El
argumento de autoridad, también conocido como
magister dixit (en latín, "el maestro dijo"), es en realidad un
argumento retórico paralógico o
falacia que defiende que algo es cierto porque así lo afirme una autoridad en la materia. Se considera uno de los argumentos
ad hominem, porque recurre más a sentimientos y posibles costumbres que a razonamientos en sí. Como tal, está estrechamente ligado al
argumentum ad verecundiam, que intenta descalificar una opinión por atreverse a cuestionar y discutir la de alguien considerado como autoridad.
La irrelevante apelación a la autoridad es un tipo de falacia genética, pretende juzgar una creencia por su origen y no por sus argumentos en contra y a favor. Si la creencia se origina de una autoridad, entonces se toma como cierta. Sin embargo, las autoridades pueden abrazar creencias falsas.