¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez, con las ondas tropicales atormentándonos. Resulta que la número 40 ya está rondando por ahí, amenazante como toro cebú, y encima tenemos a la 39 pegándole duro a Limón. ¡Qué torta de situación!
Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), la onda 39 va a seguir sacudiendo la Zona Atlántica toda la noche y mañana temprano. Lluvias a cántaros, chaparrones repentinos… ya saben, lo típico. Pero eso no es todo, porque la 40, que viene desde lejos, entre Puerto Rico y Venezuela, tiene un potencial enorme para convertirse en ciclón. ¡Se habla de un 80% de chance en los próximos siete días, diay!
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, esos americanos siempre alertas, dicen que la posibilidad de que se convierta en ciclón en las próximas 48 horas es del 50%. Aunque todavía no sabemos dónde va a tocar tierra firme, el IMN nos avisa que puede influir indirectamente, especialmente en la vertiente del Pacífico. Así que prepárense, que nos pueden caer aguaceros fuertes hasta el próximo fin de semana.
Ahora, ojo con esto: aunque la onda 40 esté lejos, no hay que confiarse ni un pelo. Recordamos aquel Otto, que llegó de sorpresa y nos dejó varados por todas partes. Esta vez, el IMN está echándole lupa a la situación y prometen mantenernos informados con actualizaciones constantes. Que no se diga que no les avisamos, maes.
Lo importante ahora es estar pendientes, revisar los planes de emergencia de nuestros barrios, asegurarnos de que los techos estén bien firmes y tener a mano pilas extra para la linterna. Y si viven cerca de ríos o quebradas, mucho cuidado, que las inundaciones pueden llegar rápido. No queremos que nadie se vaya al traste por bajar la guardia, ¿verdad?
Y hablando de precaución, el IMN nos recomienda evitar las zonas propensas a deslizamientos y mantener la calma durante las tormentas eléctricas. Porque aquí, en Costa Rica, somos expertos en soportar cualquier brete. Nos han tocado huracanes, terremotos, sequías... ¡y seguimos parados! Somos guerreros, chunches de pura fibra tica.
Personalmente, me da un poco de qué pensar esta doble amenaza. Una cosa es acostumbrarse a las lluvias de junio-julio, y otra muy distinta es lidiar con dos ondas tropicales casi al mismo tiempo. Esperemos que las autoridades tomen las medidas necesarias y que todos estemos preparados para enfrentar lo que venga. Ya saben, en tiempos de crisis, la unión hace la fuerza y la pura vida nos ayuda a seguir adelante.
Entonces, maes, con toda esta incertidumbre climática y la onda tropical 40 acechando, ¿creen que el gobierno debería invertir más en sistemas de alerta temprana y educación para la comunidad sobre cómo actuar en caso de emergencias? ¿O será que ya estamos demasiado acostumbrados a vivir con estos fenómenos y ya no le damos la importancia que tienen?
Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), la onda 39 va a seguir sacudiendo la Zona Atlántica toda la noche y mañana temprano. Lluvias a cántaros, chaparrones repentinos… ya saben, lo típico. Pero eso no es todo, porque la 40, que viene desde lejos, entre Puerto Rico y Venezuela, tiene un potencial enorme para convertirse en ciclón. ¡Se habla de un 80% de chance en los próximos siete días, diay!
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, esos americanos siempre alertas, dicen que la posibilidad de que se convierta en ciclón en las próximas 48 horas es del 50%. Aunque todavía no sabemos dónde va a tocar tierra firme, el IMN nos avisa que puede influir indirectamente, especialmente en la vertiente del Pacífico. Así que prepárense, que nos pueden caer aguaceros fuertes hasta el próximo fin de semana.
Ahora, ojo con esto: aunque la onda 40 esté lejos, no hay que confiarse ni un pelo. Recordamos aquel Otto, que llegó de sorpresa y nos dejó varados por todas partes. Esta vez, el IMN está echándole lupa a la situación y prometen mantenernos informados con actualizaciones constantes. Que no se diga que no les avisamos, maes.
Lo importante ahora es estar pendientes, revisar los planes de emergencia de nuestros barrios, asegurarnos de que los techos estén bien firmes y tener a mano pilas extra para la linterna. Y si viven cerca de ríos o quebradas, mucho cuidado, que las inundaciones pueden llegar rápido. No queremos que nadie se vaya al traste por bajar la guardia, ¿verdad?
Y hablando de precaución, el IMN nos recomienda evitar las zonas propensas a deslizamientos y mantener la calma durante las tormentas eléctricas. Porque aquí, en Costa Rica, somos expertos en soportar cualquier brete. Nos han tocado huracanes, terremotos, sequías... ¡y seguimos parados! Somos guerreros, chunches de pura fibra tica.
Personalmente, me da un poco de qué pensar esta doble amenaza. Una cosa es acostumbrarse a las lluvias de junio-julio, y otra muy distinta es lidiar con dos ondas tropicales casi al mismo tiempo. Esperemos que las autoridades tomen las medidas necesarias y que todos estemos preparados para enfrentar lo que venga. Ya saben, en tiempos de crisis, la unión hace la fuerza y la pura vida nos ayuda a seguir adelante.
Entonces, maes, con toda esta incertidumbre climática y la onda tropical 40 acechando, ¿creen que el gobierno debería invertir más en sistemas de alerta temprana y educación para la comunidad sobre cómo actuar en caso de emergencias? ¿O será que ya estamos demasiado acostumbrados a vivir con estos fenómenos y ya no le damos la importancia que tienen?