¡Ay, Dios mío! Otra vez los políticos prometiendo cosas que parecen sacadas de un cuento de hadas. Fabricio Alvarado y Laura Fernández, cada quien con sus ganas, juraron traerle un aeropuerto internacional a la Zona Sur si llegan a la Presidencia. Ya saben, la jugada fácil para tentar el voto popular, especialmente por esos lados de Puntarenas donde la necesidad es galopante.
La verdad es que esto del aeropuerto en la Zona Sur lleva años siendo un brete. Desde tiempos inmemoriales se habla de ello, y cada candidato, al pasar por la zona de campaña, le echa un empujoncito a la idea. Pero, ¿cuántas veces hemos escuchado esas promesas antes? Con Alvarado hablando de abrir las puertas del mundo al turismo y Fernández mencionando la continuidad del proyecto de Chaves, parece que estamos reviviendo viejas canciones recicladas.
Lo interesante es que ambos candidatos resaltan el potencial turístico de la Zona Sur. Alvarado, con su verbo neorrepublicano, lo pinta como un lienzo lleno de oportunidades esperando ser explotadas. Menciona cómo el turismo y el comercio podrían levantar la región, pero insiste en la importancia de la infraestructura y el “apoyo real” del Estado. Claro, porque no es tan sencillo como decir “aquí va el aeropuerto”.
Y es que la realidad es que el presidente Chaves, allá por el 2023, ya había prometido lo mismo. Un aeropuerto en Osa, con una pista de 2.600 metros capaz de recibir aviones de tamaño medio desde Norteamérica. Sonaba muy bien, diay, hasta uno se emocionaba pensando en poder volar directo a Puerto Jiménez sin tener que pasar por San José. Pero como dirían por ahí, “el perro ladra y la caravana sigue”.
Según Fernando Naranjo, ex director de Aviación Civil, los terrenos ya pertenecen al Estado, y el estudio arqueológico quedó listo en febrero de 2025, confirmando que no hay tesoros ocultos impidiendo la construcción. Aunque, claro, siempre queda el “pero” del estudio ambiental y la búsqueda de financiamiento, ese palo que siempre sale del agua para echar a perder la fiesta.
Fernández, mientras tanto, aprovecha la oportunidad para capitalizar el legado de Chaves, prometiendo “continuar trabajando” para traer las oportunidades a la Región Brunca. Ella anda recorriendo pueblos, apretando manos y lanzando discursos llenos de esperanza, mientras uno piensa: ¿será que esta vez sí o será otra promesa que se irá al traste?
La pregunta clave aquí es: ¿Por qué tanta demora? Parece que siempre hay un obstáculo, una excusa, una justificación técnica que impide que este sueño se haga realidad. Entre estudios ambientales, trámites burocráticos y la falta de recursos, el aeropuerto en la Zona Sur se ha convertido en un símbolo de la frustración de la gente que vive allí. Un Chunche que necesita despegar de una vez por todas.
Ahora, dime tú, ¿crees que alguno de estos candidatos realmente cumplirá su promesa de construir el aeropuerto en la Zona Sur o será solo más publicidad engañosa para ganar votos? ¿Deberíamos apostarle a la continuidad del proyecto de Chaves o darle una oportunidad a una propuesta fresca? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!
La verdad es que esto del aeropuerto en la Zona Sur lleva años siendo un brete. Desde tiempos inmemoriales se habla de ello, y cada candidato, al pasar por la zona de campaña, le echa un empujoncito a la idea. Pero, ¿cuántas veces hemos escuchado esas promesas antes? Con Alvarado hablando de abrir las puertas del mundo al turismo y Fernández mencionando la continuidad del proyecto de Chaves, parece que estamos reviviendo viejas canciones recicladas.
Lo interesante es que ambos candidatos resaltan el potencial turístico de la Zona Sur. Alvarado, con su verbo neorrepublicano, lo pinta como un lienzo lleno de oportunidades esperando ser explotadas. Menciona cómo el turismo y el comercio podrían levantar la región, pero insiste en la importancia de la infraestructura y el “apoyo real” del Estado. Claro, porque no es tan sencillo como decir “aquí va el aeropuerto”.
Y es que la realidad es que el presidente Chaves, allá por el 2023, ya había prometido lo mismo. Un aeropuerto en Osa, con una pista de 2.600 metros capaz de recibir aviones de tamaño medio desde Norteamérica. Sonaba muy bien, diay, hasta uno se emocionaba pensando en poder volar directo a Puerto Jiménez sin tener que pasar por San José. Pero como dirían por ahí, “el perro ladra y la caravana sigue”.
Según Fernando Naranjo, ex director de Aviación Civil, los terrenos ya pertenecen al Estado, y el estudio arqueológico quedó listo en febrero de 2025, confirmando que no hay tesoros ocultos impidiendo la construcción. Aunque, claro, siempre queda el “pero” del estudio ambiental y la búsqueda de financiamiento, ese palo que siempre sale del agua para echar a perder la fiesta.
Fernández, mientras tanto, aprovecha la oportunidad para capitalizar el legado de Chaves, prometiendo “continuar trabajando” para traer las oportunidades a la Región Brunca. Ella anda recorriendo pueblos, apretando manos y lanzando discursos llenos de esperanza, mientras uno piensa: ¿será que esta vez sí o será otra promesa que se irá al traste?
La pregunta clave aquí es: ¿Por qué tanta demora? Parece que siempre hay un obstáculo, una excusa, una justificación técnica que impide que este sueño se haga realidad. Entre estudios ambientales, trámites burocráticos y la falta de recursos, el aeropuerto en la Zona Sur se ha convertido en un símbolo de la frustración de la gente que vive allí. Un Chunche que necesita despegar de una vez por todas.
Ahora, dime tú, ¿crees que alguno de estos candidatos realmente cumplirá su promesa de construir el aeropuerto en la Zona Sur o será solo más publicidad engañosa para ganar votos? ¿Deberíamos apostarle a la continuidad del proyecto de Chaves o darle una oportunidad a una propuesta fresca? ¡Déjame saber tu opinión en los comentarios!
