Bueno, pues ahí les va la data fresca del Banco Central. Parece que el comercio no tuvo un arrastre grande en agosto, manteniendo un ritmo parecido al del año pasado. Hablamos de un crecimiento del 3,1%, poquito debajo del 3,3% que tuvimos en agosto del 2024. No es que estemos bailando en la calle, pero tampoco vamos pa’ atrás, ¿me entienden?
La buena noticia es que varias cosas ayudaron a mantener el motorcito andando. Los alimentos, los medicamentos, los aparatos eléctricos, hasta los combustible y las herramientas de ferretería tuvieron un buen desempeño. Eso siempre le da un empujón al IMAC, el índice que mide la actividad comercial. Uno piensa, '¡Buenas!, al menos la gente sigue comprando lo básico.'
Y hablando de lo básico, los talleres mecánicos también se lucieron. El servicio de reparación y mantenimiento de carros creció un 4%, superando incluso el crecimiento del año pasado, que era de 1,7%. Ahí hay que darle duro al aceite y a las llantas, porque los carros aquí en Costa Rica aguantan lo que no se cree.
Pero no todo es risas y miel, eh. Lo feo del asunto es que la venta de vehículos nuevos tuvo una pequeña caída, como un 0,9% menos que en agosto del 2024. Esto puede ser por varios factores, desde los precios altos hasta que la gente prefiere agarrarlele al carro viejo. Todos sabemos cómo anda la cosa, ¿no?
Ahora sí, mirando el panorama general, la economía mantuvo su brío. El IMAE, otro índice importante, registró un aumento del 4,8% en comparación con el año anterior. ¡Eso sí es un dato alentador! Y encima, este crecimiento fue más rápido que el del mes anterior, impulsándose 0,8 puntos porcentuales. Ya van varios meses seguidos con tasas por arriba del 4%, lo cual nos da una sensación de estabilidad... aunque con precauciones, claro.
Analistas económicos dicen que esto podría indicar una recuperación gradual tras las turbulencias de los años pasados. Claro que todavía tenemos desafíos enormes, como la inflación, que sigue mordiendo el bolsillo de todos. Necesitamos que los precios bajen, y pronto. Porque así, aunque el comercio siga creciendo, la gente empieza a sentirla fuerte en casa.
Lo interesante es ver qué pasa con las próximas semanas y meses. La temporada navideña siempre trae consigo un respiro económico, pero también depende mucho de cómo esté funcionando el mercado internacional y de las decisiones que tome el gobierno en temas de política económica. Hay que estar ojo avizor, porque la cosa está cambiando rápido.
Así que ahí tienen el panorama, amigos. Un agosto decente para el comercio, pero con interrogantes importantes sobre el futuro. Considerando toda esta información – el crecimiento en algunos sectores, la caída en otros, la persistente inflación – ¿creen ustedes que estas medidas son suficientes para garantizar un crecimiento económico sostenible a largo plazo en Costa Rica, o necesitamos cambios más profundos en la forma en que hacemos negocios?
La buena noticia es que varias cosas ayudaron a mantener el motorcito andando. Los alimentos, los medicamentos, los aparatos eléctricos, hasta los combustible y las herramientas de ferretería tuvieron un buen desempeño. Eso siempre le da un empujón al IMAC, el índice que mide la actividad comercial. Uno piensa, '¡Buenas!, al menos la gente sigue comprando lo básico.'
Y hablando de lo básico, los talleres mecánicos también se lucieron. El servicio de reparación y mantenimiento de carros creció un 4%, superando incluso el crecimiento del año pasado, que era de 1,7%. Ahí hay que darle duro al aceite y a las llantas, porque los carros aquí en Costa Rica aguantan lo que no se cree.
Pero no todo es risas y miel, eh. Lo feo del asunto es que la venta de vehículos nuevos tuvo una pequeña caída, como un 0,9% menos que en agosto del 2024. Esto puede ser por varios factores, desde los precios altos hasta que la gente prefiere agarrarlele al carro viejo. Todos sabemos cómo anda la cosa, ¿no?
Ahora sí, mirando el panorama general, la economía mantuvo su brío. El IMAE, otro índice importante, registró un aumento del 4,8% en comparación con el año anterior. ¡Eso sí es un dato alentador! Y encima, este crecimiento fue más rápido que el del mes anterior, impulsándose 0,8 puntos porcentuales. Ya van varios meses seguidos con tasas por arriba del 4%, lo cual nos da una sensación de estabilidad... aunque con precauciones, claro.
Analistas económicos dicen que esto podría indicar una recuperación gradual tras las turbulencias de los años pasados. Claro que todavía tenemos desafíos enormes, como la inflación, que sigue mordiendo el bolsillo de todos. Necesitamos que los precios bajen, y pronto. Porque así, aunque el comercio siga creciendo, la gente empieza a sentirla fuerte en casa.
Lo interesante es ver qué pasa con las próximas semanas y meses. La temporada navideña siempre trae consigo un respiro económico, pero también depende mucho de cómo esté funcionando el mercado internacional y de las decisiones que tome el gobierno en temas de política económica. Hay que estar ojo avizor, porque la cosa está cambiando rápido.
Así que ahí tienen el panorama, amigos. Un agosto decente para el comercio, pero con interrogantes importantes sobre el futuro. Considerando toda esta información – el crecimiento en algunos sectores, la caída en otros, la persistente inflación – ¿creen ustedes que estas medidas son suficientes para garantizar un crecimiento económico sostenible a largo plazo en Costa Rica, o necesitamos cambios más profundos en la forma en que hacemos negocios?
