¡Ay, Dios mío! La cosa se puso caliente rapidito en La Fortuna, San Carlos. Resulta que una gringa, que venía de la Amazonia peruana buscando aventuras, le agarró fiebre amarilla. Menos mal que llegó a tiempo para que los doctores le echaran mano, pero esto nos pone a todos en alerta roja, díganle a quien le digan.
Según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la señora, que tiene unos 29 añitos, empezó a sentir cosas raras el 7 de octubre, llegó al país el día 8 y, lamentablemente, no tenía la vacuna al día. Vino directo al brete, igual que muchos turistas que llegan sin preocuparse mucho por estas cositas. Ahora mismo está recluida en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), recibiendo toda la atención necesaria. ¡Y vaya que la necesitan!
El doctor Alexander Sánchez, gerente médico de la Caja, les aseguró a los vecinos que están haciendo todo lo posible para controlar la situación. Estudian a ver quiénes pudieron haber tenido contacto con la americana y ya le dieron las indicaciones a esas personas para que estén pendientes y vayan corriendo al centro de salud si sienten cualquier cosilla rara. “Se mantiene el control y seguimiento necesarios”, dijo el doctor, pero bueno… siempre hay que tomar estas cosas con pinzas, ¿verdad?
Lo bueno es que ella estaba acompañada de otra dama que sí tenía la vacuna y, afortunadamente, los exámenes le salieron limpios. Eso nos da un respiro, aunque no podemos bajar la guardia ni un poquito. La fiebre amarilla es un asunto serio, como dirían mis abuelos, ¡una calamidad!, así que hay que ponerle empeño.
Ahora bien, ¿qué es exactamente la fiebre amarilla? Pues, amigos, es una enfermedad transmitida por mosquitos que puede causar unas molestias bastante feas. Fiebre alta, dolor de cabeza que te parte la crisma, escalofríos, músculos que duelen como si te hubieran pasado por encima con un tractor, náuseas, vómitos... Y en los casos más graves, puede llegar a complicarte el hígado o los riñones. ¡Un verdadero chururso!
Las autoridades sanitarias están recomendando a la gente que se proteja contra las picaduras de mosquitos: usar repelente, ropa de manga larga, quedarse en casas protegidas con mosquiteros, eliminar criaderos de agua estancada... Lo básico, vamos. También recuerdan que la vacunación es la mejor manera de prevenirla, así que si todavía no tienen la suya, ¡corran a la clínica más cercana! No sean aguafiestas, protéjanse a ellos mismos y a los demás.
Esto nos recuerda que, aunque somos un país bendecido con mucha naturaleza, también estamos rodeados de riesgos que debemos conocer y enfrentar. La fiebre amarilla ha estado ausente por un buen rato, pero eso no significa que no pueda volver a aparecer. Hay que estar atentos, informarnos y actuar con responsabilidad. Igual que cuando hay erupción volcánica, toca estar preparados y seguir las indicaciones de los expertos, porque sino, ¡nos vamos al traste!
En fin, esta situación nos deja pensando: ¿Hemos descuidado la vigilancia epidemiológica en zonas turísticas como La Fortuna? ¿Realmente estamos invirtiendo lo suficiente en prevención de enfermedades importadas? Díganme, ¿cuáles creen que deberían ser las prioridades del Ministerio de Salud ahora mismo, considerando este nuevo desafío?
Según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la señora, que tiene unos 29 añitos, empezó a sentir cosas raras el 7 de octubre, llegó al país el día 8 y, lamentablemente, no tenía la vacuna al día. Vino directo al brete, igual que muchos turistas que llegan sin preocuparse mucho por estas cositas. Ahora mismo está recluida en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), recibiendo toda la atención necesaria. ¡Y vaya que la necesitan!
El doctor Alexander Sánchez, gerente médico de la Caja, les aseguró a los vecinos que están haciendo todo lo posible para controlar la situación. Estudian a ver quiénes pudieron haber tenido contacto con la americana y ya le dieron las indicaciones a esas personas para que estén pendientes y vayan corriendo al centro de salud si sienten cualquier cosilla rara. “Se mantiene el control y seguimiento necesarios”, dijo el doctor, pero bueno… siempre hay que tomar estas cosas con pinzas, ¿verdad?
Lo bueno es que ella estaba acompañada de otra dama que sí tenía la vacuna y, afortunadamente, los exámenes le salieron limpios. Eso nos da un respiro, aunque no podemos bajar la guardia ni un poquito. La fiebre amarilla es un asunto serio, como dirían mis abuelos, ¡una calamidad!, así que hay que ponerle empeño.
Ahora bien, ¿qué es exactamente la fiebre amarilla? Pues, amigos, es una enfermedad transmitida por mosquitos que puede causar unas molestias bastante feas. Fiebre alta, dolor de cabeza que te parte la crisma, escalofríos, músculos que duelen como si te hubieran pasado por encima con un tractor, náuseas, vómitos... Y en los casos más graves, puede llegar a complicarte el hígado o los riñones. ¡Un verdadero chururso!
Las autoridades sanitarias están recomendando a la gente que se proteja contra las picaduras de mosquitos: usar repelente, ropa de manga larga, quedarse en casas protegidas con mosquiteros, eliminar criaderos de agua estancada... Lo básico, vamos. También recuerdan que la vacunación es la mejor manera de prevenirla, así que si todavía no tienen la suya, ¡corran a la clínica más cercana! No sean aguafiestas, protéjanse a ellos mismos y a los demás.
Esto nos recuerda que, aunque somos un país bendecido con mucha naturaleza, también estamos rodeados de riesgos que debemos conocer y enfrentar. La fiebre amarilla ha estado ausente por un buen rato, pero eso no significa que no pueda volver a aparecer. Hay que estar atentos, informarnos y actuar con responsabilidad. Igual que cuando hay erupción volcánica, toca estar preparados y seguir las indicaciones de los expertos, porque sino, ¡nos vamos al traste!
En fin, esta situación nos deja pensando: ¿Hemos descuidado la vigilancia epidemiológica en zonas turísticas como La Fortuna? ¿Realmente estamos invirtiendo lo suficiente en prevención de enfermedades importadas? Díganme, ¿cuáles creen que deberían ser las prioridades del Ministerio de Salud ahora mismo, considerando este nuevo desafío?