¡Ay, patata! Con el frío que nos ha dado diciembre, toca ponerse las pilas y recordar a los que no tienen la suerte de estar calentitos en casa comiendo tamales. Pues resulta que el Club Activo 20-30 de San José, esos muchachos que siempre andan haciendo cosas buenas, organizaron su tradicional “Sabor a Navidad” para darle un poquito de alegría a nuestros hermanos y hermanas que viven en la calle.
Ya van tres años seguidos que estos activos se esfuerzan para llevarle un pedazo de hogar a las personas que no lo tienen. Imagínate la escena: familias enteras, señores mayores, jóvenes... todos buscando un poco de calor humano y un plato de comida caliente en medio de este clima que ni el Padrino se anima. Este año, le dieron con todo: desayuno completo con tamal, aguadulce, café y juguito, ¡y hasta abrigo para aguantar el fresco!
Annette Barboza, la directora ejecutiva del club, nos comentó que atendieron a más de 600 personas. ¡600 vidas! Se nota que le ponen el corazón a esta labor. Dijo textualmente: “Estamos llevando un desayuno digno, un tamalito caliente, aguadulce, café y hasta jugo. Incluso también les estamos dando abrigos para que puedan soportar las temperaturas típicas de esta época”. ¡Eso sí que es pura bondad, mae!”.
Pero esto no nació de la nada, claro. El proyecto contó con el esfuerzo incansable de los voluntarios del Club, el apoyo de empresas que pusieron su granito de arena y, sobre todo, la solidaridad de la gente que aportó con donaciones y ayuda logística. Demuestra que cuando nos echamos las manos a veces podemos lograr cositas muy lindas.
Y ojo, porque esto no es lo único bueno que han hecho estos activos este mes. También llevaron fiesta a 350 niños del Roble de Puntarenas, que están pasando por momentos difíciles, y donaron más de 20 mil pañales al Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología. ¡Son unos verdaderos héroes anónimos!, diay. Además, apoyaron al programa ‘Building Futures’ en el centro de educación Tobogán de Colores, con 26 diarios para los ninos. ¡Se rifan!
No podemos dejar de lado su participación en la Teletón, donde contribuyeron con una generosa donación de pañales para los ancianitos del hospital. Parece que este grupo de activos realmente se dedica a sembrar amor y esperanza en nuestra comunidad. En serio, te dan ganas de ir ahí y echarles una mano.
Lo que me gusta de iniciativas así es que demuestran que la solidaridad todavía vive en nuestro país, a pesar de tantas broncas que tenemos. Nos recuerda que, aunque a veces nos vamos perdiendo en el camino, siempre hay espacio para tender una mano a quien lo necesita. Que lindo ver cómo pequeños gestos pueden hacer una gran diferencia en la vida de alguien, ¿no creen?
Ahora bien, amigos y amigas del Foro, aquí va mi consulta para ustedes: ¿Qué otros programas o iniciativas similares conocen en sus comunidades y qué acciones podríamos tomar para apoyar aún más a estas organizaciones que trabajan tan duro para ayudar a los más necesitados? ¡Déjenme sus ideas en los comentarios!
Ya van tres años seguidos que estos activos se esfuerzan para llevarle un pedazo de hogar a las personas que no lo tienen. Imagínate la escena: familias enteras, señores mayores, jóvenes... todos buscando un poco de calor humano y un plato de comida caliente en medio de este clima que ni el Padrino se anima. Este año, le dieron con todo: desayuno completo con tamal, aguadulce, café y juguito, ¡y hasta abrigo para aguantar el fresco!
Annette Barboza, la directora ejecutiva del club, nos comentó que atendieron a más de 600 personas. ¡600 vidas! Se nota que le ponen el corazón a esta labor. Dijo textualmente: “Estamos llevando un desayuno digno, un tamalito caliente, aguadulce, café y hasta jugo. Incluso también les estamos dando abrigos para que puedan soportar las temperaturas típicas de esta época”. ¡Eso sí que es pura bondad, mae!”.
Pero esto no nació de la nada, claro. El proyecto contó con el esfuerzo incansable de los voluntarios del Club, el apoyo de empresas que pusieron su granito de arena y, sobre todo, la solidaridad de la gente que aportó con donaciones y ayuda logística. Demuestra que cuando nos echamos las manos a veces podemos lograr cositas muy lindas.
Y ojo, porque esto no es lo único bueno que han hecho estos activos este mes. También llevaron fiesta a 350 niños del Roble de Puntarenas, que están pasando por momentos difíciles, y donaron más de 20 mil pañales al Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología. ¡Son unos verdaderos héroes anónimos!, diay. Además, apoyaron al programa ‘Building Futures’ en el centro de educación Tobogán de Colores, con 26 diarios para los ninos. ¡Se rifan!
No podemos dejar de lado su participación en la Teletón, donde contribuyeron con una generosa donación de pañales para los ancianitos del hospital. Parece que este grupo de activos realmente se dedica a sembrar amor y esperanza en nuestra comunidad. En serio, te dan ganas de ir ahí y echarles una mano.
Lo que me gusta de iniciativas así es que demuestran que la solidaridad todavía vive en nuestro país, a pesar de tantas broncas que tenemos. Nos recuerda que, aunque a veces nos vamos perdiendo en el camino, siempre hay espacio para tender una mano a quien lo necesita. Que lindo ver cómo pequeños gestos pueden hacer una gran diferencia en la vida de alguien, ¿no creen?
Ahora bien, amigos y amigas del Foro, aquí va mi consulta para ustedes: ¿Qué otros programas o iniciativas similares conocen en sus comunidades y qué acciones podríamos tomar para apoyar aún más a estas organizaciones que trabajan tan duro para ayudar a los más necesitados? ¡Déjenme sus ideas en los comentarios!