¡Ay, Dios mío! Qué bronca la que nos cayó encima ayer en San Sebastián. Otro atentado a bala deja a un pobre hombre sin vida, justo ahí en Cañada Sur. Esto ya va tomando proporciones de locura, ¿no?
Según el reporte del OIJ, la escena ocurrió pasadas las once y media de la noche. Dos tipos, encima, en una moto, se fueron directo encima del señor. Dicen que le descargaron plomo hasta dejarlo tirado en la vía pública. Una barbaridad, de verdad.
Lo más raro de todo es que, hasta ahora, nadie sabe quién era el flaco. No llevaba documentos, ni nada que diera pistas sobre su identidad. Llevámoslo a la morgue judicial pa’ hacerle la autopsia y ver si ahí sale alguna información útil. Imagínate la preocupación de la familia, si es que alguien lo identifica, claro. Una pena tremenda.
Los judiciales anduvieron buscando rastros de esas motos, esos delincuentes, pero hasta el momento nada. Se movieron rápido, se escaparon sin dejar rastro alguno. Uno se pregunta qué clase de gente puede actuar así, con tanta frialdad y sin importarle a nadie. ¡Qué valentía tienen para eso!
Ahora, claro, empiezan las especulaciones. ¿Era un ajuste de cuentas? ¿Una venganza? ¿Se equivocaron de persona? Hay tantas preguntas y tan pocas respuestas. Ya saben cómo es esto, siempre hay rumores volando, pero lo cierto es que tenemos otra víctima, otra familia sufriendo.
Esta no es la primera vez que ocurre algo así en San José, ni mucho menos. La inseguridad sigue siendo un problema grave, un brete que el gobierno no logra solucionar. Parece que todos los esfuerzos son en vano y la violencia sigue campante. Que te den ganas de encerrarte en casa y no salir más, ¡qué miedo da!
Y hablando de eso, esto me recuerda a otras situaciones similares que hemos vivido en el país. Recuerdo aquella época en Alajuela, cuando los asaltos eran a diario. Ahí sí estábamos todos viviendo con el corazón en la boca. Ahora esto en San Sebastián... realmente pone a pensar. Ojalá que las autoridades tomen cartas en el asunto y hagan algo concreto para proteger a los ciudadanos, porque así no podemos seguir viviendo. De verdad necesitamos sentirnos seguros en nuestras propias casas y calles.
En fin, una situación lamentable que nos obliga a reflexionar sobre la seguridad en nuestro país. Este tipo de hechos nos hace sentir vulnerables y cuestionarnos qué estamos haciendo mal como sociedad. ¿Ustedes creen que la respuesta está en más presencia policial, mayores controles fronterizos o quizás en abordar las causas profundas de la violencia? ¿Cuál sería, a su criterio, la medida más efectiva para recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades?
Según el reporte del OIJ, la escena ocurrió pasadas las once y media de la noche. Dos tipos, encima, en una moto, se fueron directo encima del señor. Dicen que le descargaron plomo hasta dejarlo tirado en la vía pública. Una barbaridad, de verdad.
Lo más raro de todo es que, hasta ahora, nadie sabe quién era el flaco. No llevaba documentos, ni nada que diera pistas sobre su identidad. Llevámoslo a la morgue judicial pa’ hacerle la autopsia y ver si ahí sale alguna información útil. Imagínate la preocupación de la familia, si es que alguien lo identifica, claro. Una pena tremenda.
Los judiciales anduvieron buscando rastros de esas motos, esos delincuentes, pero hasta el momento nada. Se movieron rápido, se escaparon sin dejar rastro alguno. Uno se pregunta qué clase de gente puede actuar así, con tanta frialdad y sin importarle a nadie. ¡Qué valentía tienen para eso!
Ahora, claro, empiezan las especulaciones. ¿Era un ajuste de cuentas? ¿Una venganza? ¿Se equivocaron de persona? Hay tantas preguntas y tan pocas respuestas. Ya saben cómo es esto, siempre hay rumores volando, pero lo cierto es que tenemos otra víctima, otra familia sufriendo.
Esta no es la primera vez que ocurre algo así en San José, ni mucho menos. La inseguridad sigue siendo un problema grave, un brete que el gobierno no logra solucionar. Parece que todos los esfuerzos son en vano y la violencia sigue campante. Que te den ganas de encerrarte en casa y no salir más, ¡qué miedo da!
Y hablando de eso, esto me recuerda a otras situaciones similares que hemos vivido en el país. Recuerdo aquella época en Alajuela, cuando los asaltos eran a diario. Ahí sí estábamos todos viviendo con el corazón en la boca. Ahora esto en San Sebastián... realmente pone a pensar. Ojalá que las autoridades tomen cartas en el asunto y hagan algo concreto para proteger a los ciudadanos, porque así no podemos seguir viviendo. De verdad necesitamos sentirnos seguros en nuestras propias casas y calles.
En fin, una situación lamentable que nos obliga a reflexionar sobre la seguridad en nuestro país. Este tipo de hechos nos hace sentir vulnerables y cuestionarnos qué estamos haciendo mal como sociedad. ¿Ustedes creen que la respuesta está en más presencia policial, mayores controles fronterizos o quizás en abordar las causas profundas de la violencia? ¿Cuál sería, a su criterio, la medida más efectiva para recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades?
