¡Ay, papá! La incertidumbre golpea duro a la familia de Ligia Zulema Faerron Jiménez, la señora de 53 años cuyos restos fueron encontrados en una finca en Florencia de San Carlos. El caso, que ya está dando vueltas y conversaciones en todos lados, ha dejado a sus seres queridos sumidos en el dolor y la espera, tratando de digerir toda esta jugada tan fea.
Como muchos saben, el hallazgo ocurrió en medio de circunstancias bastante turbias. La finca pertenecía a la madrastra del principal sospechoso, González López, un jovencito de 29 años que ahora está metido hasta el cuello en esto. Sumándole drama, también hay otras dos señoras – Linares Rodríguez y Monterrey Linares – señaladas por favorecimiento real, lo cual complica aún más el panorama. Un brete, vamos.
Según nos comentan desde el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el cuerpo de Ligia permanece en proceso de autopsia. ¡Qué carga! Esperar los resultados forenses es pura agonía para la familia, que quiere saber qué pasó realmente y darle cristiana sepultura a su querida Ligia. Parece que todavía le falta mucho camino por recorrer para poder empezar a sanar.
La hija de Ligia, Estefany Ponce Faerron, visiblemente afectada, compartió con nosotros cómo está siendo este momento tan difícil. Dijo que aún no tienen fecha para las honras fúnebres porque las cosas se han complicado con la condición en que encontraron a su mamá. Imagínate el dolor de perder primero al padre y ahora a la madre en tan poco tiempo… ¡Qué sal!
“Aún no lo sabemos (sobre las honras fúnebres), ya que por la condición de ella las cosas van a ser un poco más lentas”, nos dijo Estefany con la voz quebrada. Lo único que piden, y con razón, es un poquito de comprensión y respeto durante este momento tan delicado. Todos necesitamos espacio para procesar estas cosas.
La investigación sigue su curso, y el OIJ está trabajando a marchas forzadas para esclarecer todos los detalles de este caso. Se están tomando declaraciones a los sospechosos y analizando todas las pruebas encontradas en la finca. Esperemos que pronto tengan respuestas claras para la familia y para todos nosotros que estamos pendientes de esta noticia impactante.
La comunidad de Florencia está consternada por lo sucedido. Ligia era conocida como una persona trabajadora y muy querida. Muchxs vecinos recuerdan su sonrisa amable y su disposición para ayudar. Ahora, el ambiente está cargado de tristeza y preocupación. Varios aseguran que nunca imaginaron que algo así podía pasar en su tranquilo pueblo; ¡qué torta!
Ante este escenario tan doloroso, nos preguntamos: ¿Cómo podemos, como sociedad costarricense, brindar apoyo emocional a las familias afectadas por crímenes violentos como este, y qué medidas debemos fortalecer para prevenir que tragedias similares vuelvan a ocurrir en nuestro país?
Como muchos saben, el hallazgo ocurrió en medio de circunstancias bastante turbias. La finca pertenecía a la madrastra del principal sospechoso, González López, un jovencito de 29 años que ahora está metido hasta el cuello en esto. Sumándole drama, también hay otras dos señoras – Linares Rodríguez y Monterrey Linares – señaladas por favorecimiento real, lo cual complica aún más el panorama. Un brete, vamos.
Según nos comentan desde el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el cuerpo de Ligia permanece en proceso de autopsia. ¡Qué carga! Esperar los resultados forenses es pura agonía para la familia, que quiere saber qué pasó realmente y darle cristiana sepultura a su querida Ligia. Parece que todavía le falta mucho camino por recorrer para poder empezar a sanar.
La hija de Ligia, Estefany Ponce Faerron, visiblemente afectada, compartió con nosotros cómo está siendo este momento tan difícil. Dijo que aún no tienen fecha para las honras fúnebres porque las cosas se han complicado con la condición en que encontraron a su mamá. Imagínate el dolor de perder primero al padre y ahora a la madre en tan poco tiempo… ¡Qué sal!
“Aún no lo sabemos (sobre las honras fúnebres), ya que por la condición de ella las cosas van a ser un poco más lentas”, nos dijo Estefany con la voz quebrada. Lo único que piden, y con razón, es un poquito de comprensión y respeto durante este momento tan delicado. Todos necesitamos espacio para procesar estas cosas.
La investigación sigue su curso, y el OIJ está trabajando a marchas forzadas para esclarecer todos los detalles de este caso. Se están tomando declaraciones a los sospechosos y analizando todas las pruebas encontradas en la finca. Esperemos que pronto tengan respuestas claras para la familia y para todos nosotros que estamos pendientes de esta noticia impactante.
La comunidad de Florencia está consternada por lo sucedido. Ligia era conocida como una persona trabajadora y muy querida. Muchxs vecinos recuerdan su sonrisa amable y su disposición para ayudar. Ahora, el ambiente está cargado de tristeza y preocupación. Varios aseguran que nunca imaginaron que algo así podía pasar en su tranquilo pueblo; ¡qué torta!
Ante este escenario tan doloroso, nos preguntamos: ¿Cómo podemos, como sociedad costarricense, brindar apoyo emocional a las familias afectadas por crímenes violentos como este, y qué medidas debemos fortalecer para prevenir que tragedias similares vuelvan a ocurrir en nuestro país?
