deudas. ¡Que no anden perdiendo el tiempo, que la gente necesita que la Caja funcione bien! También le piden a la Contralora General que ordene una auditoría especial sobre la suspensión del portafolio de inversiones, para ver quién tuvo la última palabra ahí.
Esta va a ser una vara interesante que observar en los próximos meses. Con tantas acusaciones y investigaciones, el futuro de la CCSS y la reputación de varias figuras públicas están en juego. ¿Ustedes creen que estas denuncias tienen fundamento sólido o se trata de una campaña política para desprestigiar a Esquivel? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
