¡Aguante, pura vida y un bronceazo que pa’ qué! Matías Andino Castellano, un jovencito del Colegio Saint John Baptist, se mandó una chimba histórica en la Olimpiada Juvenil Internacional de Ciencias, llevándose la medalla de bronce. Este muchacho nos demostró que el cerebro tico sí sabe darle duro a los desafíos internacionales, dejando atrás a otros competidores con una actuación digna de aplausos.
La XXII Olimpiada Juvenil Internacional de Ciencias (JJSO) se rifó del 23 de noviembre al 2 de diciembre en Sochi, Rusia, y nuestro pana Andino fue figura clave representando a Costa Rica. En medio de 24 delegaciones, cada una compuesta por seis estudiantes super seleccionados de sus países, él brilló con luz propia, enfrentando retos teóricos y experimentales en Biología, Química y Física. ¡Imagínate la presión!
Pero no llegó ahí de forma casual, ¡esto requirió sudor y sacrificio! Andino Castellano, junto a Rafael Sancho Dive, Mauricio Chaverri Trelles, Ignacio Camacho Redondo, Gabriel Herrera Barrantes y Santiago Bulgarelli Rivera, todos ganadores de la Olimpiada Costarricense de Ciencias 2024, pasaron un año entero preparándose a conciencia. Imagínense entrenando en Química, Física y Biología… ¡los fines de semana incluidos! Se nota que le echaron ganas, diay.
Y ni hablar de los tutores que los apoyaron, esos mae se fajaron a darles toda la información necesaria para que pudieran competir a un nivel tan alto. Katya Bermúdez Campos (Física), Kenneth Castillo Rodríguez (Biología – jefe de delegación) y Randall Syedd León (Química), todos provenientes de la UNED y la UNA, trabajaron incansablemente para preparar a estos jóvenes científicos. ¡Es un esfuerzo colectivo que vale la pena destacar!
Castillo Rodríguez, bien contento, nos comentó: “Ver a estos estudiantes llegar a instancias como esta es sumamente satisfactorio. Sabemos todo el trabajo que hay detrás, desde los procesos selectivos hasta los entrenamientos intensivos en las universidades públicas. Requiere disciplina, compromiso y mucha pasión por las ciencias”. ¡Así se habla, profe! Ese es el espíritu que necesitamos para impulsar la ciencia en nuestro país.
Syedd León, agregando su punto de vista, resaltó la importancia de la inversión estatal en programas académicos como este. Según él, “esta inversión nos permite visibilizar los logros nacionales, potenciar las habilidades científicas de nuestros estudiantes y promover las vocaciones científicas entre los jóvenes”. ¡Que siga así, mi gente! Invertir en educación es invertir en el futuro de Costa Rica.
Lo bueno es que el país anfitrión se puso las pilas y cubrió los gastos de estancia, comida y actividades educativas de los estudiantes en el Centro Educativo Sirius, un lugar de ensueño para el desarrollo de jóvenes talentosos. Además, el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) se encargó del transporte aéreo, demostrando que existe voluntad política para apoyar a nuestros representantes en competencias internacionales. ¡Eso sí es trabajar bien!
En fin, ¡tremenda hazaña para Matías y todo el equipo! Demostraron que con esfuerzo, dedicación y una buena dosis de pura vida, podemos alcanzar metas increíbles. Ahora, me pregunto: ¿Cómo crees tú que podríamos fortalecer aún más la formación científica en nuestras escuelas y universidades para seguir generando talento como este? ¿Qué medidas considera necesarias para fomentar una cultura de investigación y desarrollo en Costa Rica?
La XXII Olimpiada Juvenil Internacional de Ciencias (JJSO) se rifó del 23 de noviembre al 2 de diciembre en Sochi, Rusia, y nuestro pana Andino fue figura clave representando a Costa Rica. En medio de 24 delegaciones, cada una compuesta por seis estudiantes super seleccionados de sus países, él brilló con luz propia, enfrentando retos teóricos y experimentales en Biología, Química y Física. ¡Imagínate la presión!
Pero no llegó ahí de forma casual, ¡esto requirió sudor y sacrificio! Andino Castellano, junto a Rafael Sancho Dive, Mauricio Chaverri Trelles, Ignacio Camacho Redondo, Gabriel Herrera Barrantes y Santiago Bulgarelli Rivera, todos ganadores de la Olimpiada Costarricense de Ciencias 2024, pasaron un año entero preparándose a conciencia. Imagínense entrenando en Química, Física y Biología… ¡los fines de semana incluidos! Se nota que le echaron ganas, diay.
Y ni hablar de los tutores que los apoyaron, esos mae se fajaron a darles toda la información necesaria para que pudieran competir a un nivel tan alto. Katya Bermúdez Campos (Física), Kenneth Castillo Rodríguez (Biología – jefe de delegación) y Randall Syedd León (Química), todos provenientes de la UNED y la UNA, trabajaron incansablemente para preparar a estos jóvenes científicos. ¡Es un esfuerzo colectivo que vale la pena destacar!
Castillo Rodríguez, bien contento, nos comentó: “Ver a estos estudiantes llegar a instancias como esta es sumamente satisfactorio. Sabemos todo el trabajo que hay detrás, desde los procesos selectivos hasta los entrenamientos intensivos en las universidades públicas. Requiere disciplina, compromiso y mucha pasión por las ciencias”. ¡Así se habla, profe! Ese es el espíritu que necesitamos para impulsar la ciencia en nuestro país.
Syedd León, agregando su punto de vista, resaltó la importancia de la inversión estatal en programas académicos como este. Según él, “esta inversión nos permite visibilizar los logros nacionales, potenciar las habilidades científicas de nuestros estudiantes y promover las vocaciones científicas entre los jóvenes”. ¡Que siga así, mi gente! Invertir en educación es invertir en el futuro de Costa Rica.
Lo bueno es que el país anfitrión se puso las pilas y cubrió los gastos de estancia, comida y actividades educativas de los estudiantes en el Centro Educativo Sirius, un lugar de ensueño para el desarrollo de jóvenes talentosos. Además, el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) se encargó del transporte aéreo, demostrando que existe voluntad política para apoyar a nuestros representantes en competencias internacionales. ¡Eso sí es trabajar bien!
En fin, ¡tremenda hazaña para Matías y todo el equipo! Demostraron que con esfuerzo, dedicación y una buena dosis de pura vida, podemos alcanzar metas increíbles. Ahora, me pregunto: ¿Cómo crees tú que podríamos fortalecer aún más la formación científica en nuestras escuelas y universidades para seguir generando talento como este? ¿Qué medidas considera necesarias para fomentar una cultura de investigación y desarrollo en Costa Rica?