¡Imagínate la bronca! Hace 169 años, nuestros abuelos estaban rifándose como guerreros en La Trinidad, cortándole las venas al ejército filibustero. No era un paseo por Parque Metropolitano, ¡era defender nuestra independencia! El 22 de diciembre es día feriado aquí en Costa Rica, y sí, hay que recordarle a algunos jóvenes que esto no es cuento.
La Batalla de La Trinidad, allá por 1856, fue un clavo importante en el ataúd de la ambición gringa de controlar nuestro territorio. Máximo Blanco, un mae que tenía las pelotas bien puestas, lideró a unos pocos soldados contra una fuerza invasora mucho mayor. Lo lograron gracias a la estrategia certera de cortarles el suministro, bloqueando la Vía del Tránsito. ¡Un verdadero golpe maestro!
Y mientras recordamos esos tiempos bravos, no podemos dejar pasar la oportunidad de analizar cómo estamos cuidando la educación de nuestros niños y jóvenes hoy. Con el MEP presentando el calendario escolar 2026 y asegurando comedores abiertos durante las vacaciones, vemos un esfuerzo por mantenernos a flote en medio de tantos desafíos. Pero, ¿realmente estamos dando todas las herramientas necesarias para formar ciudadanos críticos y comprometidos?
Hablando de herramientas, el MEP anda chambeando en temas digitales. Lanzaron una directriz para la transformación digital educativa, buscando modernizar nuestras escuelas y llevarlas al siglo XXI. Eso suena chiva, ¿verdad? Pero necesitamos asegurarnos de que no se quede solo en papelitos bonitos, sino que se traduzca en recursos reales para docentes y alumnos. Que no vaya a ser otro brete más que les complica la vida a los maestros.
Además, andan promoviendo programas como el de Bachillerato para la Empleabilidad y el Emprendimiento, ofreciéndoles a adultos mayores una segunda oportunidad para mejorar sus vidas. ¡Eso es a full! Porque nunca es tarde para aprender, ¿eh? Y con la firma de la Carta de Intenciones con la ONU, buscan combatir discursos de odio y prevenir la violencia en las aulas. En este mundo tan polarizado, eso es fundamental.
No olvidemos tampoco el nuevo videojuego EDUCARELI, diseñado para hacer más entretenida la educación religiosa. Al principio me pareció un poquito raro, pero si sirve para que los nenes aprendan valores y principios básicos, pues adelante. Lo importante es encontrar formas creativas de conectar con ellos y despertar su curiosidad. Hay que dejar atrás la idea de que aprender tiene que ser siempre aburrido y tedioso.
Y hablando de aprendizaje, recordemos que el Día Internacional de los Derechos Humanos es una fecha crucial. Todos tenemos derecho a una educación digna, a expresar nuestras opiniones libremente y a vivir en un ambiente seguro y respetuoso. Defender estos derechos es tarea de todos nosotros, desde los más pequeños hasta los más grandes. ¡No nos dejemos engañar por nadie! Estamos en una época difícil, donde la desinformación corre solta y la manipulación está a la orden del día.
Así que, compañeros, mientras celebramos la valentía de aquellos héroes que defendieron nuestra patria hace 169 años, reflexionemos sobre cómo podemos contribuir a construir un futuro mejor para nuestros hijos y nietos. ¿Creen que el sistema educativo actual está preparado para enfrentar los retos del siglo XXI, o necesitamos cambios radicales para garantizar una educación de calidad para todos los costarricenses?
La Batalla de La Trinidad, allá por 1856, fue un clavo importante en el ataúd de la ambición gringa de controlar nuestro territorio. Máximo Blanco, un mae que tenía las pelotas bien puestas, lideró a unos pocos soldados contra una fuerza invasora mucho mayor. Lo lograron gracias a la estrategia certera de cortarles el suministro, bloqueando la Vía del Tránsito. ¡Un verdadero golpe maestro!
Y mientras recordamos esos tiempos bravos, no podemos dejar pasar la oportunidad de analizar cómo estamos cuidando la educación de nuestros niños y jóvenes hoy. Con el MEP presentando el calendario escolar 2026 y asegurando comedores abiertos durante las vacaciones, vemos un esfuerzo por mantenernos a flote en medio de tantos desafíos. Pero, ¿realmente estamos dando todas las herramientas necesarias para formar ciudadanos críticos y comprometidos?
Hablando de herramientas, el MEP anda chambeando en temas digitales. Lanzaron una directriz para la transformación digital educativa, buscando modernizar nuestras escuelas y llevarlas al siglo XXI. Eso suena chiva, ¿verdad? Pero necesitamos asegurarnos de que no se quede solo en papelitos bonitos, sino que se traduzca en recursos reales para docentes y alumnos. Que no vaya a ser otro brete más que les complica la vida a los maestros.
Además, andan promoviendo programas como el de Bachillerato para la Empleabilidad y el Emprendimiento, ofreciéndoles a adultos mayores una segunda oportunidad para mejorar sus vidas. ¡Eso es a full! Porque nunca es tarde para aprender, ¿eh? Y con la firma de la Carta de Intenciones con la ONU, buscan combatir discursos de odio y prevenir la violencia en las aulas. En este mundo tan polarizado, eso es fundamental.
No olvidemos tampoco el nuevo videojuego EDUCARELI, diseñado para hacer más entretenida la educación religiosa. Al principio me pareció un poquito raro, pero si sirve para que los nenes aprendan valores y principios básicos, pues adelante. Lo importante es encontrar formas creativas de conectar con ellos y despertar su curiosidad. Hay que dejar atrás la idea de que aprender tiene que ser siempre aburrido y tedioso.
Y hablando de aprendizaje, recordemos que el Día Internacional de los Derechos Humanos es una fecha crucial. Todos tenemos derecho a una educación digna, a expresar nuestras opiniones libremente y a vivir en un ambiente seguro y respetuoso. Defender estos derechos es tarea de todos nosotros, desde los más pequeños hasta los más grandes. ¡No nos dejemos engañar por nadie! Estamos en una época difícil, donde la desinformación corre solta y la manipulación está a la orden del día.
Así que, compañeros, mientras celebramos la valentía de aquellos héroes que defendieron nuestra patria hace 169 años, reflexionemos sobre cómo podemos contribuir a construir un futuro mejor para nuestros hijos y nietos. ¿Creen que el sistema educativo actual está preparado para enfrentar los retos del siglo XXI, o necesitamos cambios radicales para garantizar una educación de calidad para todos los costarricenses?