Si por estas fechas usted empieza a sentir un llamado misterioso desde el Pacífico Sur, no se asuste, mae, no es que se le metió un espíritu. Es que la fiesta más grande del océano está por empezar. ¡Qué tuanis! Del 5 al 7 de setiembre, el Parque Nacional Marino Ballena se viste de gala para recibir la decimoquinta edición de su famosísimo Festival de Ballenas y Delfines. Y no, esto no es cualquier vara que se inventaron ayer; estamos hablando de un evento que pone a Costa Rica en el mapa mundial. De hecho, la propia National Geographic nos cataloga como uno de los 10 mejores lugares del planeta para esta actividad. Casi nada.
Diay, ¿y por qué tanto alboroto? Porque no es solo ver un animalote en el agua. Estas señoras (y señores) se pegan un viaje épico de hasta 8.400 kilómetros desde el norte y el sur solo para venir a tener a sus crías y enseñarles a nadar en nuestras aguas tibias. Somos como la sala de maternidad VIP del océano Pacífico. Además, tenemos el privilegio de albergar la temporada de migración más larga del mundo, que dura casi 10 meses. Imagínense el tamaño de esos chunches: las hembras llegan a medir 16 metros y a pesar unas 36 toneladas. ¡Sus ballenatos ya nacen pesando hasta dos toneladas! Es un espectáculo que, por más que se lo cuenten a uno, hay que verlo para creerlo.
Pero el festival no es solo pararse en la playa a ver si una cola saluda a lo lejos. La organización, a cargo de varias asociaciones locales con el apoyo del ICT, se jaló una agenda a cachete para toda la familia. Obviamente, el plato fuerte son los tours de avistamiento, que vienen con charlas educativas y un precio especial para ticos (¢22.000 adultos, ¢15.000 niños), ¡como tiene que ser! Pero la vara no se queda ahí. Habrá talleres para hacer papalotes, mandalas en la playa, carreras de atletismo, ciclismo de montaña, mejengas y hasta conciertos con artistas nacionales. Para los de buen diente, anuncian una oferta gastronómica que incluye un curso de “Ceviche para todos”. Y claro, los güilas también tienen su espacio con inflables y juegos para que no se aburran.
Lo más chiva de todo este evento es que no es solo pachanga. Como bien lo explica Karol Monge, de la Asociación de Operadores de Turismo, esto es un reflejo del brete de toda una comunidad comprometida con la conservación. Y aquí es donde la ciencia se pone buena. La Fundación ************SPAM/BANNEAR************ estará presentando su programa de foto-identificación, que es básicamente como el "Facebook" de las ballenas. Usan las manchas y los bordes de las colas, que son únicos como una huella digital, para reconocer a cada individuo. ¡Qué nivel de brete! Gracias a esto, han confirmado que las mismas ballenas regresan a nuestras costas año tras año. Es la prueba de que estamos haciendo las cosas bien, con tours que respetan a los animales y educan a la gente, como lo resalta el gerente del ICT.
En resumen, el Festival de Ballenas y Delfines es la mezcla perfecta entre una buena fiesta, turismo que apoya a la gente de la zona y la oportunidad de presenciar uno de los espectáculos más cargas de la naturaleza. Es de esos planes que recargan baterías y lo dejan a uno orgulloso de vivir en este pedacito de tierra. La cita es en el campo ferial de la Asociación de Operadores de Turismo y en Playa Uvita. Si ya están pensando en jalar para allá, pueden pedir más info al 8729-3624. Ahora sí, suelto la pregunta para el foro: ¿Qué les parece, maes? ¿Alguno ya ha ido a este festival en años anteriores? ¿Cuál es el mejor chante para ver las ballenas o para ir a comerse un cevichito después del tour? ¡Cuenten sus experiencias y pasen los santos!
Diay, ¿y por qué tanto alboroto? Porque no es solo ver un animalote en el agua. Estas señoras (y señores) se pegan un viaje épico de hasta 8.400 kilómetros desde el norte y el sur solo para venir a tener a sus crías y enseñarles a nadar en nuestras aguas tibias. Somos como la sala de maternidad VIP del océano Pacífico. Además, tenemos el privilegio de albergar la temporada de migración más larga del mundo, que dura casi 10 meses. Imagínense el tamaño de esos chunches: las hembras llegan a medir 16 metros y a pesar unas 36 toneladas. ¡Sus ballenatos ya nacen pesando hasta dos toneladas! Es un espectáculo que, por más que se lo cuenten a uno, hay que verlo para creerlo.
Pero el festival no es solo pararse en la playa a ver si una cola saluda a lo lejos. La organización, a cargo de varias asociaciones locales con el apoyo del ICT, se jaló una agenda a cachete para toda la familia. Obviamente, el plato fuerte son los tours de avistamiento, que vienen con charlas educativas y un precio especial para ticos (¢22.000 adultos, ¢15.000 niños), ¡como tiene que ser! Pero la vara no se queda ahí. Habrá talleres para hacer papalotes, mandalas en la playa, carreras de atletismo, ciclismo de montaña, mejengas y hasta conciertos con artistas nacionales. Para los de buen diente, anuncian una oferta gastronómica que incluye un curso de “Ceviche para todos”. Y claro, los güilas también tienen su espacio con inflables y juegos para que no se aburran.
Lo más chiva de todo este evento es que no es solo pachanga. Como bien lo explica Karol Monge, de la Asociación de Operadores de Turismo, esto es un reflejo del brete de toda una comunidad comprometida con la conservación. Y aquí es donde la ciencia se pone buena. La Fundación ************SPAM/BANNEAR************ estará presentando su programa de foto-identificación, que es básicamente como el "Facebook" de las ballenas. Usan las manchas y los bordes de las colas, que son únicos como una huella digital, para reconocer a cada individuo. ¡Qué nivel de brete! Gracias a esto, han confirmado que las mismas ballenas regresan a nuestras costas año tras año. Es la prueba de que estamos haciendo las cosas bien, con tours que respetan a los animales y educan a la gente, como lo resalta el gerente del ICT.
En resumen, el Festival de Ballenas y Delfines es la mezcla perfecta entre una buena fiesta, turismo que apoya a la gente de la zona y la oportunidad de presenciar uno de los espectáculos más cargas de la naturaleza. Es de esos planes que recargan baterías y lo dejan a uno orgulloso de vivir en este pedacito de tierra. La cita es en el campo ferial de la Asociación de Operadores de Turismo y en Playa Uvita. Si ya están pensando en jalar para allá, pueden pedir más info al 8729-3624. Ahora sí, suelto la pregunta para el foro: ¿Qué les parece, maes? ¿Alguno ya ha ido a este festival en años anteriores? ¿Cuál es el mejor chante para ver las ballenas o para ir a comerse un cevichito después del tour? ¡Cuenten sus experiencias y pasen los santos!