¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con el circo político, má’e. Resulta que Laura Fernández, la candidata de Pueblo Soberano, quería estar metiendo baza en todos lados, aprovechándose de que el gobierno aún tiene el control de algunas cositas. Pero el Tribunal Supremos de Elecciones (TSE) le tuvo que ponerle los pies en corto, porque aparentemente, no todo vale en este brete de campaña.
La cosa empezó cuando algunos ciudadanos, pa' no decir un señor llamado Toruño – sí, como el toruno, vaya vara–, presentaron un recurso de amparo electoral acusándola de hacer alusiones al “proyecto rodriguista” y a los “jaguares” en actos oficiales. Según el denunciante, ella estaba usando esos eventos pa’ promocionarse y, bueno, hacerse efectiva como futura presidenta, imagínate la cosa. ¡Qué vaina!
El TSE analizó bien la situación y, aunque admitió que los candidatos pueden asistir a estos eventos, les dejó clarito que no se pueden andar por ahí buscando chamba fácil. Le dijeron que no podían usar esos espacios para convertirlo en un palco partidista, porque eso compromete la neutralidad de los funcionarios públicos. ¡Y razón tienen, eh! Que no vayan a empezar a regalar chunches con su cara y esas cosas.
“Los funcionarios tienen que mantener la calma y actuar con temple”, declaró el TSE. “Si alguien muestra simpatía o antipatía hacia un candidato, se va a meter en un lío gordo, con responsabilidades electorales y hasta sanciones administrativas por mal uso de fondos públicos”. Vamos, que si empiezan a jugar sucio, van a pagar caro. Y con razón, porque esto no es novela.
Además, el tribunal recalcó que la asistencia a eventos gubernamentales no es excusa para favorecer a nadie. Que no anden ahí promoviendo proyectos específicos o figura política, porque si no, también se les viene encima. ¡Que quede claro! Esto no es el carnaval, muchachos; estamos hablando de elecciones y de respetar las reglas del juego.
Ahora, uno se pregunta qué tan influenciado estaba el gobierno con estas apariciones de Laura Fernández. ¿Estaban cediendo terreno ante sus intereses políticos? ¿Se estaban dejando llevar por la presión? Estas son preguntas que ameritan una investigación más profunda, porque si hay gato debajo de la alfombra, hay que sacarlo a la luz. La transparencia siempre ha sido un problema en este país, diay.
Y como dicen por ahí, ‘más vale pájaro en mano que cien volando’. Laura Fernández tendrá que replantearse su estrategia y buscar otras formas de llegar al corazón de los votantes. Quizás enfocarse en propuestas concretas y dejar de depender tanto del apoyo del gobierno. Porque al final, el pueblo decide, y el pueblo no se deja engañar fácilmente. Al menos eso esperamos, ¿eh?
Bueno, ahora dime tú: ¿crees que el TSE hizo bien en ponerle freno a Laura Fernández o debería haberle dado más libertad para participar en actos oficiales? ¿Es posible mantener la neutralidad en tiempos de campaña o la politiquería siempre termina infiltrándose en todas partes? Déjanos tus opiniones en los comentarios, vamos a armar un buen debate, ¡que no falte!
La cosa empezó cuando algunos ciudadanos, pa' no decir un señor llamado Toruño – sí, como el toruno, vaya vara–, presentaron un recurso de amparo electoral acusándola de hacer alusiones al “proyecto rodriguista” y a los “jaguares” en actos oficiales. Según el denunciante, ella estaba usando esos eventos pa’ promocionarse y, bueno, hacerse efectiva como futura presidenta, imagínate la cosa. ¡Qué vaina!
El TSE analizó bien la situación y, aunque admitió que los candidatos pueden asistir a estos eventos, les dejó clarito que no se pueden andar por ahí buscando chamba fácil. Le dijeron que no podían usar esos espacios para convertirlo en un palco partidista, porque eso compromete la neutralidad de los funcionarios públicos. ¡Y razón tienen, eh! Que no vayan a empezar a regalar chunches con su cara y esas cosas.
“Los funcionarios tienen que mantener la calma y actuar con temple”, declaró el TSE. “Si alguien muestra simpatía o antipatía hacia un candidato, se va a meter en un lío gordo, con responsabilidades electorales y hasta sanciones administrativas por mal uso de fondos públicos”. Vamos, que si empiezan a jugar sucio, van a pagar caro. Y con razón, porque esto no es novela.
Además, el tribunal recalcó que la asistencia a eventos gubernamentales no es excusa para favorecer a nadie. Que no anden ahí promoviendo proyectos específicos o figura política, porque si no, también se les viene encima. ¡Que quede claro! Esto no es el carnaval, muchachos; estamos hablando de elecciones y de respetar las reglas del juego.
Ahora, uno se pregunta qué tan influenciado estaba el gobierno con estas apariciones de Laura Fernández. ¿Estaban cediendo terreno ante sus intereses políticos? ¿Se estaban dejando llevar por la presión? Estas son preguntas que ameritan una investigación más profunda, porque si hay gato debajo de la alfombra, hay que sacarlo a la luz. La transparencia siempre ha sido un problema en este país, diay.
Y como dicen por ahí, ‘más vale pájaro en mano que cien volando’. Laura Fernández tendrá que replantearse su estrategia y buscar otras formas de llegar al corazón de los votantes. Quizás enfocarse en propuestas concretas y dejar de depender tanto del apoyo del gobierno. Porque al final, el pueblo decide, y el pueblo no se deja engañar fácilmente. Al menos eso esperamos, ¿eh?
Bueno, ahora dime tú: ¿crees que el TSE hizo bien en ponerle freno a Laura Fernández o debería haberle dado más libertad para participar en actos oficiales? ¿Es posible mantener la neutralidad en tiempos de campaña o la politiquería siempre termina infiltrándose en todas partes? Déjanos tus opiniones en los comentarios, vamos a armar un buen debate, ¡que no falte!