¡Ay, Dios mío, qué emoción nos dio anoche la Selección Preolímpica Masculina de Costa Rica! Después de un partido cardíaco contra Guatemala en los Juegos Centroamericanos Guatemala 2025, nuestros muchachos lograron avanzar a la final con un marcador de 1-2. ¡Se agarraron el brete a toda máquina y demostraron por qué somos pura sangre!
Desde temprano, la tensión era palpable en el estadio. Los guatemaltecos vinieron con ganas de complicarle las cosas a nuestra Tricolor, pero nuestros jugadores no se achicaron ni un poquito. Se nota que le han metidolele al entrenamiento y que Juan Carlos Vargas les ha puesto la pilas; se veía la disciplina y la estrategia en la cancha.
Los goles tempraneros de Dax Palmer y Dylan Ramírez fueron claves para darle la ventaja a Costa Rica. Palmer, con un remate certero, abrió el marcador y puso a gritar a la afición. Ramírez, con una jugada individual impresionante, amplió la diferencia y prácticamente selló el destino del partido. ¡Qué barbaridad de jugadas, señores! Uno se queda boquiabierto viendo cómo esos jóvenes despliegan su talento en la cancha.
Claro que no fue fácil. Guatemala nunca bajó los brazos y presionó constantemente buscando recortar distancias. Hubo momentos de angustia, especialmente en la segunda mitad, cuando los centroamericanos empujaron con fuerza. Pero nuestra defensa, liderada por un sólido Kendall Hernández, resistió la embestida y logró mantener la ventaja. Digamos que aguantaron a puro huevo.
El partido tuvo de todo: emociones fuertes, jugadas espectaculares, algunas decisiones arbitrales cuestionables... ¡En fin, un partidazo digno de una final! Algunos estaban comentando que el árbitro se jaló una torta con una tarjeta roja que parecía exagerada, pero bueno, esas cosas pasan en la cancha, diay. Lo importante es que nuestros muchachos supieron manejar la presión y sacar adelante el resultado.
Ahora, toca esperar al rival que surgirá hoy en la otra semifinal. No importa quién sea, estamos seguros de que la Tricolor dará pelea hasta el final. Tenemos que recordar que ya hemos demostrado de lo que somos capaces y que podemos llegar hasta donde queramos. Además, contar con el apoyo incondicional de la aficion tica siempre da ese empuje extra que necesitamos.
La final está programada para este martes 28 de octubre a la 1:00 p.m., así que preparen sus camisetas rojas, entren al estadio y hagamos sentir nuestro aliento a los muchachos. ¡Vamos mi gente, vamos a hacer historia y a traer otro oro a casa! Será una batalla campal, pero confiamos en que nuestros guerreros podrán conquistar la gloria y levantar la copa en alto.
Sin embargo, con tanta euforia, me pregunto: ¿Creen que la presión de jugar la final afectará el desempeño de nuestros jugadores, o aprovecharán la oportunidad para demostrar aún más su valía y asegurar el oro? ¡Déjenme sus opiniones en el foro y veamos qué piensa la comunidad futbolística tica!
Desde temprano, la tensión era palpable en el estadio. Los guatemaltecos vinieron con ganas de complicarle las cosas a nuestra Tricolor, pero nuestros jugadores no se achicaron ni un poquito. Se nota que le han metidolele al entrenamiento y que Juan Carlos Vargas les ha puesto la pilas; se veía la disciplina y la estrategia en la cancha.
Los goles tempraneros de Dax Palmer y Dylan Ramírez fueron claves para darle la ventaja a Costa Rica. Palmer, con un remate certero, abrió el marcador y puso a gritar a la afición. Ramírez, con una jugada individual impresionante, amplió la diferencia y prácticamente selló el destino del partido. ¡Qué barbaridad de jugadas, señores! Uno se queda boquiabierto viendo cómo esos jóvenes despliegan su talento en la cancha.
Claro que no fue fácil. Guatemala nunca bajó los brazos y presionó constantemente buscando recortar distancias. Hubo momentos de angustia, especialmente en la segunda mitad, cuando los centroamericanos empujaron con fuerza. Pero nuestra defensa, liderada por un sólido Kendall Hernández, resistió la embestida y logró mantener la ventaja. Digamos que aguantaron a puro huevo.
El partido tuvo de todo: emociones fuertes, jugadas espectaculares, algunas decisiones arbitrales cuestionables... ¡En fin, un partidazo digno de una final! Algunos estaban comentando que el árbitro se jaló una torta con una tarjeta roja que parecía exagerada, pero bueno, esas cosas pasan en la cancha, diay. Lo importante es que nuestros muchachos supieron manejar la presión y sacar adelante el resultado.
Ahora, toca esperar al rival que surgirá hoy en la otra semifinal. No importa quién sea, estamos seguros de que la Tricolor dará pelea hasta el final. Tenemos que recordar que ya hemos demostrado de lo que somos capaces y que podemos llegar hasta donde queramos. Además, contar con el apoyo incondicional de la aficion tica siempre da ese empuje extra que necesitamos.
La final está programada para este martes 28 de octubre a la 1:00 p.m., así que preparen sus camisetas rojas, entren al estadio y hagamos sentir nuestro aliento a los muchachos. ¡Vamos mi gente, vamos a hacer historia y a traer otro oro a casa! Será una batalla campal, pero confiamos en que nuestros guerreros podrán conquistar la gloria y levantar la copa en alto.
Sin embargo, con tanta euforia, me pregunto: ¿Creen que la presión de jugar la final afectará el desempeño de nuestros jugadores, o aprovecharán la oportunidad para demostrar aún más su valía y asegurar el oro? ¡Déjenme sus opiniones en el foro y veamos qué piensa la comunidad futbolística tica!