¡Ay, Dios mío! Qué manera de terminar la vida uno, ¿eh? Aquí en Costa Rica nos hemos espantando con cosas peores, pero este caso que llegó desde India me dejó pensando… Un tipo llamado Jai Prakash Yadav, que andaba haciendo el gracioso con cobras en plena vía pública, terminó agarrándole una picadura fatal. Lo que empezó como un espectáculo para unos cuantos, acabó siendo un drama a todas luces.
La bronca es que Yadav, cariñosamente apodado “domador” por los vecinos de Hajipur, India, llevaba unos dos años dedicándose a esto de mostrar serpientes. Pero ojo, ¡sin ningún tipo de permiso ni capacitación! Según cuentan, el mae era pura intención, subiendo videos a las redes donde parecía tener a las cobras domesticadas. Que tal si ahora esos mismos videos sirven pa' recordar qué tan peligroso puede ser jugar con la naturaleza.
Y lo peor es que este tipo estaba manoseando una cobra naja, una de las serpientes más venenosas de toda Asia. Dicen que la cobra ya se puso nerviosa, él siguió insistiendo y ahí se mandó la macana. La pobre serpiente, seguramente asustada, le soltó el aguijón en el brazo. ¡Qué sal! Uno piensa, ¿qué necesidad tenía de ponerse en esa situación?
Los testigos dicen que el mae se desplomó rapidito. Intentaron ayudarlo, pero ya iba muy tarde. Lo llevaron al hospital corríendo, pero llegó sin pulso. Imagínense el susto de la gente que presenció eso. Una cosa es ver un documental sobre animales salvajes, y otra bien distinta es ver cómo alguien muere a pocos metros tuyos. ¡Qué torta!
Ahora resulta que la cobra desapareció, se fue corriendo a quién sabe dónde. Las autoridades ambientales andan buscándola, pero es complicado. Eso sí, los expertos advierten que este tipo de prácticas, buscando likes y seguidores en las redes sociales, están fuera de control. Hay muchos otros maes igual, jugando con fuego, literalmente hablando. Este caso debería darle un buen cosquilleo a todos los que piensan que pueden desafiar a la naturaleza con impunidad.
Khan, el creador de contenido que grabó los últimos momentos de Yadav, no se anda con rodeos: “La gente no debería capturar estos animales solo por diversión o para ganar vistas en redes sociales. ¡No vale la pena arriesgar la vida!” Tiene razón, ¿eh? Al final, ¿qué ganamos con poner en riesgo nuestra integridad y la de los animales?
Este caso, lamentablemente, no es aislado. En diferentes partes de Asia, vemos cómo la ambición por la fama online lleva a la gente a hacer estupideces peligrosas. Se normalizó ver a influencers de todo tipo exponiéndose a riesgos innecesarios por unas pocas reacciones. ¡Qué nivel de inconsciencia! En India, la ley protege a la cobra naja, pero parece que a algunos no les importa mucho lo que diga la ley…
Esta tragedia nos deja varias preguntas abiertas: ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por la validación de las redes sociales? ¿Deberíamos implementar leyes más severas para regular este tipo de contenidos? ¿Cómo podemos concienciar a la gente sobre el peligro de manipular animales salvajes sin la debida formación? ¡Denme su opinión al respecto, mándale un mensaje al foro y digan lo que piensan de este asunto!
La bronca es que Yadav, cariñosamente apodado “domador” por los vecinos de Hajipur, India, llevaba unos dos años dedicándose a esto de mostrar serpientes. Pero ojo, ¡sin ningún tipo de permiso ni capacitación! Según cuentan, el mae era pura intención, subiendo videos a las redes donde parecía tener a las cobras domesticadas. Que tal si ahora esos mismos videos sirven pa' recordar qué tan peligroso puede ser jugar con la naturaleza.
Y lo peor es que este tipo estaba manoseando una cobra naja, una de las serpientes más venenosas de toda Asia. Dicen que la cobra ya se puso nerviosa, él siguió insistiendo y ahí se mandó la macana. La pobre serpiente, seguramente asustada, le soltó el aguijón en el brazo. ¡Qué sal! Uno piensa, ¿qué necesidad tenía de ponerse en esa situación?
Los testigos dicen que el mae se desplomó rapidito. Intentaron ayudarlo, pero ya iba muy tarde. Lo llevaron al hospital corríendo, pero llegó sin pulso. Imagínense el susto de la gente que presenció eso. Una cosa es ver un documental sobre animales salvajes, y otra bien distinta es ver cómo alguien muere a pocos metros tuyos. ¡Qué torta!
Ahora resulta que la cobra desapareció, se fue corriendo a quién sabe dónde. Las autoridades ambientales andan buscándola, pero es complicado. Eso sí, los expertos advierten que este tipo de prácticas, buscando likes y seguidores en las redes sociales, están fuera de control. Hay muchos otros maes igual, jugando con fuego, literalmente hablando. Este caso debería darle un buen cosquilleo a todos los que piensan que pueden desafiar a la naturaleza con impunidad.
Khan, el creador de contenido que grabó los últimos momentos de Yadav, no se anda con rodeos: “La gente no debería capturar estos animales solo por diversión o para ganar vistas en redes sociales. ¡No vale la pena arriesgar la vida!” Tiene razón, ¿eh? Al final, ¿qué ganamos con poner en riesgo nuestra integridad y la de los animales?
Este caso, lamentablemente, no es aislado. En diferentes partes de Asia, vemos cómo la ambición por la fama online lleva a la gente a hacer estupideces peligrosas. Se normalizó ver a influencers de todo tipo exponiéndose a riesgos innecesarios por unas pocas reacciones. ¡Qué nivel de inconsciencia! En India, la ley protege a la cobra naja, pero parece que a algunos no les importa mucho lo que diga la ley…
Esta tragedia nos deja varias preguntas abiertas: ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por la validación de las redes sociales? ¿Deberíamos implementar leyes más severas para regular este tipo de contenidos? ¿Cómo podemos concienciar a la gente sobre el peligro de manipular animales salvajes sin la debida formación? ¡Denme su opinión al respecto, mándale un mensaje al foro y digan lo que piensan de este asunto!
