¡Aguántense!, parece que alguien le echó ganas a la diplomacia al cierre del año legislativo. Vanessa Castro Mora, la vicepresidenta del Congreso, lanzó un llamado, pa' que bajemos el volumen en la política y empecemos a escucharnos un poquito más, porque vaya bronca que hemos tenido últimamente.
La diputada, en su discurso de despedida de la Asamblea Legislativa, señaló que la democracia no se pone fea por tener diferentes opiniones, sino cuando dejamos de oírnos. Dijo que Costa Rica necesita una política que piense en la gente y en cómo mejorarle la vida a todos, sin tanto chillido de derecha y izquierda. Porque, díganlo ustedes, a veces parece que estamos peleando por pura pena.
"Necesitamos una política que no pierda el sentido del bien común, pero también una política que reencuentre el respeto y que baje el tono," enfatizó Castro. "Una política en la que pueda hablarse sin descalificaciones, que entienda que nadie tiene toda la verdad y que nadie sobra cuando el objetivo es Costa Rica." ¡Qué reflexión, maestra! Parece que quiere recordarnos que somos todos choleros en esto y tenemos que encontrarle la vuelta pa’ trabajar juntos.
Ahora, la verdad, no es ningún secreto que el ambiente político ha sido más pesado que gallina hervida últimamente. Las redes sociales se han convertido en un ring de pelea y los debates en la Asamblea parecen sacados de una telenovela. Un chunche de acusaciones cruzadas y poca voluntad de llegar a acuerdos. El nivel, bueno… digamos que ha dejado mucho que desear.
La legisladora socialcristiana además instó a dejar atrás las “trincheras políticas”, como dice ella. Se refirió a la necesidad de buscar acuerdos posibles y olvidarse de imponer sus ideas a cualquier costo. Eso sí que requiere humildad, mae, y veo difícil considerando lo polarizada que está la situación actual. Pero bueno, siempre hay esperanza, ¿verdad?
Y no se diga que la vicepresidenta tampoco evitó mencionar la importancia de una política “firme pero sensata, valiente pero también compasiva”. Me pregunto si los demás diputados van a hacer caso a este consejo. Muchos parecen más interesados en ganar puntos políticos que en resolver los problemas reales de los costarricenses. ¡Es una diana!
Para rematar, Castro resaltó que el fin de las sesiones legislativas no debe ser visto como el fin del camino, sino como una oportunidad para recargar pilas y volver con más energía, unidad y ganas de dialogar el año que viene. Esperemos que realmente lo tomen como un reinicio, porque sinceramente necesitamos un cambio radical en la forma en que hacemos política en este país.
Bueno, compañeros del Foro, ahora les toca a ustedes opinar. Después de todo este llamado a la calma y al diálogo, ¿creen que es posible un cambio real en la política costarricense? ¿Se animarán nuestros representantes a dejar a un lado sus diferencias y trabajar por el bienestar de todos, o seguiremos viendo los mismos viejos problemas y las mismas peleas estériles? ¡Den sus opiniones y desempolven esos argumentos!
La diputada, en su discurso de despedida de la Asamblea Legislativa, señaló que la democracia no se pone fea por tener diferentes opiniones, sino cuando dejamos de oírnos. Dijo que Costa Rica necesita una política que piense en la gente y en cómo mejorarle la vida a todos, sin tanto chillido de derecha y izquierda. Porque, díganlo ustedes, a veces parece que estamos peleando por pura pena.
"Necesitamos una política que no pierda el sentido del bien común, pero también una política que reencuentre el respeto y que baje el tono," enfatizó Castro. "Una política en la que pueda hablarse sin descalificaciones, que entienda que nadie tiene toda la verdad y que nadie sobra cuando el objetivo es Costa Rica." ¡Qué reflexión, maestra! Parece que quiere recordarnos que somos todos choleros en esto y tenemos que encontrarle la vuelta pa’ trabajar juntos.
Ahora, la verdad, no es ningún secreto que el ambiente político ha sido más pesado que gallina hervida últimamente. Las redes sociales se han convertido en un ring de pelea y los debates en la Asamblea parecen sacados de una telenovela. Un chunche de acusaciones cruzadas y poca voluntad de llegar a acuerdos. El nivel, bueno… digamos que ha dejado mucho que desear.
La legisladora socialcristiana además instó a dejar atrás las “trincheras políticas”, como dice ella. Se refirió a la necesidad de buscar acuerdos posibles y olvidarse de imponer sus ideas a cualquier costo. Eso sí que requiere humildad, mae, y veo difícil considerando lo polarizada que está la situación actual. Pero bueno, siempre hay esperanza, ¿verdad?
Y no se diga que la vicepresidenta tampoco evitó mencionar la importancia de una política “firme pero sensata, valiente pero también compasiva”. Me pregunto si los demás diputados van a hacer caso a este consejo. Muchos parecen más interesados en ganar puntos políticos que en resolver los problemas reales de los costarricenses. ¡Es una diana!
Para rematar, Castro resaltó que el fin de las sesiones legislativas no debe ser visto como el fin del camino, sino como una oportunidad para recargar pilas y volver con más energía, unidad y ganas de dialogar el año que viene. Esperemos que realmente lo tomen como un reinicio, porque sinceramente necesitamos un cambio radical en la forma en que hacemos política en este país.
Bueno, compañeros del Foro, ahora les toca a ustedes opinar. Después de todo este llamado a la calma y al diálogo, ¿creen que es posible un cambio real en la política costarricense? ¿Se animarán nuestros representantes a dejar a un lado sus diferencias y trabajar por el bienestar de todos, o seguiremos viendo los mismos viejos problemas y las mismas peleas estériles? ¡Den sus opiniones y desempolven esos argumentos!
