¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, acá en Costa Rica nos topamos con cosas que ni en sueños. Resulta que un mae de Alajuela, Gabriel Bolaños, se convirtió en héroe nacional este fin de semana al rescatar un mapache varadito en medio de una inundación tremenda en El Alto de Guadalupe. La historia es tan particular que hasta Waze parece haber tenido la culpa, mandándolo por una ruta que parecía sacada de una película de desastres naturales.
Según el relato del propio Gabriel, andaba con su esposa e hija regresando de un brete de trabajo en Goicoechea, cuando la aplicación de navegación lo llevó por una calle que estaba colmada de agua. Entre el chapoteo y buscando dónde parar, vio al pobre mapachito aferrado a la tapa de una alcantarilla, luchando contra la corriente. "Fue como decir, qué sal, justo acá me toca esto", comentó riendo, relatando el momento impactante. Imagínense la cara de susto de la familia al ver al bichillo en peligro, ¡una escena digna de TikTok!
Sin pensarlo dos veces, Gabriel detuvo el carro y, valga la redundancia, se metió al agua. Agarró la primera camiseta que encontró –"con lo que traía, como decía aquella señora de Limón”– y se lanzó a salvar al animalito. Ahora, los mapaches no precisamente son conocidos por ser amiguitos, tienen su reputación de ser raritos y hasta peligrosos, con historias de rabia y otras enfermedades. Pero Gabriel, con el corazón en la mano, lo abordó con calma, diciéndole al mapache que lo iba a agarrar, casi pidiéndole permiso. ¡Un mae con más gallardía que pitbull!
El bichillo, visiblemente agobiado, se dejó ayudar sin mucha resistencia. Gabriel lo tomó con cuidado, evitando cualquier percance, y lo trasladó a un árbol cercano, donde pudo refugiarse y recuperar el aliento. Imaginen la satisfacción de saber que has hecho una buena acción, de haberle salvado la vida a un ser vivo. Además, ¿quién puede negar que los mapaches, a pesar de su fama, tienen su encanto?
Este no es el primer acto heroico de Gabriel. Parece que el mae tiene un don especial para ayudar a los animales. Dice que desde carillito siempre le ha dado por sacar bichillos de la calle, desde yigüirros hasta boas enormes que la gente maje la cola para que se vayan. "Siempre he manejado un bajo perfil con estas vainas, pero esto se me salió de las manos completamente. Una lorada, ¡pero qué chévere!”, exclamó emocionado.
Las redes sociales estallaron de reacciones ante el rescate. La gente se sintió identificada con la valentía de Gabriel y con su amor por los animales. Recibió montones de comentarios positivos, felicitándolo por su gesto solidario. "Es bueno ver a gente así, que se preocupa por los animales y los ayuda”, comentaba una usuaria en Facebook. Mientras tanto, en su propia casa, conviven con tres perros, incluyendo una pug rescatada, y tres gatos, demostrando que la solidaridad va más allá de un simple rescate viral.
Y hablando de hogares llenos de amor peludo, Gabriel alentó a todas las personas a ayudar a los animales cuando los vean necesitados. Les recordó que, aunque sean salvajes, merecen nuestra compasión y asistencia. Después de todo, compartimos este país y este planeta, y debemos cuidarnos mutuamente, incluidos los bichillos que lo necesitan. Este mae nos da un buen ejemplo a seguir, ¿eh?
¿Ustedes qué opinan? ¿Alguna vez han vivido una experiencia similar con algún animal en apuros? ¿Creen que deberíamos fortalecer las leyes de protección animal en Costa Rica para evitar tragedias como ésta y asegurar que reciban el apoyo que necesitan? ¡Déjenme sus comentarios y cuenten sus historias!
Según el relato del propio Gabriel, andaba con su esposa e hija regresando de un brete de trabajo en Goicoechea, cuando la aplicación de navegación lo llevó por una calle que estaba colmada de agua. Entre el chapoteo y buscando dónde parar, vio al pobre mapachito aferrado a la tapa de una alcantarilla, luchando contra la corriente. "Fue como decir, qué sal, justo acá me toca esto", comentó riendo, relatando el momento impactante. Imagínense la cara de susto de la familia al ver al bichillo en peligro, ¡una escena digna de TikTok!
Sin pensarlo dos veces, Gabriel detuvo el carro y, valga la redundancia, se metió al agua. Agarró la primera camiseta que encontró –"con lo que traía, como decía aquella señora de Limón”– y se lanzó a salvar al animalito. Ahora, los mapaches no precisamente son conocidos por ser amiguitos, tienen su reputación de ser raritos y hasta peligrosos, con historias de rabia y otras enfermedades. Pero Gabriel, con el corazón en la mano, lo abordó con calma, diciéndole al mapache que lo iba a agarrar, casi pidiéndole permiso. ¡Un mae con más gallardía que pitbull!
El bichillo, visiblemente agobiado, se dejó ayudar sin mucha resistencia. Gabriel lo tomó con cuidado, evitando cualquier percance, y lo trasladó a un árbol cercano, donde pudo refugiarse y recuperar el aliento. Imaginen la satisfacción de saber que has hecho una buena acción, de haberle salvado la vida a un ser vivo. Además, ¿quién puede negar que los mapaches, a pesar de su fama, tienen su encanto?
Este no es el primer acto heroico de Gabriel. Parece que el mae tiene un don especial para ayudar a los animales. Dice que desde carillito siempre le ha dado por sacar bichillos de la calle, desde yigüirros hasta boas enormes que la gente maje la cola para que se vayan. "Siempre he manejado un bajo perfil con estas vainas, pero esto se me salió de las manos completamente. Una lorada, ¡pero qué chévere!”, exclamó emocionado.
Las redes sociales estallaron de reacciones ante el rescate. La gente se sintió identificada con la valentía de Gabriel y con su amor por los animales. Recibió montones de comentarios positivos, felicitándolo por su gesto solidario. "Es bueno ver a gente así, que se preocupa por los animales y los ayuda”, comentaba una usuaria en Facebook. Mientras tanto, en su propia casa, conviven con tres perros, incluyendo una pug rescatada, y tres gatos, demostrando que la solidaridad va más allá de un simple rescate viral.
Y hablando de hogares llenos de amor peludo, Gabriel alentó a todas las personas a ayudar a los animales cuando los vean necesitados. Les recordó que, aunque sean salvajes, merecen nuestra compasión y asistencia. Después de todo, compartimos este país y este planeta, y debemos cuidarnos mutuamente, incluidos los bichillos que lo necesitan. Este mae nos da un buen ejemplo a seguir, ¿eh?
¿Ustedes qué opinan? ¿Alguna vez han vivido una experiencia similar con algún animal en apuros? ¿Creen que deberíamos fortalecer las leyes de protección animal en Costa Rica para evitar tragedias como ésta y asegurar que reciban el apoyo que necesitan? ¡Déjenme sus comentarios y cuenten sus historias!