¡Dengue, qué cosa! Resulta que la inflación en Costa Rica, esa vieja conocida que nos ha tenido sacando canas verdes, sigue jugando duro. Según el reporte más reciente del INEC, septiembre cerró con números rojos otra vez, demostrando que todavía le queda tela por resolver. Parece que la economía nacional está haciendo equilibrios dignos de trapecista, y a nosotros nos toca ver cómo nos va en este circo.
Para ponerle pausa al café, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que es como le dicen a la inflación, cayó un 0,40% durante el mes pasado. Eso significa que las cosas, en general, se pusieron un poquito más baratas... bueno, algunas. Pero ojo, porque la inflación acumulada desde principio de año ya suma un -1,95%, y la comparación con hace un año (-1,00%) tampoco pinta muy pretty. Parece que estamos en una especie de montaña rusa económica, donde los altos y bajos son moneda corriente.
Según los expertos – esos que siempre tienen la respuesta a mano –, la bajada se notó principalmente en “Información y Comunicación” y en los “Alimentos y Bebidas no alcohólicas”. ¡Imagínense!, hasta la comida y el celular se han puesto más accesibles. Pero no todo es miel sobre hojuelas, eh; otras áreas como la educación universitaria y los carros nuevos siguen influyendo para mantener los precios arriba, justo donde nadie quiere verlos. ¡Qué lata!
Si miramos los números con lupa, descubrimos que de los 289 productos y servicios que se miden para calcular el IPC, casi el 37% bajaron de precio. Suenan bien esas estadísticas, ¿verdad? Pero el otro lado de la moneda dice que casi el 47% sí aumentaron, dejando a un 16% que ni sube ni baja. Un panorama medio confuso, diría yo. En fin, hay que estar atentos a lo que pasa.
Dentro de las gangas que encontramos, la telefonía móvil, los tomates (¡por fin!), y los boletos de avión fueron los protagonistas de las bajas. Una excelente oportunidad para renovar el celular, prepararnos unas ricas caseras o planear unas vacaciones…si es que el bolsillo lo permite, claro. Mientras tanto, la educación superior, los autos nuevos y los viajes al extranjero siguen siendo un lujo para muchos. No me hagan mención, diay.
Recordemos que esto no es la primera vez que vemos una variación negativa en septiembre. Ya pasó en 2023 (-0,95%) y en 2024 (-0,33%). Esto nos da pie a preguntarnos si esta tendencia es cíclica o si realmente estamos viendo una desaceleración de la inflación a largo plazo. Algunos economistas opinan que es resultado de políticas monetarias restrictivas, otros creen que es simplemente una corrección después de un período de alta inflación. Lo cierto es que la incertidumbre reina, chunches.
Sin embargo, no podemos ignorar que el panorama mundial sigue complicado. Las tensiones geopolíticas, la guerra en Ucrania, y la volatilidad de los mercados financieros pueden afectar nuestra economía en cualquier momento. Además, la sequía prolongada que estamos viviendo está impactando en la producción agrícola y aumentando los costos de alimentos, lo cual podría revertir la tendencia a la baja de la inflación. Así que, aunque ahora estemos respirando un poco más tranquilos, hay que mantenerse con los pies en la tierra.
Y ahora viene la gran pregunta, mi gente: ¿esta bajada temporal de la inflación es un verdadero indicio de recuperación económica o solamente estamos aplazando el problema? ¿Creer ustedes que el gobierno está haciendo lo suficiente para controlar la situación y proteger el bolsillo de los costarricenses, o deberíamos esperar otro pinchazo pronto? Compartan sus opiniones y experiencias en el foro, ¡queremos saber qué piensan!”,
Para ponerle pausa al café, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que es como le dicen a la inflación, cayó un 0,40% durante el mes pasado. Eso significa que las cosas, en general, se pusieron un poquito más baratas... bueno, algunas. Pero ojo, porque la inflación acumulada desde principio de año ya suma un -1,95%, y la comparación con hace un año (-1,00%) tampoco pinta muy pretty. Parece que estamos en una especie de montaña rusa económica, donde los altos y bajos son moneda corriente.
Según los expertos – esos que siempre tienen la respuesta a mano –, la bajada se notó principalmente en “Información y Comunicación” y en los “Alimentos y Bebidas no alcohólicas”. ¡Imagínense!, hasta la comida y el celular se han puesto más accesibles. Pero no todo es miel sobre hojuelas, eh; otras áreas como la educación universitaria y los carros nuevos siguen influyendo para mantener los precios arriba, justo donde nadie quiere verlos. ¡Qué lata!
Si miramos los números con lupa, descubrimos que de los 289 productos y servicios que se miden para calcular el IPC, casi el 37% bajaron de precio. Suenan bien esas estadísticas, ¿verdad? Pero el otro lado de la moneda dice que casi el 47% sí aumentaron, dejando a un 16% que ni sube ni baja. Un panorama medio confuso, diría yo. En fin, hay que estar atentos a lo que pasa.
Dentro de las gangas que encontramos, la telefonía móvil, los tomates (¡por fin!), y los boletos de avión fueron los protagonistas de las bajas. Una excelente oportunidad para renovar el celular, prepararnos unas ricas caseras o planear unas vacaciones…si es que el bolsillo lo permite, claro. Mientras tanto, la educación superior, los autos nuevos y los viajes al extranjero siguen siendo un lujo para muchos. No me hagan mención, diay.
Recordemos que esto no es la primera vez que vemos una variación negativa en septiembre. Ya pasó en 2023 (-0,95%) y en 2024 (-0,33%). Esto nos da pie a preguntarnos si esta tendencia es cíclica o si realmente estamos viendo una desaceleración de la inflación a largo plazo. Algunos economistas opinan que es resultado de políticas monetarias restrictivas, otros creen que es simplemente una corrección después de un período de alta inflación. Lo cierto es que la incertidumbre reina, chunches.
Sin embargo, no podemos ignorar que el panorama mundial sigue complicado. Las tensiones geopolíticas, la guerra en Ucrania, y la volatilidad de los mercados financieros pueden afectar nuestra economía en cualquier momento. Además, la sequía prolongada que estamos viviendo está impactando en la producción agrícola y aumentando los costos de alimentos, lo cual podría revertir la tendencia a la baja de la inflación. Así que, aunque ahora estemos respirando un poco más tranquilos, hay que mantenerse con los pies en la tierra.
Y ahora viene la gran pregunta, mi gente: ¿esta bajada temporal de la inflación es un verdadero indicio de recuperación económica o solamente estamos aplazando el problema? ¿Creer ustedes que el gobierno está haciendo lo suficiente para controlar la situación y proteger el bolsillo de los costarricenses, o deberíamos esperar otro pinchazo pronto? Compartan sus opiniones y experiencias en el foro, ¡queremos saber qué piensan!”,