¡Dígame usted! Resulta que, además de los veinte partidos nacionales que ya estamos familiarizados, en las próximas elecciones legislativas de 2026 va a haber unos cuantos ‘aguafiestas’ provinciales tratando de colarse en el Congreso. Sí, así como lo escuchó, partidos locales buscando meterle presión a los pesos pesados. Parece que algunos quieren probar si pueden representar a sus regiones directamente, aunque la jugada no siempre les sale chiva.
Ahora, de esos 24 partidos provinciales que tienen permiso para operar, apenas cinco se dieron maña para completar todos los trámites necesarios. No es tarea fácil, ¿eh? Se requiere dedicación y paciencia, especialmente cuando uno ya sabe que subir contra la corriente no es precisamente un paseo dominical. Estos partidos vienen desde atrás, buscando hacerse un hueco en un panorama político bastante competitivo.
Vamos por partes, porque esto puede volverse un brete. En San José tenemos a tres grupos que llevan rato luchando, algunos desde el 2014 y otros desde el 2018, sin conseguir muchas victorias ni a nivel nacional ni municipal. Uno nuevo, liderado por el abogado Juan Diego Castro, recién se está animando a presentar su candidatura. Que le vaya bien, que necesita un buen chunche.
Cartago es donde la cosa se puso interesante, gracias a la agrupación fundada por el abogado y comunicador Belisario Solano, que luego recibió al exalcalde Mario Redondo. Este grupo, señores míos, ¡se llevó la candidatura más votada en las recientes elecciones municipales! Cosecharon regidores en varios cantones de la provincia. Redondo, con toda la seguridad del mundo, dice que van a agarrarle dos curules. ¡Eso sí que sería un golpe!
Y seguimos con Guanacaste, que tiene a Unión Guanacasteca retomando una tradición que ya había tenido otros partidos provinciales en el pasado. Este grupo también tuvo resultados decentes en las últimas municipales, logrando representación en los concejos de Liberia, Bagaces y Nandayure. Demuestra que la gente quiere tener voz propia, ¿verdad?
Pero, siendo honestos, la historia de estos partidos provinciales no es precisamente llena de éxitos. A lo largo de este siglo, solo han logrado ganar curules en unas pocas ocasiones. Recuerdo que en el 2006, antes de intentar llegar a nivel nacional, el Frente Amplio, Accesibilidad sin Exclusión y Restauración Nacional consiguieron curules en San José representando a la provincia. Un par de veces más, el mismo Restauración logró repetir ese logro en el 2010 y Mario Redondo, por Cartago en el 2014. Pero, en general, su presencia en el Congreso ha sido esporádica.
La ley electoral sí permite la creación de estos partidos, dándoles la oportunidad de competir por curules y alcaldías. Pero la realidad es que es complicado romper la hegemonía de los partidos tradicionales. Se necesita mucho trabajo, mucha organización y, sobre todo, mucho apoyo popular. Y claro, no faltan los desafíos burocráticos y las campañas costosas... ¡Una torta, vamos!
Al final del día, será interesante ver cómo le hacen estos partidos provinciales para ganarse un lugar en el Congreso en 2026. ¿Será que finalmente veremos una verdadera representación regional en el Poder Legislativo, o seguirán siendo solo una nota al pie en la historia política de Costa Rica? Dígame usted, ¿cree que estos partidos provinciales tienen alguna oportunidad real de vencer a los partidos nacionales establecidos, o es solo un intento más que se irá al traste?
Ahora, de esos 24 partidos provinciales que tienen permiso para operar, apenas cinco se dieron maña para completar todos los trámites necesarios. No es tarea fácil, ¿eh? Se requiere dedicación y paciencia, especialmente cuando uno ya sabe que subir contra la corriente no es precisamente un paseo dominical. Estos partidos vienen desde atrás, buscando hacerse un hueco en un panorama político bastante competitivo.
Vamos por partes, porque esto puede volverse un brete. En San José tenemos a tres grupos que llevan rato luchando, algunos desde el 2014 y otros desde el 2018, sin conseguir muchas victorias ni a nivel nacional ni municipal. Uno nuevo, liderado por el abogado Juan Diego Castro, recién se está animando a presentar su candidatura. Que le vaya bien, que necesita un buen chunche.
Cartago es donde la cosa se puso interesante, gracias a la agrupación fundada por el abogado y comunicador Belisario Solano, que luego recibió al exalcalde Mario Redondo. Este grupo, señores míos, ¡se llevó la candidatura más votada en las recientes elecciones municipales! Cosecharon regidores en varios cantones de la provincia. Redondo, con toda la seguridad del mundo, dice que van a agarrarle dos curules. ¡Eso sí que sería un golpe!
Y seguimos con Guanacaste, que tiene a Unión Guanacasteca retomando una tradición que ya había tenido otros partidos provinciales en el pasado. Este grupo también tuvo resultados decentes en las últimas municipales, logrando representación en los concejos de Liberia, Bagaces y Nandayure. Demuestra que la gente quiere tener voz propia, ¿verdad?
Pero, siendo honestos, la historia de estos partidos provinciales no es precisamente llena de éxitos. A lo largo de este siglo, solo han logrado ganar curules en unas pocas ocasiones. Recuerdo que en el 2006, antes de intentar llegar a nivel nacional, el Frente Amplio, Accesibilidad sin Exclusión y Restauración Nacional consiguieron curules en San José representando a la provincia. Un par de veces más, el mismo Restauración logró repetir ese logro en el 2010 y Mario Redondo, por Cartago en el 2014. Pero, en general, su presencia en el Congreso ha sido esporádica.
La ley electoral sí permite la creación de estos partidos, dándoles la oportunidad de competir por curules y alcaldías. Pero la realidad es que es complicado romper la hegemonía de los partidos tradicionales. Se necesita mucho trabajo, mucha organización y, sobre todo, mucho apoyo popular. Y claro, no faltan los desafíos burocráticos y las campañas costosas... ¡Una torta, vamos!
Al final del día, será interesante ver cómo le hacen estos partidos provinciales para ganarse un lugar en el Congreso en 2026. ¿Será que finalmente veremos una verdadera representación regional en el Poder Legislativo, o seguirán siendo solo una nota al pie en la historia política de Costa Rica? Dígame usted, ¿cree que estos partidos provinciales tienen alguna oportunidad real de vencer a los partidos nacionales establecidos, o es solo un intento más que se irá al traste?