¡Ay, papá! Esto sí que le echó leña al fuego. El Presidente Chaves, siempre con la lengua larga, soltó unas cozazos sobre los tractores que aparecieron en la marcha del 11 de noviembre, tachándolos de “lujosísimos”. Imagínate la bronca que se armó, porque claro, los agricultores no se quedaron callados ni un momento.
Para ponerlos en clima, recordemos que la movilización del 11 fue para pedirle al gobierno algunas cositas – digamos, más apoyo para el sector agrícola. Entre el gentío, algunos llegaron en sus tractores y camionetas Hilux y Prado, lo cual llamó la atención del Presidente. Él, desde su pedestal, cuestionó por qué no se habían decomisado esos “vehículos de lujo” durante la protesta, generando una ola de reacciones y poniendo a todo el país a discutir qué considera uno herramienta de trabajo y qué es mero derroche.
Luego salió El Observador a preguntarle al Presidente si seguía firme en su postura, especialmente luego de que varios agricultores argumentaran que esas máquinas no eran caprichos, sino herramientas esenciales para su sustento, conseguidas a punta de esfuerzo y con préstamos bancarios. Y ahí, amigos, vimos un cambio notable de actitud por parte de Don Rodrigo. Bajó el tono y declaró que si esos carros se los ganaron con sudor de frente, pues que los disfruten y que Dios los bendiga. ¡Un giro de 180 grados!
Pero ojo, que el Presidente no se quedó ahí. Aprovechó la coyuntura para mandar un mensaje contundente a futuros manifestantes: “La próxima vez que traigan a circular vehículos no autorizados, yo creo que la Policía de Tránsito va a tener que actuar más firmemente.” Amenazó incluso con meterlo a él mismo a la cárcel y enfrentar investigaciones en la Asamblea si así fuera. ¡Imagínate la escena! Un poco exagerado, diríamos, pero ahí estaba él, mostrando su determinación.
Según el Presidente, esos tractores debieron ser decomisados o, como mínimo, retirados de circulación, ya que “esos vehículos no pueden circular por donde no deben por ley”. Añadió, con cierto dramatismo, que los estaban utilizando para “desordenar y atentar contra el orden público”. Como si unos tractores fueran el fin del mundo, diay... Pero bueno, cada quien con su opinión.
Y no se queda ahí la cosa. En medio de este embrollo, el Presidente también lanzó otra indirecta, afirmando que en la marcha “no había pobres”. Según él, asistieron “politiqueros y gente con plata”, acusándolos de falsear la realidad y pretender lucirse como defensores de la democracia. Dejó caer que la manifestación, en realidad, reunió apenas a “cuatro gatos”, minimizando la importancia del movimiento.
Además, recordó el incidente con Roy Fallas, al que calificó de “patán” por presuntamente empujar a un policía. Aunque videos muestran a otro individuo siendo el responsable del forcejeo. Fallas, por su parte, no se quedó atrás y denunció a dos policías de Fuerza Pública por supuesto abuso de autoridad, argumentando que se le ha tratado como un criminal injustamente. Un caso que pinta para un brete judicial, vamos.
En fin, este rollo de los tractores y las declaraciones del Presidente sigue dando de qué hablar. ¿Será que el Presidente busca simplemente llamar la atención o realmente se preocupa por el uso indebido de vehículos públicos? ¿Es justo juzgar a los agricultores por el tipo de vehículo que utilizan para trabajar? ¿Crees que la reacción del Presidente fue proporcional a la situación o se pasó de la raya? ¡Déjanos tus comentarios en el foro y cuéntanos qué piensas de todo este asunto!
Para ponerlos en clima, recordemos que la movilización del 11 fue para pedirle al gobierno algunas cositas – digamos, más apoyo para el sector agrícola. Entre el gentío, algunos llegaron en sus tractores y camionetas Hilux y Prado, lo cual llamó la atención del Presidente. Él, desde su pedestal, cuestionó por qué no se habían decomisado esos “vehículos de lujo” durante la protesta, generando una ola de reacciones y poniendo a todo el país a discutir qué considera uno herramienta de trabajo y qué es mero derroche.
Luego salió El Observador a preguntarle al Presidente si seguía firme en su postura, especialmente luego de que varios agricultores argumentaran que esas máquinas no eran caprichos, sino herramientas esenciales para su sustento, conseguidas a punta de esfuerzo y con préstamos bancarios. Y ahí, amigos, vimos un cambio notable de actitud por parte de Don Rodrigo. Bajó el tono y declaró que si esos carros se los ganaron con sudor de frente, pues que los disfruten y que Dios los bendiga. ¡Un giro de 180 grados!
Pero ojo, que el Presidente no se quedó ahí. Aprovechó la coyuntura para mandar un mensaje contundente a futuros manifestantes: “La próxima vez que traigan a circular vehículos no autorizados, yo creo que la Policía de Tránsito va a tener que actuar más firmemente.” Amenazó incluso con meterlo a él mismo a la cárcel y enfrentar investigaciones en la Asamblea si así fuera. ¡Imagínate la escena! Un poco exagerado, diríamos, pero ahí estaba él, mostrando su determinación.
Según el Presidente, esos tractores debieron ser decomisados o, como mínimo, retirados de circulación, ya que “esos vehículos no pueden circular por donde no deben por ley”. Añadió, con cierto dramatismo, que los estaban utilizando para “desordenar y atentar contra el orden público”. Como si unos tractores fueran el fin del mundo, diay... Pero bueno, cada quien con su opinión.
Y no se queda ahí la cosa. En medio de este embrollo, el Presidente también lanzó otra indirecta, afirmando que en la marcha “no había pobres”. Según él, asistieron “politiqueros y gente con plata”, acusándolos de falsear la realidad y pretender lucirse como defensores de la democracia. Dejó caer que la manifestación, en realidad, reunió apenas a “cuatro gatos”, minimizando la importancia del movimiento.
Además, recordó el incidente con Roy Fallas, al que calificó de “patán” por presuntamente empujar a un policía. Aunque videos muestran a otro individuo siendo el responsable del forcejeo. Fallas, por su parte, no se quedó atrás y denunció a dos policías de Fuerza Pública por supuesto abuso de autoridad, argumentando que se le ha tratado como un criminal injustamente. Un caso que pinta para un brete judicial, vamos.
En fin, este rollo de los tractores y las declaraciones del Presidente sigue dando de qué hablar. ¿Será que el Presidente busca simplemente llamar la atención o realmente se preocupa por el uso indebido de vehículos públicos? ¿Es justo juzgar a los agricultores por el tipo de vehículo que utilizan para trabajar? ¿Crees que la reacción del Presidente fue proporcional a la situación o se pasó de la raya? ¡Déjanos tus comentarios en el foro y cuéntanos qué piensas de todo este asunto!