Mae, levante la mano el que no pega un grito al cielo cada vez que llega el recibo de la luz. Diay, es casi un deporte nacional revisar esa factura y buscarle los cuatro pelos al gato para entender por qué subió. Por eso, cuando sale una noticia como esta, uno por lo menos arquea una ceja con interés. Resulta que el ICE, nuestro querido Instituto Costarricense de Electricidad, le está tocando la puerta a la ARESEP para pedir una rebaja en las tarifas eléctricas para el próximo año. Y no es cualquier vara, están hablando de un -2,6% para el grueso de la población: residencias y comercios. ¡Qué tuanis sería ver eso reflejado de verdad en el recibo a fin de mes!
Ahora, vamos a la carnita del asunto, porque el diablo está en los detalles. Esta propuesta no es un número sacado de la manga. El ICE la desglosa así: la rebaja más fuerte, de un -6,9%, sería en el sistema de generación (o sea, en la "fábrica" de la electricidad). Luego, en la distribución, que es el cableado que llega hasta nuestros chunches, la rebaja sería de un -2,6%. Esto, en buen tico, significa que el costo base de producir la energía bajaría bastante. Y ojo al dato para la gente que está en el mundo del brete pesado: las industrias "electrointensivas" –esas empresas gigantes que chupan luz como si no hubiera un mañana– también verían un alivio de un -2,3%. No suena a mucho, pero para una fábrica de ese calibre, es un platal.
"Ajá", dirán ustedes, "¿y de dónde sale tanta belleza?". Según Marco Acuña, el presi del Grupo ICE, la magia viene de varios frentes. Primero, parece que el ICE se está poniendo las pilas haciendo buenos negocios en el Mercado Eléctrico Regional (MER). En resumen: le estamos vendiendo más energía a nuestros vecinos de Centroamérica y comprándoles menos. Eso significa que está entrando más platica y saliendo menos. Segundo, y esto es clave, se proyecta que vamos a usar menos combustible para encender las plantas de respaldo. Menos quema de búnker o diésel significa menos gasto, y esa es una de las variables que más nos ha golpeado el bolsillo en años pasados. Es una buena vara por donde se le vea.
Lo que sí es de aplaudir, y hay que decirlo, es que de aprobarse esta movida, sería el tercer año consecutivo que las tarifas eléctricas bajan o se mantienen estables en lugar de subir. Después de años de solo ver flechas para arriba, tres años al hilo con rebajas... diay, ¡qué nivel! Acuña también le tira flores al efecto que esto tendría en la economía, diciendo que beneficia a las industrias de alta tensión y eso ayuda a "la generación y la retención de puestos de trabajo". La lógica es simple: si a una empresa grande le cuesta menos producir, tiene más margen para contratar gente o, por lo menos, para no echar a la que ya tiene. Un argumento bastante sólido en estos tiempos.
Pero bueno, maes, no empecemos a celebrar y a dejar todas las luces de la casa prendidas todavía. Recordemos el proceso: el ICE propone, pero la ARESEP dispone. La Autoridad Reguladora ahora tiene que agarrar esa propuesta, meterla bajo la lupa, hacer audiencias públicas y decidir si la aprueba tal cual, le hace cambios o, en el peor de los casos, la rechaza. Aquí es donde la cosa se puede poner color de hormiga. Así que, la pregunta del millón para el foro es: ¿Creen que la ARESEP le dé el visto bueno a la propuesta del ICE así de una? ¿O creen que le van a meter algún tijeretazo? Y la más importante: si pasa, ¿de verdad creen que vamos a sentir ese alivianito en la billetera o se lo va a terminar comiendo la inflación por otro lado? ¡Los leo!
Ahora, vamos a la carnita del asunto, porque el diablo está en los detalles. Esta propuesta no es un número sacado de la manga. El ICE la desglosa así: la rebaja más fuerte, de un -6,9%, sería en el sistema de generación (o sea, en la "fábrica" de la electricidad). Luego, en la distribución, que es el cableado que llega hasta nuestros chunches, la rebaja sería de un -2,6%. Esto, en buen tico, significa que el costo base de producir la energía bajaría bastante. Y ojo al dato para la gente que está en el mundo del brete pesado: las industrias "electrointensivas" –esas empresas gigantes que chupan luz como si no hubiera un mañana– también verían un alivio de un -2,3%. No suena a mucho, pero para una fábrica de ese calibre, es un platal.
"Ajá", dirán ustedes, "¿y de dónde sale tanta belleza?". Según Marco Acuña, el presi del Grupo ICE, la magia viene de varios frentes. Primero, parece que el ICE se está poniendo las pilas haciendo buenos negocios en el Mercado Eléctrico Regional (MER). En resumen: le estamos vendiendo más energía a nuestros vecinos de Centroamérica y comprándoles menos. Eso significa que está entrando más platica y saliendo menos. Segundo, y esto es clave, se proyecta que vamos a usar menos combustible para encender las plantas de respaldo. Menos quema de búnker o diésel significa menos gasto, y esa es una de las variables que más nos ha golpeado el bolsillo en años pasados. Es una buena vara por donde se le vea.
Lo que sí es de aplaudir, y hay que decirlo, es que de aprobarse esta movida, sería el tercer año consecutivo que las tarifas eléctricas bajan o se mantienen estables en lugar de subir. Después de años de solo ver flechas para arriba, tres años al hilo con rebajas... diay, ¡qué nivel! Acuña también le tira flores al efecto que esto tendría en la economía, diciendo que beneficia a las industrias de alta tensión y eso ayuda a "la generación y la retención de puestos de trabajo". La lógica es simple: si a una empresa grande le cuesta menos producir, tiene más margen para contratar gente o, por lo menos, para no echar a la que ya tiene. Un argumento bastante sólido en estos tiempos.
Pero bueno, maes, no empecemos a celebrar y a dejar todas las luces de la casa prendidas todavía. Recordemos el proceso: el ICE propone, pero la ARESEP dispone. La Autoridad Reguladora ahora tiene que agarrar esa propuesta, meterla bajo la lupa, hacer audiencias públicas y decidir si la aprueba tal cual, le hace cambios o, en el peor de los casos, la rechaza. Aquí es donde la cosa se puede poner color de hormiga. Así que, la pregunta del millón para el foro es: ¿Creen que la ARESEP le dé el visto bueno a la propuesta del ICE así de una? ¿O creen que le van a meter algún tijeretazo? Y la más importante: si pasa, ¿de verdad creen que vamos a sentir ese alivianito en la billetera o se lo va a terminar comiendo la inflación por otro lado? ¡Los leo!