¡Ay, Dios mío! Resulta que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le dio un buen churro a las fuerzas policiales y municipales. Parece que algunos estaban pensando que podían meterse en política durante las próximas elecciones, y el TSE dijo “¡Quieto ahí!”. Ahora tienen que seguir unas reglas bien claras para que todo ande como debería, sin broncas ni fajalos.
Como ya saben, las elecciones son cruciales para mantener la democracia en este país, y el TSE quiere asegurarse de que todo salga rodado. Han recordado a todos los policías –y no solo a los nacionales, sino también a los municipales– que tienen que colaborar con los funcionarios electorales, especialmente con los delegados. Imaginen, si los policías no ayudan, ¡qué fieston sería! Tendríamos que armar un brete para organizar todo.
Y ojo, porque también recalcaron lo de los carros. Aquellos vehículos con la placa especial de las elecciones, o los que usan los delegados del CND, pueden circular sin problema, aunque estén en zona de restricción. Así que, autoridades de tránsito, ¡ya saben! Que no anden sacando papeletas por eso, ¡sería qué sal!
Además, el TSE nos recordó que los funcionarios electorales y los delegados pueden aparcar donde quieran, aunque sea en lugares restringidos, sin tener que pagarle al parquímetro. Un alivio para los bolsillos, porque entre tanto papeleo y trabajo, nadie quiere gastar en parqueo.
Pero la verdadera carga viene con lo de la seguridad. Las fuerzas policiales van a estar involucradas en la custodia del material electoral, el traslado de urnas y toda la movida para que las cosas salgan tranquilitas el día de la votación. ¡Un trabajo descomunal!, pero vital para que podamos elegir a nuestros representantes en paz y armonía, diay.
Sin embargo, el TSE no se anda con rodeos: cualquier funcionario electoral o delegado que haga alguna vaina rara, que trate de aprovecharse de su posición para favorecer a algún partido, va directo a la picota. La Dirección General del Registro Electoral estará pendiente de cualquier abuso y tomará cartas en el asunto. ¡No hay lugar para las pillerías!
Y ahora, la parte que a muchos nos preocupa: ¿por qué demonios algunos policías creen que pueden meterse en política? El TSE dejó clarísimo que están terminantemente prohibidos de participar en actividades de partidos, asistir a sus reuniones, usar su influencia para apoyar a alguien, o pegar calcomanías partidarias en sus casas o carros. ¡Es que, literalmente, se fueron al traste si hacen eso! El castigo es la destitución y hasta cuatro años sin poder ocupar ningún cargo público. ¡Qué brrr!
Así que, con esto quedó todo dicho. El TSE puso las reglas del juego, y ahora depende de las fuerzas policiales cumplirlas. Esperemos que sí, porque si no, vamos a tener un chapucero en las elecciones. Ahora pregunto: ¿Usted cree que realmente los policías entenderán estas directrices y se abstendrán de meterse en política, o estamos ante otro fiasco electoral?
Como ya saben, las elecciones son cruciales para mantener la democracia en este país, y el TSE quiere asegurarse de que todo salga rodado. Han recordado a todos los policías –y no solo a los nacionales, sino también a los municipales– que tienen que colaborar con los funcionarios electorales, especialmente con los delegados. Imaginen, si los policías no ayudan, ¡qué fieston sería! Tendríamos que armar un brete para organizar todo.
Y ojo, porque también recalcaron lo de los carros. Aquellos vehículos con la placa especial de las elecciones, o los que usan los delegados del CND, pueden circular sin problema, aunque estén en zona de restricción. Así que, autoridades de tránsito, ¡ya saben! Que no anden sacando papeletas por eso, ¡sería qué sal!
Además, el TSE nos recordó que los funcionarios electorales y los delegados pueden aparcar donde quieran, aunque sea en lugares restringidos, sin tener que pagarle al parquímetro. Un alivio para los bolsillos, porque entre tanto papeleo y trabajo, nadie quiere gastar en parqueo.
Pero la verdadera carga viene con lo de la seguridad. Las fuerzas policiales van a estar involucradas en la custodia del material electoral, el traslado de urnas y toda la movida para que las cosas salgan tranquilitas el día de la votación. ¡Un trabajo descomunal!, pero vital para que podamos elegir a nuestros representantes en paz y armonía, diay.
Sin embargo, el TSE no se anda con rodeos: cualquier funcionario electoral o delegado que haga alguna vaina rara, que trate de aprovecharse de su posición para favorecer a algún partido, va directo a la picota. La Dirección General del Registro Electoral estará pendiente de cualquier abuso y tomará cartas en el asunto. ¡No hay lugar para las pillerías!
Y ahora, la parte que a muchos nos preocupa: ¿por qué demonios algunos policías creen que pueden meterse en política? El TSE dejó clarísimo que están terminantemente prohibidos de participar en actividades de partidos, asistir a sus reuniones, usar su influencia para apoyar a alguien, o pegar calcomanías partidarias en sus casas o carros. ¡Es que, literalmente, se fueron al traste si hacen eso! El castigo es la destitución y hasta cuatro años sin poder ocupar ningún cargo público. ¡Qué brrr!
Así que, con esto quedó todo dicho. El TSE puso las reglas del juego, y ahora depende de las fuerzas policiales cumplirlas. Esperemos que sí, porque si no, vamos a tener un chapucero en las elecciones. Ahora pregunto: ¿Usted cree que realmente los policías entenderán estas directrices y se abstendrán de meterse en política, o estamos ante otro fiasco electoral?
