¡Ay, Dios mío! Otro golpe duro para nuestras familias. Esta semana, Aguas Zarcas nos sacudió con la triste noticia del fallecimiento de un nene de apenas tres añitos, víctima de un accidente de tráfico. Una tragedia que, lamentablemente, era totalmente evitable. Como siempre, nos toca recordar lo básico, pero parece que nunca aprendemos.
La verdad es que este caso no es aislado, ¿eh? Según datos del Hospital Nacional de Niños (HNN), los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte y discapacidad infantil en nuestro país. Germán Guerrero, de la unidad de trauma del HNN, le soltó la bomba: “Si un niño viaja sin su silla o booster y sale expelido, aunque sea parcialmente, tiene un 75% de mortalidad”. ¡75%! Eso da escalofríos, mae. Del resto, casi todos quedan con secuelas para toda la vida. Pareciera que algunos padres se olvidan que nuestros hijos no tienen la misma resistencia física que nosotros.
Lo que pasó es que el pobre nene iba sentado en el asiento delantero, justo al lado de un adulto, cuando el carro recibió un impacto por atrás. Según el reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), no dio señales de vida en el sitio. Imagínate el dolor de sus papás… pura bronca. Esto debería hacernos pensar dos veces antes de subir a nuestros hijos al carro, ¿verdad?
Y ojo, que esto no es solamente culpa del conductor que chocó. Se trata de una falla sistémica, de falta de conciencia y cumplimiento de las leyes. La ley es clara: los niños deben viajar en el asiento trasero, con la silla o el booster adecuados para su edad, peso y estatura. No hay excepciones, ni siquiera para ir a comprar pan a la esquina. ¡No hace falta ir a 80 kilómetros por hora para que algo salga terriblemente mal!
El HNN está viendo cómo aumentan las hospitalizaciones por accidentes. Entre enero y octubre de 2025, ya superaron los 106 egresos, ¡más que todo el año anterior! Desde el 2020 hasta hoy han contabilizado 504 menores hospitalizados por estos percances, la mayoría varoncitos. Las lesiones más comunes son traumas en la cabeza, esas que dejan secuelas de por vida. Estos números nos dicen que tenemos un problema serio y que necesitamos actuar ya.
¿Y qué pasa con las sillas de auto? Muchos padres no saben cómo instalarlas correctamente o, peor aún, improvisan con almohadas o mantas para asegurar al niño. ¡Eso es jugar con fuego! Guerrero nos explica que las correas deben quedar firmes, sin holguras. Una simple manta puede significar la diferencia entre la vida y la muerte en caso de un accidente. Y ni hablar de usar el cinturón de seguridad normal para un niño pequeño; ¡eso no sirve pa’ nada!
Ahora que estamos entrando en temporada navideña, y vamos a haber más carros en la carretera, el hospital está haciendo hincapié en la importancia de proteger a los niños en bicicletas, patinetas y patines. Dicen que el mejor regalo que podemos darles no es la bici nueva, sino el casco que la acompañe. Ya hemos visto casos horribles de niños con discapacidades permanentes por caídas simples. ¡Más vale prevenir que lamentar, mi gente!
Entonces, dime tú... Con tanta información y recordatorios, ¿qué crees que debemos hacer como sociedad para evitar estas tragedias tan dolorosas y proteger a nuestros niños en las carreteras? ¿Es suficiente la educación vial, o deberíamos implementar medidas más estrictas, como multas más altas para quienes incumplan las normas de seguridad?
La verdad es que este caso no es aislado, ¿eh? Según datos del Hospital Nacional de Niños (HNN), los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte y discapacidad infantil en nuestro país. Germán Guerrero, de la unidad de trauma del HNN, le soltó la bomba: “Si un niño viaja sin su silla o booster y sale expelido, aunque sea parcialmente, tiene un 75% de mortalidad”. ¡75%! Eso da escalofríos, mae. Del resto, casi todos quedan con secuelas para toda la vida. Pareciera que algunos padres se olvidan que nuestros hijos no tienen la misma resistencia física que nosotros.
Lo que pasó es que el pobre nene iba sentado en el asiento delantero, justo al lado de un adulto, cuando el carro recibió un impacto por atrás. Según el reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), no dio señales de vida en el sitio. Imagínate el dolor de sus papás… pura bronca. Esto debería hacernos pensar dos veces antes de subir a nuestros hijos al carro, ¿verdad?
Y ojo, que esto no es solamente culpa del conductor que chocó. Se trata de una falla sistémica, de falta de conciencia y cumplimiento de las leyes. La ley es clara: los niños deben viajar en el asiento trasero, con la silla o el booster adecuados para su edad, peso y estatura. No hay excepciones, ni siquiera para ir a comprar pan a la esquina. ¡No hace falta ir a 80 kilómetros por hora para que algo salga terriblemente mal!
El HNN está viendo cómo aumentan las hospitalizaciones por accidentes. Entre enero y octubre de 2025, ya superaron los 106 egresos, ¡más que todo el año anterior! Desde el 2020 hasta hoy han contabilizado 504 menores hospitalizados por estos percances, la mayoría varoncitos. Las lesiones más comunes son traumas en la cabeza, esas que dejan secuelas de por vida. Estos números nos dicen que tenemos un problema serio y que necesitamos actuar ya.
¿Y qué pasa con las sillas de auto? Muchos padres no saben cómo instalarlas correctamente o, peor aún, improvisan con almohadas o mantas para asegurar al niño. ¡Eso es jugar con fuego! Guerrero nos explica que las correas deben quedar firmes, sin holguras. Una simple manta puede significar la diferencia entre la vida y la muerte en caso de un accidente. Y ni hablar de usar el cinturón de seguridad normal para un niño pequeño; ¡eso no sirve pa’ nada!
Ahora que estamos entrando en temporada navideña, y vamos a haber más carros en la carretera, el hospital está haciendo hincapié en la importancia de proteger a los niños en bicicletas, patinetas y patines. Dicen que el mejor regalo que podemos darles no es la bici nueva, sino el casco que la acompañe. Ya hemos visto casos horribles de niños con discapacidades permanentes por caídas simples. ¡Más vale prevenir que lamentar, mi gente!
Entonces, dime tú... Con tanta información y recordatorios, ¿qué crees que debemos hacer como sociedad para evitar estas tragedias tan dolorosas y proteger a nuestros niños en las carreteras? ¿Es suficiente la educación vial, o deberíamos implementar medidas más estrictas, como multas más altas para quienes incumplan las normas de seguridad?