¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con este circo del proyecto Barranca-Limonal, donde parece que nadie anda contando la verdad completa. Resulta que Randall Chuken, el abogado de Tradeco, salió a contradecir al otrora ministro Luis Amador, echándole balones fuera y diciendo que todo lo que dice el señor es pura invención, ¡tremendo liplayo!
Para refrescarles la memoria, todo este brete comenzó cuando Amador soltó la bomba de que tanto él como el Presidente Chaves estaban metidos hasta el cuello en la decisión de pasarle el proyecto a una empresa mexicana. Según él, hubo presiones fuertes, llamadas telefónicas a altas horas de la noche y todo el paquete. Un escándalo que sacudió al país, vamos.
Pero ahora aparece Chuken diciendo que sí asistió a unas seis reuniones con el Presidente en Casa Presidencial, eso no lo niega, pero enfatiza que jamás participó en ninguna sesión del Consejo de Gobierno. “Desconozco totalmente las motivaciones del señor Amador para quererme meter en este lío,” sentenció el abogado durante su comparecencia ante los diputados de la Comisión de Control. ¡Imagínate la cara del pobre diputado escuchándolo!
Y ahí no paró, porque también aclaró que su papel era únicamente el de representar los intereses de su empresa, descartando rotundamente cualquier acusación de que estuviera actuando como un comisionista. Dice que todo lo demás son “aseveraciones falsas, inexactas y pura especulación”. ¡Un ataque frontal, pa’!
Los diputados, obviamente, no se quedaron callados. Le preguntaron directamente si estaba al tanto de los rumores sobre conexiones turbias de Tradeco con actividades ilícitas internacionales. Pero Chuken, con toda la calma del mundo, respondió que no tenía ni idea. ¡Totalmente desconoce esos malos rollos, asegura!
Amador, por su parte, pintaba un panorama diferente, describiendo una relación muy cercana e inusual entre el Presidente y el representante legal de Tradeco. Según su versión, existió una insistencia excesiva para lograr el traspaso del proyecto a la empresa mexicana. Incluso, dijo que el Presidente habría intentado saltarse algunos trámites burocráticos del BID para acelerar el proceso. ¡Una jugarreta, dicen por ahí!
La cosa se pone más densa día tras día, y mientras unos acusan, otros se defienden. Este caso del Barranca-Limonal está demostrando ser un verdadero hormiguero de intereses y conflictos de interés. Hay que estar ojo avizor para ver cómo termina esta novela, porque pinta para ser larga y llena de sorpresas. Que este caso no nos distraiga de otras cosas importantes que necesita nuestro país. Siempre hay algo en qué andarnos peleando...
En fin, ¿creen que realmente llegaremos al fondo de este asunto o esto se va a quedar como un cuento chino? ¿Será que estamos viendo solamente la punta del iceberg o hay mucho más debajo de la mesa? Dejen sus opiniones y teorías en el foro, ¡estoy ansioso por leerlas!
Para refrescarles la memoria, todo este brete comenzó cuando Amador soltó la bomba de que tanto él como el Presidente Chaves estaban metidos hasta el cuello en la decisión de pasarle el proyecto a una empresa mexicana. Según él, hubo presiones fuertes, llamadas telefónicas a altas horas de la noche y todo el paquete. Un escándalo que sacudió al país, vamos.
Pero ahora aparece Chuken diciendo que sí asistió a unas seis reuniones con el Presidente en Casa Presidencial, eso no lo niega, pero enfatiza que jamás participó en ninguna sesión del Consejo de Gobierno. “Desconozco totalmente las motivaciones del señor Amador para quererme meter en este lío,” sentenció el abogado durante su comparecencia ante los diputados de la Comisión de Control. ¡Imagínate la cara del pobre diputado escuchándolo!
Y ahí no paró, porque también aclaró que su papel era únicamente el de representar los intereses de su empresa, descartando rotundamente cualquier acusación de que estuviera actuando como un comisionista. Dice que todo lo demás son “aseveraciones falsas, inexactas y pura especulación”. ¡Un ataque frontal, pa’!
Los diputados, obviamente, no se quedaron callados. Le preguntaron directamente si estaba al tanto de los rumores sobre conexiones turbias de Tradeco con actividades ilícitas internacionales. Pero Chuken, con toda la calma del mundo, respondió que no tenía ni idea. ¡Totalmente desconoce esos malos rollos, asegura!
Amador, por su parte, pintaba un panorama diferente, describiendo una relación muy cercana e inusual entre el Presidente y el representante legal de Tradeco. Según su versión, existió una insistencia excesiva para lograr el traspaso del proyecto a la empresa mexicana. Incluso, dijo que el Presidente habría intentado saltarse algunos trámites burocráticos del BID para acelerar el proceso. ¡Una jugarreta, dicen por ahí!
La cosa se pone más densa día tras día, y mientras unos acusan, otros se defienden. Este caso del Barranca-Limonal está demostrando ser un verdadero hormiguero de intereses y conflictos de interés. Hay que estar ojo avizor para ver cómo termina esta novela, porque pinta para ser larga y llena de sorpresas. Que este caso no nos distraiga de otras cosas importantes que necesita nuestro país. Siempre hay algo en qué andarnos peleando...
En fin, ¿creen que realmente llegaremos al fondo de este asunto o esto se va a quedar como un cuento chino? ¿Será que estamos viendo solamente la punta del iceberg o hay mucho más debajo de la mesa? Dejen sus opiniones y teorías en el foro, ¡estoy ansioso por leerlas!
