¡Ay, mándale! Una bronca terrible sacudió a Piedra Blanca de Tabarcie de Moras la madrugada de ayer. Un muchacho, identificado como Kevin Montero, apenas con 21 años, se fue al traste luego de un choque frontal con otra moto. La noticia cayó como bomba en el pueblo, porque Kevin era un mae bien querido, siempre anda ahí dispuesto a echarle una mano.
Según nos cuentan los vecinos, el brete pasó pasaditas de la medianoche. Al parecer, Kevin iba regresando de visitar a unos amigos en Santa Ana, cuando, por causas que todavía no están claras, se cruzó de frente con otra motocicleta conducida por Randall Vargas, de 23 años. Lo que sí sabemos es que la lluvia caía a mares, así que la pista estaba resbaladísima, eso pudo haber influenciado, diay.
Cuando llegaron los paramédicos del CAIS de Puriscal, ya era demasiado tarde para Kevin. Lo atendieron rápido, pero el impacto había sido muy fuerte. Vargas, por su parte, salió peor parado; tuvo que remolcarlo hasta el Hospital San Juan de Dios en San José, donde permanece bajo observación. Esperemos que se recupere pronto, aunque esto es un mazazo para todos.
Las autoridades del OIJ tomaron cartas en el asunto y ahora están investigando qué pasó realmente. Se están revisando las declaraciones de testigos, analizando los restos de ambas motos y tratando de determinar si hubo alguna falla mecánica o si alguno de los dos manejaba distraído. ¡Uno nunca sabe! Pero esto demuestra que hay que tener cuidado en carretera, especialmente cuando llueve a cántaros.
Este tipo de tragedias nos recuerdan que la seguridad vial es fundamental, maes. Muchos jóvenes andan creyendo que son pilotos de carreras, pero la calle no es circuito cerrado. Hay que respetar las señales, usar casco y conducir con responsabilidad. No queremos ver más escenas como ésta, porque duelen a toda una comunidad. Además, a veces esos carros viejos, ¡qué cargas!, no cumplen con las medidas de seguridad necesarias.
Hablando con la familia de Kevin, la tristeza es palpable. Su mamá, doña Lilian, no paraba de llorar, diciéndonos que él era su sol, su alegría. Era un mae trabajador, que le ayudaba en casa y tenía muchas aspiraciones. Ahora, ella tendrá que afrontar esta pérdida devastadora. Imagínate el dolor… ¡Qué torta!
Y claro, esto también nos lleva a reflexionar sobre el aumento del tráfico de motocicletas en nuestras carreteras. Cada vez hay más motitos circulando, muchos de ellos sin cumplir con las normas básicas de seguridad. Las autoridades deberían ponerle lomo al tema y hacer controles más estrictos, para evitar que estas situaciones se repitan. Quizás también sería bueno invertir en campañas educativas para concientizar a los conductores sobre los riesgos de manejar una moto.
En fin, este lamentable incidente nos deja varias preguntas abiertas: ¿Deberíamos endurecer las leyes para los motociclistas? ¿Es suficiente la inversión actual en infraestructura vial segura? ¿Cómo podemos crear una cultura de respeto y responsabilidad en las carreteras? Que opinan ustedes, mis queridos foreros: ¿Qué medidas creen que serían más efectivas para prevenir accidentes de tráfico como este?
Según nos cuentan los vecinos, el brete pasó pasaditas de la medianoche. Al parecer, Kevin iba regresando de visitar a unos amigos en Santa Ana, cuando, por causas que todavía no están claras, se cruzó de frente con otra motocicleta conducida por Randall Vargas, de 23 años. Lo que sí sabemos es que la lluvia caía a mares, así que la pista estaba resbaladísima, eso pudo haber influenciado, diay.
Cuando llegaron los paramédicos del CAIS de Puriscal, ya era demasiado tarde para Kevin. Lo atendieron rápido, pero el impacto había sido muy fuerte. Vargas, por su parte, salió peor parado; tuvo que remolcarlo hasta el Hospital San Juan de Dios en San José, donde permanece bajo observación. Esperemos que se recupere pronto, aunque esto es un mazazo para todos.
Las autoridades del OIJ tomaron cartas en el asunto y ahora están investigando qué pasó realmente. Se están revisando las declaraciones de testigos, analizando los restos de ambas motos y tratando de determinar si hubo alguna falla mecánica o si alguno de los dos manejaba distraído. ¡Uno nunca sabe! Pero esto demuestra que hay que tener cuidado en carretera, especialmente cuando llueve a cántaros.
Este tipo de tragedias nos recuerdan que la seguridad vial es fundamental, maes. Muchos jóvenes andan creyendo que son pilotos de carreras, pero la calle no es circuito cerrado. Hay que respetar las señales, usar casco y conducir con responsabilidad. No queremos ver más escenas como ésta, porque duelen a toda una comunidad. Además, a veces esos carros viejos, ¡qué cargas!, no cumplen con las medidas de seguridad necesarias.
Hablando con la familia de Kevin, la tristeza es palpable. Su mamá, doña Lilian, no paraba de llorar, diciéndonos que él era su sol, su alegría. Era un mae trabajador, que le ayudaba en casa y tenía muchas aspiraciones. Ahora, ella tendrá que afrontar esta pérdida devastadora. Imagínate el dolor… ¡Qué torta!
Y claro, esto también nos lleva a reflexionar sobre el aumento del tráfico de motocicletas en nuestras carreteras. Cada vez hay más motitos circulando, muchos de ellos sin cumplir con las normas básicas de seguridad. Las autoridades deberían ponerle lomo al tema y hacer controles más estrictos, para evitar que estas situaciones se repitan. Quizás también sería bueno invertir en campañas educativas para concientizar a los conductores sobre los riesgos de manejar una moto.
En fin, este lamentable incidente nos deja varias preguntas abiertas: ¿Deberíamos endurecer las leyes para los motociclistas? ¿Es suficiente la inversión actual en infraestructura vial segura? ¿Cómo podemos crear una cultura de respeto y responsabilidad en las carreteras? Que opinan ustedes, mis queridos foreros: ¿Qué medidas creen que serían más efectivas para prevenir accidentes de tráfico como este?
