Ay, pata, esto sí que es mamarracho. Resulta que Oldemar Rodríguez Rojas, quien aspira a la vicepresidencia del Centro Democrático y Social (CDS) junto a Ana Virginia Calzada, casi se come las penas por un descuido monumental con su cédula. Imagínate la escena, justo cuando estaban presentando la nominación... ¡casi les dan un ataque!
La bronca es que, al parecer, en Costa Rica somos muchos con el mismo nombre y apellido, especialmente si hablamos de gente que nació en Alajuela. Como la mayoría sabemos, las cédulas de Alajuela empiezan con el número 2, y parece que alguien confundió los números y mandaron la cédula del OTRO Oldemar Rodríguez Rojas. Un buen chururito.
Y ahí lo tuvieron, el Registro de Partidos Políticos del Tribunal Supremo de Elecciones diciendo “¡No va!”. Rechazaron la candidatura porque, según ellos, el Oldemar que aparecía en los papeles no había sido ratificado por la asamblea nacional del partido. Gerardo Abarca, el jefe interino del Registro Electoral, dejó claro el mensaje en una resolución: “Se deniega la candidatura…”. Pura verdá’, diay.
Marta Castillo, la jefa del departamento del TSE, nos aclaró la jugada: el partido primero mandó un formulario con la cédula errónea, pero luego corrieron a corregirlo. “El partido político envió este primeramente un formulario donde venía Oldemar Rodríguez, pero el número de cédula estaba erróneo. Posteriormente, el partido político envía un nuevo formulario con el número de cédula correcto”, explicó Castillo. ¡Menos mal que reaccionaron a tiempo!
Después de unos cuantos respiros, el TSE terminó aceptando la corrección y aprobando la lista completa del CDS, pero ya se armó el relajo. Esto demuestra que hasta los partidos políticos más organizados pueden cometer un chamuscón de esos. Me imagino el estrés que vivieron en la sede del partido... ¡una torta!
Pero no es la primera vez que pasa, según recordaron en el TSE. Han visto de todo: confunden ceros con letras, cambian dígitos, etc. Parece que la digitalización de las cédulas sigue siendo un brete para algunos. Uno se pregunta, ¿por qué no hacen un sistema más fácil y seguro?
Y ni hablar de los demás problemas que ha tenido el CDS para completar su lista. Además de este lío con la cédula, también perdieron algunas inscripciones de diputados por renuncias y por tener a alguien que todavía no tenía los 21 años necesarios. Imaginen la faena si hubieran seguido teniendo estos problemas. Sería un fracaso total.
Bueno, pues, ahora que ya tenemos claro lo que pasó con el CDS, me pregunto: ¿cree usted que los partidos políticos deberían invertir más en capacitación para evitar estos errores tan básicos o es simplemente un tema de distracción y falta de atención al detalle? ¡Vamos a debatirlo en el foro!
La bronca es que, al parecer, en Costa Rica somos muchos con el mismo nombre y apellido, especialmente si hablamos de gente que nació en Alajuela. Como la mayoría sabemos, las cédulas de Alajuela empiezan con el número 2, y parece que alguien confundió los números y mandaron la cédula del OTRO Oldemar Rodríguez Rojas. Un buen chururito.
Y ahí lo tuvieron, el Registro de Partidos Políticos del Tribunal Supremo de Elecciones diciendo “¡No va!”. Rechazaron la candidatura porque, según ellos, el Oldemar que aparecía en los papeles no había sido ratificado por la asamblea nacional del partido. Gerardo Abarca, el jefe interino del Registro Electoral, dejó claro el mensaje en una resolución: “Se deniega la candidatura…”. Pura verdá’, diay.
Marta Castillo, la jefa del departamento del TSE, nos aclaró la jugada: el partido primero mandó un formulario con la cédula errónea, pero luego corrieron a corregirlo. “El partido político envió este primeramente un formulario donde venía Oldemar Rodríguez, pero el número de cédula estaba erróneo. Posteriormente, el partido político envía un nuevo formulario con el número de cédula correcto”, explicó Castillo. ¡Menos mal que reaccionaron a tiempo!
Después de unos cuantos respiros, el TSE terminó aceptando la corrección y aprobando la lista completa del CDS, pero ya se armó el relajo. Esto demuestra que hasta los partidos políticos más organizados pueden cometer un chamuscón de esos. Me imagino el estrés que vivieron en la sede del partido... ¡una torta!
Pero no es la primera vez que pasa, según recordaron en el TSE. Han visto de todo: confunden ceros con letras, cambian dígitos, etc. Parece que la digitalización de las cédulas sigue siendo un brete para algunos. Uno se pregunta, ¿por qué no hacen un sistema más fácil y seguro?
Y ni hablar de los demás problemas que ha tenido el CDS para completar su lista. Además de este lío con la cédula, también perdieron algunas inscripciones de diputados por renuncias y por tener a alguien que todavía no tenía los 21 años necesarios. Imaginen la faena si hubieran seguido teniendo estos problemas. Sería un fracaso total.
Bueno, pues, ahora que ya tenemos claro lo que pasó con el CDS, me pregunto: ¿cree usted que los partidos políticos deberían invertir más en capacitación para evitar estos errores tan básicos o es simplemente un tema de distracción y falta de atención al detalle? ¡Vamos a debatirlo en el foro!
