¡Ay, Dios mío! Wall Street andaba más nerviosa que gato en lluvia el jueves pasado, y eso nos afecta directo acá en Costa Rica. Parece que la bronca entre Estados Unidos y China, sumada a unos problemas con algunos bancos reginales gringos, le dieron un sustito al mercado. El Dow Jones cayó un 0.65%, el Nasdaq otro 0.47% y el S&P 500, ni hablar, cedió un 0.63%. ¿Y qué significa esto para nosotros?
Verás, el mundo está más conectado que nunca, y cuando allá se mueven estas cosas, se siente acá. Aunque no estemos directamente metidos en la pelea comercial entre EE. UU. y China, la incertidumbre siempre pega duro a la economía global. Si esos dos gigantes tienen líos, los precios de las importaciones pueden subir, y eso al bolsillo del tico le duele. Además, la inestabilidad en el sistema financiero estadounidense puede afectar inversiones y préstamos internacionales, lo cual no pinta bien para nuestro crecimiento económico.
Lo de los bancos, pa' que te expliques, es un brete porque si alguno grande empieza a tambalearse, el miedo se propaga rápido. Otros bancos entran en pánico y empiezan a vender activos, lo que hace que caigan aún más las bolsas. Imagínate la cadena, ¡qué torta! Estos bancos regionales en Estados Unidos han tenido problemas con sus inversiones, y parece que no encontraron la manera rápida de arreglar la vaina, así que los inversionistas prefirieron sacar la guata.
Aquí en Costa Rica, los efectos directos quizá no sean inmediatos, pero sí podemos sentirlo en el tipo de cambio, en las exportaciones y, claro, en la confianza de los inversionistas. Ya varios bancos locales están ajustando algunas cositas en Sinpe Móvil, dicen que por temas de seguridad y eficiencia, pero algunos clientes están quejándose porque les piden claves dinámicas cada vez más seguido. Eso genera incertidumbre, chunches.
Recordemos que nuestra economía depende mucho de lo que pasa afuera, especialmente del turismo. Si la gente en Estados Unidos está preocupada por sus ahorros y el futuro económico, probablemente piensen dos veces antes de planear unas vacaciones aquí. Y eso, amigos míos, es una vara delicada. Necesitamos que la situación se estabilice pronto porque estamos apenas empezando a recuperar el terreno perdido durante la pandemia.
Por otro lado, hay que darle crédito a nuestros diputados, que recientemente hicieron ajustes en el presupuesto para reasignar fondos destinados al pago de la deuda a programas sociales y seguridad. Una medida valiente, aunque algunos economistas advierten que podría tener consecuencias negativas a largo plazo. Pero bueno, a veces hay que jugarle al ajedrez y ver qué cartas tenemos en la mano. Lo importante es que se le dé prioridad a las necesidades básicas de la población, diay.
También vale la pena mencionar que la visita de turistas sigue siendo una preocupación, ya vamos con un descenso del 2.2% hasta septiembre. Aunque todavía no es tan grave como el año pasado, nos demuestra que la recuperación turística lleva su tiempo. La buena noticia es que muchos empleadores están planeando contratar gente en el último trimestre, lo cual indica cierta optimismo en el mercado laboral. ¿Será suficiente para compensar los demás contratiempos?
En fin, la situación económica mundial es un tanto complicada, y Costa Rica no es inmune a estos vaivenes. Tenemos que estar atentos a cómo evolucionan los acontecimientos en Estados Unidos y China, y seguir trabajando duro para fortalecer nuestra economía y proteger a los más vulnerables. Ahora dime, ¿crees que el gobierno debería hacer más para mitigar el impacto de esta crisis internacional en la vida de los costarricenses, o estás satisfecho con las medidas que se están tomando hasta ahora?
Verás, el mundo está más conectado que nunca, y cuando allá se mueven estas cosas, se siente acá. Aunque no estemos directamente metidos en la pelea comercial entre EE. UU. y China, la incertidumbre siempre pega duro a la economía global. Si esos dos gigantes tienen líos, los precios de las importaciones pueden subir, y eso al bolsillo del tico le duele. Además, la inestabilidad en el sistema financiero estadounidense puede afectar inversiones y préstamos internacionales, lo cual no pinta bien para nuestro crecimiento económico.
Lo de los bancos, pa' que te expliques, es un brete porque si alguno grande empieza a tambalearse, el miedo se propaga rápido. Otros bancos entran en pánico y empiezan a vender activos, lo que hace que caigan aún más las bolsas. Imagínate la cadena, ¡qué torta! Estos bancos regionales en Estados Unidos han tenido problemas con sus inversiones, y parece que no encontraron la manera rápida de arreglar la vaina, así que los inversionistas prefirieron sacar la guata.
Aquí en Costa Rica, los efectos directos quizá no sean inmediatos, pero sí podemos sentirlo en el tipo de cambio, en las exportaciones y, claro, en la confianza de los inversionistas. Ya varios bancos locales están ajustando algunas cositas en Sinpe Móvil, dicen que por temas de seguridad y eficiencia, pero algunos clientes están quejándose porque les piden claves dinámicas cada vez más seguido. Eso genera incertidumbre, chunches.
Recordemos que nuestra economía depende mucho de lo que pasa afuera, especialmente del turismo. Si la gente en Estados Unidos está preocupada por sus ahorros y el futuro económico, probablemente piensen dos veces antes de planear unas vacaciones aquí. Y eso, amigos míos, es una vara delicada. Necesitamos que la situación se estabilice pronto porque estamos apenas empezando a recuperar el terreno perdido durante la pandemia.
Por otro lado, hay que darle crédito a nuestros diputados, que recientemente hicieron ajustes en el presupuesto para reasignar fondos destinados al pago de la deuda a programas sociales y seguridad. Una medida valiente, aunque algunos economistas advierten que podría tener consecuencias negativas a largo plazo. Pero bueno, a veces hay que jugarle al ajedrez y ver qué cartas tenemos en la mano. Lo importante es que se le dé prioridad a las necesidades básicas de la población, diay.
También vale la pena mencionar que la visita de turistas sigue siendo una preocupación, ya vamos con un descenso del 2.2% hasta septiembre. Aunque todavía no es tan grave como el año pasado, nos demuestra que la recuperación turística lleva su tiempo. La buena noticia es que muchos empleadores están planeando contratar gente en el último trimestre, lo cual indica cierta optimismo en el mercado laboral. ¿Será suficiente para compensar los demás contratiempos?
En fin, la situación económica mundial es un tanto complicada, y Costa Rica no es inmune a estos vaivenes. Tenemos que estar atentos a cómo evolucionan los acontecimientos en Estados Unidos y China, y seguir trabajando duro para fortalecer nuestra economía y proteger a los más vulnerables. Ahora dime, ¿crees que el gobierno debería hacer más para mitigar el impacto de esta crisis internacional en la vida de los costarricenses, o estás satisfecho con las medidas que se están tomando hasta ahora?