¡Ay, Dios mío, qué despiche! La Sudeste está cabalgando otro aguacero gordo, y esta vez sí nos tocó sudar tinta. Un buen puñado de familias de El Roble y Chacarita, específicamente de Bellavista y Valle Verde, tuvieron que dejar sus casas, agarrándose lo justo para escapar de la furia del agua. Son alrededor de 300 personas, mae, eso da para pensar.
La cosa empezó a picar temprano este finde, con lluvias intermitentes que parecían inofensivas. Pero luego, el cielo se puso oscuro como boca de lobo y empezó a caer agua a cántaros. Los ríos empezaron a crecer como espuma y, de repente, las casas estaban hasta las ventanas llenas de agua. Imagínate el susto, ¡tremendo!
Como siempre, los bravos de la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos llegaron rápido al rescate. Con balsas y chalecos salvavidas, fueron sacando a las familias de sus casas, algunas casi desesperadas. Se les vio trabajando a marchas forzadas, porque la lluvia no daba tregua. ¡Se ganaron nuestro respeto, esos son unos luchadores!
Todos los evacuados ahora están resguardados en la Escuela de Barranca, en Puntarenas. Ahí los están atendiendo los comités locales de emergencia, dándoles comida caliente, mantas y buscando maneras de hacerles la estadía lo más cómoda posible. Menos mal que hay corazones nobles en este país, dispuestos a echarle ganas para ayudar a quien lo necesita.
Pero la vara no pinta bien, diay. Las autoridades han lanzado un llamado de atención a todos los que vivimos cerca de ríos o en zonas propensas a deslizamientos. Dicen que las lluvias pueden empeorar y los suelos están empapados, listos para tragarse cualquier cosita que se mueva. Hay que estar muy alertas, mae, porque la naturaleza no perdona.
Y hablando de la naturaleza, me pregunto si alguien ha pensado en cómo estamos afectándola. Este tipo de fenómenos climáticos extremos cada vez son más frecuentes, y no podemos seguir ignorándolo. ¿Será que tenemos que cambiar nuestra forma de vivir para darle un respiro al planeta?
Algunos dicen que esto es parte del cambio climático, otros que simplemente es la naturaleza haciendo de las suyas. Lo cierto es que necesitamos tomar medidas urgentes para protegernos de estos desastres naturales. Invertir en sistemas de drenaje adecuados, reforestar nuestras montañas y educar a la población sobre cómo actuar en caso de emergencia… ¡hay mucho por hacer, chunches!
En fin, espero que las cosas mejoren pronto para nuestros hermanos puntarenenses. Que el agua baje, que el sol salga y que puedan regresar a sus hogares sanos y salvos. Ahora dime, compañeros del Foro: ¿Qué medidas creen ustedes que debería tomar el gobierno para prevenir tragedias como estas y proteger a las comunidades vulnerables ante los efectos del cambio climático?
La cosa empezó a picar temprano este finde, con lluvias intermitentes que parecían inofensivas. Pero luego, el cielo se puso oscuro como boca de lobo y empezó a caer agua a cántaros. Los ríos empezaron a crecer como espuma y, de repente, las casas estaban hasta las ventanas llenas de agua. Imagínate el susto, ¡tremendo!
Como siempre, los bravos de la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos llegaron rápido al rescate. Con balsas y chalecos salvavidas, fueron sacando a las familias de sus casas, algunas casi desesperadas. Se les vio trabajando a marchas forzadas, porque la lluvia no daba tregua. ¡Se ganaron nuestro respeto, esos son unos luchadores!
Todos los evacuados ahora están resguardados en la Escuela de Barranca, en Puntarenas. Ahí los están atendiendo los comités locales de emergencia, dándoles comida caliente, mantas y buscando maneras de hacerles la estadía lo más cómoda posible. Menos mal que hay corazones nobles en este país, dispuestos a echarle ganas para ayudar a quien lo necesita.
Pero la vara no pinta bien, diay. Las autoridades han lanzado un llamado de atención a todos los que vivimos cerca de ríos o en zonas propensas a deslizamientos. Dicen que las lluvias pueden empeorar y los suelos están empapados, listos para tragarse cualquier cosita que se mueva. Hay que estar muy alertas, mae, porque la naturaleza no perdona.
Y hablando de la naturaleza, me pregunto si alguien ha pensado en cómo estamos afectándola. Este tipo de fenómenos climáticos extremos cada vez son más frecuentes, y no podemos seguir ignorándolo. ¿Será que tenemos que cambiar nuestra forma de vivir para darle un respiro al planeta?
Algunos dicen que esto es parte del cambio climático, otros que simplemente es la naturaleza haciendo de las suyas. Lo cierto es que necesitamos tomar medidas urgentes para protegernos de estos desastres naturales. Invertir en sistemas de drenaje adecuados, reforestar nuestras montañas y educar a la población sobre cómo actuar en caso de emergencia… ¡hay mucho por hacer, chunches!
En fin, espero que las cosas mejoren pronto para nuestros hermanos puntarenenses. Que el agua baje, que el sol salga y que puedan regresar a sus hogares sanos y salvos. Ahora dime, compañeros del Foro: ¿Qué medidas creen ustedes que debería tomar el gobierno para prevenir tragedias como estas y proteger a las comunidades vulnerables ante los efectos del cambio climático?