¡Ay, Dios mío! Parece que este año la temporada alta llegó con más bronca que bendiciones. Con la llegada del gringo y el turista nacional, se nos vino encima un problemón que amenaza con tumbar todo el brete turístico. Resulta que entre falta de operadores aéreos y fallas técnicas en los aeropuertos, estamos a punto de vivir un boche que nadie quiere.
Según fuentes cercanas a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), la situación es más seria de lo que pintan. Durante el año pasado tuvimos que cancelar, retrasar o desviar más de 140 vuelos debido a estos inconvenientes, y parece que la cosa no va a mejorar ni un poquito. Marcos Castillo, el jefe de la DGAC, reconoció que están buscando los recursos, pero le falta echarle ganas porque no hay una fecha concreta para solucionar esto, diay.
El Sindicato de Profesionales de Control Aéreo (Sitecna) no se anda con rodeos y dice que la falta de personal es culpa de la poca coordinación de las autoridades. Cuando un compañero se enferma o necesita ir al baño, ¡toca parar todo! Imagínate la bronca en el Juan Santamaría cuando se cae el tráfico aéreo por un chunche así. ¡Qué despache!
Ahora, hablemos de la falla en la torre de control. Castillo asegura que hicieron los protocolos, pero no garantiza que no vuelva a pasar. Le pusieron parches eléctricos y electrónicos, sí, pero eso no asegura que no vaya a explotar otra vez en medio de la temporada alta. ¡Qué susto! Al final, se invirtieron unos ochocientos mil dólares para tratar de arreglar el problema, pero a ver qué tal funciona.
Shirley Calvo, la directora de Canatur, está preocupadísima. Reconoce que el aumento de turistas es bueno, pero dice que no va a ser suficiente para recuperar lo que se perdió. Las pymes, especialmente, siguen batallando y ahora les suma el tema de la inseguridad, que ya está afectando la imagen del país. Necesitamos que el próximo gobierno le agarre el toro y le dé prioridad al turismo, porque sino, ¡nos vamos al traste!
Y hablando de infraestructura, Calvo tampoco se queda callada. Dice que necesitamos invertir en las carreteras que llevan a los centros turísticos y modernizar los aeropuertos regionales. El Juan Santamaría está quedando decente, pero en Guanacaste todavía hay vulnerabilidades y en otras terminales parece que están congeladas en el tiempo. ¡Qué pena!
Pero no todo está perdido. Se espera un alza en la llegada de turistas, alrededor de 285 mil personas adicionales, gracias a la concesionaria del aeropuerto Juan Santamaría, Aeris. Han invertido en ampliaciones y prometen que no afectará el servicio, aunque con tanta vara pendiendo… pues uno se pone nerviosito. Igual, celebraremos cualquier aumento, porque este país lo necesita como agua de mayo.
En fin, parece que la temporada alta viene cargada de retos y preocupaciones. Tenemos que ponerle toda la carne al asador para evitar que los problemas técnicos y de seguridad nos arruinen la cosecha. ¿Ustedes creen que el próximo gobierno estará a la altura del desafío o seguiremos viendo cómo el turismo se va al garete?
Según fuentes cercanas a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), la situación es más seria de lo que pintan. Durante el año pasado tuvimos que cancelar, retrasar o desviar más de 140 vuelos debido a estos inconvenientes, y parece que la cosa no va a mejorar ni un poquito. Marcos Castillo, el jefe de la DGAC, reconoció que están buscando los recursos, pero le falta echarle ganas porque no hay una fecha concreta para solucionar esto, diay.
El Sindicato de Profesionales de Control Aéreo (Sitecna) no se anda con rodeos y dice que la falta de personal es culpa de la poca coordinación de las autoridades. Cuando un compañero se enferma o necesita ir al baño, ¡toca parar todo! Imagínate la bronca en el Juan Santamaría cuando se cae el tráfico aéreo por un chunche así. ¡Qué despache!
Ahora, hablemos de la falla en la torre de control. Castillo asegura que hicieron los protocolos, pero no garantiza que no vuelva a pasar. Le pusieron parches eléctricos y electrónicos, sí, pero eso no asegura que no vaya a explotar otra vez en medio de la temporada alta. ¡Qué susto! Al final, se invirtieron unos ochocientos mil dólares para tratar de arreglar el problema, pero a ver qué tal funciona.
Shirley Calvo, la directora de Canatur, está preocupadísima. Reconoce que el aumento de turistas es bueno, pero dice que no va a ser suficiente para recuperar lo que se perdió. Las pymes, especialmente, siguen batallando y ahora les suma el tema de la inseguridad, que ya está afectando la imagen del país. Necesitamos que el próximo gobierno le agarre el toro y le dé prioridad al turismo, porque sino, ¡nos vamos al traste!
Y hablando de infraestructura, Calvo tampoco se queda callada. Dice que necesitamos invertir en las carreteras que llevan a los centros turísticos y modernizar los aeropuertos regionales. El Juan Santamaría está quedando decente, pero en Guanacaste todavía hay vulnerabilidades y en otras terminales parece que están congeladas en el tiempo. ¡Qué pena!
Pero no todo está perdido. Se espera un alza en la llegada de turistas, alrededor de 285 mil personas adicionales, gracias a la concesionaria del aeropuerto Juan Santamaría, Aeris. Han invertido en ampliaciones y prometen que no afectará el servicio, aunque con tanta vara pendiendo… pues uno se pone nerviosito. Igual, celebraremos cualquier aumento, porque este país lo necesita como agua de mayo.
En fin, parece que la temporada alta viene cargada de retos y preocupaciones. Tenemos que ponerle toda la carne al asador para evitar que los problemas técnicos y de seguridad nos arruinen la cosecha. ¿Ustedes creen que el próximo gobierno estará a la altura del desafío o seguiremos viendo cómo el turismo se va al garete?
