¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que la licenciada Laura Fernández, quien aspira a ser nuestra próxima presidenta, decidió mandar un mensaje de Año Nuevo bien moderno, pa' mostrarle al mundo que está conectadísima. Pero en vez de grabarse hablando como cualquier mortal, le dio por meterle mano a la inteligencia artificial (IA) y hacerse un avatar.
Como muchos saben, doña Laura viene arrastrando críticas desde hace tiempo, acusada de estar desconectada de la realidad del pueblo. Algunos dicen que vive en otra galaxia, rodeada de consejeros que le hablan en códigos raros. Entonces, la idea de usar IA para un saludo soñador de fin de año, pues salió torcida, mi pana. El mensaje, aunque lindo en apariencia, dejó más preguntas que respuestas y el ‘chinche’ se propagó rapidísimo en las redes sociales.
Según fuentes cercanas a la campaña, la intención era proyectar una imagen de innovación y vanguardia, mostrando que Laura está al día con las nuevas tecnologías. Pero parece que la jugada se les vino encima. Las imágenes generadas por la IA, aunque pulcras, parecían sacadas de una revista barata, con una Costa Rica irreal e inalcanzable. Muchos usuarios comentaron que parecía un anuncio publicitario de algún producto importado, lejos de la vida cotidiana de los costarricenses.
El mensaje, publicado en Instagram, incluía las frases típicas de campaña: “Creo en una Costa Rica que no se rinde y que siempre sale adelante”, “aspiro a un país con oportunidades, con seguridad, con empleo digno y con un gobierno que escuche y actúe”. Todo eso suena bonito, claro, pero salir de la boca de un avatar digital, pues le quita toda la credibilidad, ¿me entienden?
Para colmo, algunos expertos en IA se dieron cuenta de que las imágenes utilizadas eran de bancos de datos gratuitos, es decir, no originales ni personalizadas. Esto levantó aún más sospechas sobre la autenticidad del mensaje y si realmente Laura tiene interés en utilizar estas herramientas de manera responsable y ética. "Parece que más que innovación, fue puro despiste", comentó un analista político en Extra AM.
La polémica no tardó en llegar a los medios tradicionales y a los grupos de WhatsApp del país. Se multiplicaron los memes y las burlas, ridiculizando tanto al avatar como a la propia Laura. Algunos incluso le empezaron a llamar “La Presidenta Robot”, mientras que otros criticaron la falta de empatía y conexión humana en un momento tan importante para reflexionar sobre el futuro del país. "Pa' qué tanta sofisticación si no tienes nada que decir de corazón?", escribió un usuario en Twitter.
Y claro, la defensa de la candidata no se hizo esperar. Sus asesores argumentan que la IA es una herramienta útil para difundir mensajes de forma masiva y que el avatar simplemente buscaba transmitir optimismo y esperanza en tiempos difíciles. Dicen que no hay nada malo en abrazar la tecnología, sino que todo depende de cómo se use. Pero la verdad es que el daño ya estaba hecho; la imagen de Laura como una política distante y poco genuina se había consolidado en la mente de muchos votantes. Es un brete para su campaña, ahí sí, porque recuperar la confianza del público va a ser un reto enorme. Este desliz, creo, le costará caro en las encuestas.
¿Ustedes qué opinan, compañeros del Foro? ¿Creen que Laura se equivocó al usar IA para su mensaje de Año Nuevo, o simplemente intentaba innovar? ¿Les parece que esto afectará seriamente sus posibilidades en las elecciones de 2026? ¡Déjenme saber su punto de vista!
Como muchos saben, doña Laura viene arrastrando críticas desde hace tiempo, acusada de estar desconectada de la realidad del pueblo. Algunos dicen que vive en otra galaxia, rodeada de consejeros que le hablan en códigos raros. Entonces, la idea de usar IA para un saludo soñador de fin de año, pues salió torcida, mi pana. El mensaje, aunque lindo en apariencia, dejó más preguntas que respuestas y el ‘chinche’ se propagó rapidísimo en las redes sociales.
Según fuentes cercanas a la campaña, la intención era proyectar una imagen de innovación y vanguardia, mostrando que Laura está al día con las nuevas tecnologías. Pero parece que la jugada se les vino encima. Las imágenes generadas por la IA, aunque pulcras, parecían sacadas de una revista barata, con una Costa Rica irreal e inalcanzable. Muchos usuarios comentaron que parecía un anuncio publicitario de algún producto importado, lejos de la vida cotidiana de los costarricenses.
El mensaje, publicado en Instagram, incluía las frases típicas de campaña: “Creo en una Costa Rica que no se rinde y que siempre sale adelante”, “aspiro a un país con oportunidades, con seguridad, con empleo digno y con un gobierno que escuche y actúe”. Todo eso suena bonito, claro, pero salir de la boca de un avatar digital, pues le quita toda la credibilidad, ¿me entienden?
Para colmo, algunos expertos en IA se dieron cuenta de que las imágenes utilizadas eran de bancos de datos gratuitos, es decir, no originales ni personalizadas. Esto levantó aún más sospechas sobre la autenticidad del mensaje y si realmente Laura tiene interés en utilizar estas herramientas de manera responsable y ética. "Parece que más que innovación, fue puro despiste", comentó un analista político en Extra AM.
La polémica no tardó en llegar a los medios tradicionales y a los grupos de WhatsApp del país. Se multiplicaron los memes y las burlas, ridiculizando tanto al avatar como a la propia Laura. Algunos incluso le empezaron a llamar “La Presidenta Robot”, mientras que otros criticaron la falta de empatía y conexión humana en un momento tan importante para reflexionar sobre el futuro del país. "Pa' qué tanta sofisticación si no tienes nada que decir de corazón?", escribió un usuario en Twitter.
Y claro, la defensa de la candidata no se hizo esperar. Sus asesores argumentan que la IA es una herramienta útil para difundir mensajes de forma masiva y que el avatar simplemente buscaba transmitir optimismo y esperanza en tiempos difíciles. Dicen que no hay nada malo en abrazar la tecnología, sino que todo depende de cómo se use. Pero la verdad es que el daño ya estaba hecho; la imagen de Laura como una política distante y poco genuina se había consolidado en la mente de muchos votantes. Es un brete para su campaña, ahí sí, porque recuperar la confianza del público va a ser un reto enorme. Este desliz, creo, le costará caro en las encuestas.
¿Ustedes qué opinan, compañeros del Foro? ¿Creen que Laura se equivocó al usar IA para su mensaje de Año Nuevo, o simplemente intentaba innovar? ¿Les parece que esto afectará seriamente sus posibilidades en las elecciones de 2026? ¡Déjenme saber su punto de vista!
