¡Ay, Dios mío! Se armó un maje bronca en el mundo de la tecnología y Costa Rica está justo en medio del ojo del huracán. Resulta que los centros de datos y las compañías de telefonía acá en el país andamos temblando porque hay un montón de ataques cibernéticos pegando duro a nivel mundial. No es jaco cualquiera, esto está tomando proporciones de locura.
Según el nuevo Informe de Investigaciones de Brechas de Datos de Verizon (sí, ese que todos los expertos usan), casi una quinta parte de los ataques en todo el planeta se aprovechan de huecos en nuestras redes perimetrales y VPNs. ¡Imagínate! Eso representa un aumento brutal del 34% con respecto al año pasado. Parece que los hackers andan más picudos que nunca y nos tienen echándole ojitos feos.
Y lo peor de todo, maes, es que apenas el 54% de esas fallas han sido arregladas. ¡Qué despiche! Eso deja nuestras infraestructuras expuestas durante unos 32 días, que es un tiempo considerable para que esos bandidos hagan de las suyas. Mauricio Nanne, el mero mero de SISAP, nos soltó la bomba: “Costa Rica, siendo el hub tecnológico de Centroamérica, estamos en una situación de riesgo altísimo. Si no cuidamos bien esas conexiones remotas, les abrimos la puerta grande a los delincuentes cibernéticos”.
Ahora, considerando el historial reciente de ataques que hemos tenido acá, con instituciones públicas y privadas sufriendo embates directos, esta advertencia duele más que un clavelito en el pie. Buscábamos posicionarnos como líderes en servicios tecnológicos, y ahora tenemos que lidiar con esto. Me da mucha pena, porque este brete de la ciberseguridad es crucial para mantenernos competitivos y seguros en esta época digital.
Lo más preocupante, según el informe de Verizon, es que muchos de estos ataques vienen de terceros, es decir, empresas que prestan servicios a otras. ¡Qué vara! Con tantas empresas externas manejando nuestros datos sensibles, es fácil que se cuequen algunas y ahí entren los malos actores. Esto afecta directamente al ecosistema costarricense, donde dependemos mucho de proveedores externos para funciones vitales.
Pero no todo está perdido, chunches. SISAP nos da algunas recomendaciones para protegernos. Primero, tener que parchear rápidamente las vulnerabilidades, así no les damos oportunidad a los hackers. Segundo, vigilar constantemente quién entra a nuestras redes remotas, para detectar cualquier actividad sospechosa. Tercero, revisar bien la seguridad de todos esos proveedores externos, para asegurarnos de que cumplen con los estándares mínimos. Y cuarto, darle un empujón a la capacitación del personal, para que sepan cómo identificar y prevenir amenazas.
Nanne, con toda la razón del mundo, dice que “cada día que posponemos una actualización, aumentamos el riesgo de que nos ataquen y paralicen servicios importantes”. Piénsenlo, maes: desde la banca hasta el hospital, pasando por las oficinas gubernamentales, todo depende de sistemas informáticos que pueden ser vulnerables. ¡Menos bromas y más acciones!
En fin, parece que la ciberseguridad se convirtió en una necesidad urgente y no en una opción. Ya no podemos ir de listillos pensando que “eso no nos va a pasar”. La pregunta es: ¿qué medidas concretas están tomando ustedes, como individuos y como organizaciones, para proteger sus datos y evitar convertirse en víctimas de estos ataques? Compartan sus experiencias y sugerencias en el foro, ¡porque necesitamos trabajar juntos para salir airosos de este jaleo!
Según el nuevo Informe de Investigaciones de Brechas de Datos de Verizon (sí, ese que todos los expertos usan), casi una quinta parte de los ataques en todo el planeta se aprovechan de huecos en nuestras redes perimetrales y VPNs. ¡Imagínate! Eso representa un aumento brutal del 34% con respecto al año pasado. Parece que los hackers andan más picudos que nunca y nos tienen echándole ojitos feos.
Y lo peor de todo, maes, es que apenas el 54% de esas fallas han sido arregladas. ¡Qué despiche! Eso deja nuestras infraestructuras expuestas durante unos 32 días, que es un tiempo considerable para que esos bandidos hagan de las suyas. Mauricio Nanne, el mero mero de SISAP, nos soltó la bomba: “Costa Rica, siendo el hub tecnológico de Centroamérica, estamos en una situación de riesgo altísimo. Si no cuidamos bien esas conexiones remotas, les abrimos la puerta grande a los delincuentes cibernéticos”.
Ahora, considerando el historial reciente de ataques que hemos tenido acá, con instituciones públicas y privadas sufriendo embates directos, esta advertencia duele más que un clavelito en el pie. Buscábamos posicionarnos como líderes en servicios tecnológicos, y ahora tenemos que lidiar con esto. Me da mucha pena, porque este brete de la ciberseguridad es crucial para mantenernos competitivos y seguros en esta época digital.
Lo más preocupante, según el informe de Verizon, es que muchos de estos ataques vienen de terceros, es decir, empresas que prestan servicios a otras. ¡Qué vara! Con tantas empresas externas manejando nuestros datos sensibles, es fácil que se cuequen algunas y ahí entren los malos actores. Esto afecta directamente al ecosistema costarricense, donde dependemos mucho de proveedores externos para funciones vitales.
Pero no todo está perdido, chunches. SISAP nos da algunas recomendaciones para protegernos. Primero, tener que parchear rápidamente las vulnerabilidades, así no les damos oportunidad a los hackers. Segundo, vigilar constantemente quién entra a nuestras redes remotas, para detectar cualquier actividad sospechosa. Tercero, revisar bien la seguridad de todos esos proveedores externos, para asegurarnos de que cumplen con los estándares mínimos. Y cuarto, darle un empujón a la capacitación del personal, para que sepan cómo identificar y prevenir amenazas.
Nanne, con toda la razón del mundo, dice que “cada día que posponemos una actualización, aumentamos el riesgo de que nos ataquen y paralicen servicios importantes”. Piénsenlo, maes: desde la banca hasta el hospital, pasando por las oficinas gubernamentales, todo depende de sistemas informáticos que pueden ser vulnerables. ¡Menos bromas y más acciones!
En fin, parece que la ciberseguridad se convirtió en una necesidad urgente y no en una opción. Ya no podemos ir de listillos pensando que “eso no nos va a pasar”. La pregunta es: ¿qué medidas concretas están tomando ustedes, como individuos y como organizaciones, para proteger sus datos y evitar convertirse en víctimas de estos ataques? Compartan sus experiencias y sugerencias en el foro, ¡porque necesitamos trabajar juntos para salir airosos de este jaleo!