¡Ay, Dios mío! Quién lo iba a decir... El dólar se nos fue pa' abajo como pura papaya madura. Este miércoles, llegó a unos increíbles ¢490,17 en el Mercado de Monedas Extranjeras. Un cambiacio así no se veía en estos barrios desde hacía tanto tiempo que ni me acuerdo, ¡casi 19 años, créanmelo!
Y eso no es todo, varones. Se negociaron más de cien millones de billetes verdes – ¡$111,173,000 para ser exactos!– muchísimo movimiento, diay. En las ventanillas de los bancos, tanto los chinos como los nacionales, te vendían el dólar hasta en casi quinientos colones, mientras que si querías comprarlo, te lo daban más barato, entre ¢478 y ¢484. Todo esto lo confirmó el Banco Central, así que no es inventao.
Lo que más me tiene boquiabierto es que esta es la cifra más baja del dólar desde el lejano 2006, cuando todavía andábamos revoloteando alrededor del Monex recién inaugurado. ¡Eso es muchísimo tiempo, mae! Parece que la cosa cambió radicalmente, y vaya que sí.
Pero, ¿quién está comprando y quién vendiendo? Pues resulta que el Banco Central se fajó a comprarle unos sesenta millones de dólares a la gente, y además le compró catorce millones más al sistema público no bancario. Una movida importante para tratar de mantener la calma en el mercado, vamos.
Este bajón del dólar ya lleva nueve sesiones consecutivas. Desde mediados de noviembre, la mayoría de los días hemos visto al dólar por debajo de los ¢500. Una verdadera sorpresa para muchos, que estaban acostumbrados a ver la moneda extranjera inflada. Parece que por fin tenemos un respiro en las cuentas.
Algunos expertos dicen que el techo máximo al que podría llegar el dólar para finales de este año es de ¢510. No sé yo, parece una cifra alcanzable, aunque siempre hay que tomar esas predicciones con pinzas. Lo cierto es que ahora mismo estamos disfrutando de un buen momento y espero que dure, porque la economía tica necesita un empujoncito como nadie.
Ahora, si bien esta depreciación del dólar nos beneficia a nosotros, a los consumidores, y a aquellos con deudas en dólares, el Observador también advierte que esto podría afectar a nuestras exportaciones. Resulta que nuestros productos se vuelven más caros en comparación con los de países como Chile, República Dominicana o México. ¡Qué carga! Porque precisamente el sector externo es quien más impulsa nuestra economía, y si se complica, nos va a tocar sudar la gota gorda.
En resumen, un panorama interesante, lleno de altibajos. Esta entrada de divisas por el turismo y el pago de aguinaldos ha ayudado a bajar el valor del dólar, lo cual es positivo para el bolsillo del tico común, pero a la vez plantea desafíos para el futuro. ¿Ustedes creen que esta tendencia a la baja continuará, o deberíamos prepararnos para un nuevo repunte pronto? Dejen sus opiniones en el foro, ¡me interesa saber qué piensan ustedes sobre esta vara!
Y eso no es todo, varones. Se negociaron más de cien millones de billetes verdes – ¡$111,173,000 para ser exactos!– muchísimo movimiento, diay. En las ventanillas de los bancos, tanto los chinos como los nacionales, te vendían el dólar hasta en casi quinientos colones, mientras que si querías comprarlo, te lo daban más barato, entre ¢478 y ¢484. Todo esto lo confirmó el Banco Central, así que no es inventao.
Lo que más me tiene boquiabierto es que esta es la cifra más baja del dólar desde el lejano 2006, cuando todavía andábamos revoloteando alrededor del Monex recién inaugurado. ¡Eso es muchísimo tiempo, mae! Parece que la cosa cambió radicalmente, y vaya que sí.
Pero, ¿quién está comprando y quién vendiendo? Pues resulta que el Banco Central se fajó a comprarle unos sesenta millones de dólares a la gente, y además le compró catorce millones más al sistema público no bancario. Una movida importante para tratar de mantener la calma en el mercado, vamos.
Este bajón del dólar ya lleva nueve sesiones consecutivas. Desde mediados de noviembre, la mayoría de los días hemos visto al dólar por debajo de los ¢500. Una verdadera sorpresa para muchos, que estaban acostumbrados a ver la moneda extranjera inflada. Parece que por fin tenemos un respiro en las cuentas.
Algunos expertos dicen que el techo máximo al que podría llegar el dólar para finales de este año es de ¢510. No sé yo, parece una cifra alcanzable, aunque siempre hay que tomar esas predicciones con pinzas. Lo cierto es que ahora mismo estamos disfrutando de un buen momento y espero que dure, porque la economía tica necesita un empujoncito como nadie.
Ahora, si bien esta depreciación del dólar nos beneficia a nosotros, a los consumidores, y a aquellos con deudas en dólares, el Observador también advierte que esto podría afectar a nuestras exportaciones. Resulta que nuestros productos se vuelven más caros en comparación con los de países como Chile, República Dominicana o México. ¡Qué carga! Porque precisamente el sector externo es quien más impulsa nuestra economía, y si se complica, nos va a tocar sudar la gota gorda.
En resumen, un panorama interesante, lleno de altibajos. Esta entrada de divisas por el turismo y el pago de aguinaldos ha ayudado a bajar el valor del dólar, lo cual es positivo para el bolsillo del tico común, pero a la vez plantea desafíos para el futuro. ¿Ustedes creen que esta tendencia a la baja continuará, o deberíamos prepararnos para un nuevo repunte pronto? Dejen sus opiniones en el foro, ¡me interesa saber qué piensan ustedes sobre esta vara!